Todo lo que sucede en el mundo económico debe ser entendido como una cadena de acciones y reacciones relacionadas entre sí. Nada sucede sin generar efectos en otros sectores y un ejemplo de esto se ha visto recientemente con la volatilidad de los precios del dólar, la inflación y la crisis, que hizo temer a muchos por una recesión económica en los Estados Unidos.
Basta con que el dólar suba para que se aprieten aquellos que viven de las importaciones, o que baje, para que (caso contrario) empiecen a sufrir los empresarios cuya estabilidad depende de las exportaciones. Es por esto que los bancos centrales velan porque siempre esté todo en un punto medio.
Ahora bien, eventos recientes a nivel mundial como la pandemia por la covid-19, el cierre del comercio en China y la guerra entre Rusia y Ucrania han generado dificultad en los fabricantes de vehículos nuevos para atender los pedidos globales, lo que en consecuencia ha incrementado los precios de transporte ocasionando una presión sobre los costos del mercado automotor.
Según la última encuesta de opinión del sector, de acuerdo con el más reciente reporte de Andemos (Asociación Nacional de Movilidad Sostenible), el 95 % de los empresarios prevé que los precios netos de venta de vehículos nuevos tenderá a seguir subiendo. Lo anterior ha promovido un incremento en la demanda y valorización de los carros usados.
Entre tanto, el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt) informó que, para el cierre del 2021, Colombia tuvo una cifra histórica en la venta de vehículos usados, con un aumento del 57 %, de manera tal que por cada carro nuevo vendido en el país, se comercializan de tres a cuatro usados.
Comparado con años anteriores, se encuentra que para 2020 en el país se realizaron 722.977 traspasos, mientras que para 2021 esta misma cifra se ubicó en 1.134.636 y en lo que va del 2022 se han realizado 534.398 traspasos, dato que va en aumento, según cifras de Andemos, dado que para el mismo periodo en el año anterior se habían realizado 482.448 traspasos.
¿Qué culpa tuvo el dólar?
Según explica Andemos, el mercado de los vehículos en Colombia, tanto para venta de automotores, como en el mercado de las autopartes, es importado casi en su mayoría, por lo que una disparada en las divisas como el dólar impacta directamente en el precio al consumidor.
“El aumento del dólar afecta el precio de los vehículos nuevos, los usados y los precios de los repuestos e insumos de las ensambladoras”, explica este gremio que a su vez recuerda que, aunque este efecto puede no ser inmediato, generaría en el futuro más inconvenientes para la producción y comercialización de los carros nuevos, lo que seguirá incrementando sus precios.
Adicionalmente, con la subida del dólar y la depreciación del peso colombiano, de acuerdo con la explicación del Banco de la República, se incrementa el costo de las importaciones y suben los intereses de financiación. Esto seguramente generará dificultades en la entrega de los carros nuevos, potencializando así el mercado de los usados, lo que ha producido una mayor demanda en esta parte del sector, y en consecuencia una mayor valorización.
Los impactos de la guerra en Ucrania
Por otra parte, Jaime Mayoral, CEO de Bellpi.com, agregó que las sanciones internacionales a Rusia han ocasionado tres grandes problemas para el mercado de carros. El primero de ellos es que varias de las marcas más reconocidas han comunicado la suspensión de producción en algunas de sus fábricas europeas, entre ellas: Hyundai-Kia, Toyota Motor, Renault, Volkswagen, Volvo, Ford, Mazda y Land Rover.
“Segundo, de acuerdo al portal Automotive News Europe, se han visto afectadas las importaciones y exportaciones de automóviles, dado que la Unión Europea ha determinado como parte de las sanciones la prohibición de exportaciones a Rusia de vehículos de lujo por un estimado de 50.000 euros, y que afectaría marcas como Audi, BMW, Mercedes-Benz, Ferrari y Porsche”, agregó este experto.
Por último, el CEO de Bellpi.com indicó que los grupos empresariales más prestigiosos, como BMW, han reconocido la reducción de ganancias para todo el mercado de carros este año, lo que en consecuencia traerá dificultades en la economía global y en la disminución de producción de vehículos nuevos.
“El precio de los carros usados viene al alza desde finales del año pasado, hay un tema de escasez que sigue siendo tendencia en los vehículos nuevos, los pedidos de los carros nuevos que llegan prácticamente ya están ofrecidos y entregados a los clientes; por tanto, los carros usados siguen en valorización, lo que es beneficioso a la hora de vender un carro”, concluyó.