SEMANA: Con la reforma, ¿cuál será la labor de los fondos, si la mayoría de los afiliados van a estar solo en Colpensiones?
Juan David Correa (J. D. C.): Tendremos la responsabilidad de administrar esos 400 billones de pesos que hasta ahora han ahorrado todos nuestros afiliados. Eso implica que tendremos que seguir generando valor sobre esos recursos, que son resultado en 30 %, aproximadamente, del aporte de capital por parte de los cotizantes y los empleadores, y en 70 % de rendimientos. Además, tendremos que administrar todos aquellos recursos que superen el umbral que finalmente defina el Congreso, que ojalá se hiciera una conciencia de reducirlo hasta un salario mínimo para poder hacer un sistema mucho más sostenible y equitativo,
SEMANA: ¿Comparte la idea de que la reforma es una expropiación del ahorro, cuando hoy muchas personas voluntariamente le están entregando su ahorro a Colpensiones?
J. D. C.: Es que por esos traslados de un régimen a otro es que la reforma es necesaria, pues la razón por la que se trasladan es porque son sistemas desiguales: uno con subsidio y el otro sin ayuda estatal. Por eso, tal vez el cambio que había que hacer era crear un sistema basado en el ahorro, que solo les entregue subsidios a las personas que lo necesiten.
SEMANA: Pero tanto en el sistema de ahorro individual, como en el que se plantea con la reforma, se obtendrían mesadas más bajas que las actuales, bajo el entendido de que las pensiones deben ser así para ser sostenibles, al menos en la parte que paga el Estado. ¿Cómo lograr que la gente entienda eso?
J. D. C.: Ninguna pensión en el mundo alcanza para tener una mesada similar al salario que se recibe previo a la jubilación, porque se necesitaría ahorrar más y por más tiempo. Entonces, aquí la pregunta es a quién y hasta qué monto se subsidia, así como a decisiones de cada país con respecto al porcentaje del salario que se ahorra y sobre la edad de jubilación, lo cual no cambia con la reforma. Tenemos una complejidad grande porque cada vez vivimos más, así que cada vez es mucho más retador acumular capital suficiente para construir una pensión en un futuro. Por eso, hay que tener un sistema socialmente responsable con los ciudadanos, que subsidie las pensiones de un salario, pues estas necesitan capital adicional y sería un subsidio bien enfocado, pero valdría la pena que las personas que ganan cinco, seis o más salarios, ¿deberían recibir un subsidio por los 2,3 primeros salarios?
SEMANA: Volviendo a las funciones de los fondos privados tras la reforma, se habla de un mico que se habría metido en el proyecto de ley en el Senado, en el que les darían una comisión del 0,7 % por administrar esos 400 billones. ¿Eso de dónde salió?
J. D. C.: Creo que ahí hay una muy mala interpretación. Lo primero es que no es un mico. En el proyecto original se establecía la posibilidad de redefinir el modelo de ingreso a futuro para los fondos de pensiones, teniendo en cuenta que se reducen los aportes que administramos, aunque vamos a seguir a cargo de los recursos de los clientes en transición y de una parte del aporte de aquellos que coticen por encima del umbral que finalmente se defina. Esta sería la transición de los fondos privados y es natural que se dé en procesos de cambio en el sistema de pensiones.
SEMANA: ¿Pero no es un doble cobro teniendo en cuenta que por esos 400 billones ya se pagó una comisión?
J. D. C.: No, porque hay unas tareas de administración que continúan y hay un modelo de transición necesario.
SEMANA: La reforma crea un fondo de ahorro, que estaría a cargo del Banco de la República y que va a tener administradores profesionales. ¿Sería un nuevo negocio para los fondos?
J. D. C.: Claro, y lo digo con humildad, tras lograr acumular esos 400 billones de pesos que hoy están ahorrados. Ha sido una construcción de 30 años, haciendo rendir esos recursos mediante gestión de inversiones. Tenemos un know-how y una historia, que nos vuelven los primeros candidatos a ser los administradores de parte de ese fondo, y esas capacidades para ofrecerle al país.
SEMANA: ¿Entonces a ustedes les fue mejor que a las EPS, que querían acabar con la reforma a la salud, pero no les ofrecían algo para que aguantaran mientras se daba el cambio?
J. D. C.: No concluiría eso porque nosotros vamos a tener un rol importante en el modelo de transición, pues ese stock de ahorro que vamos a seguir administrando se va a ir consumiendo en el tiempo, a medida que las personas se van pensionando. De hecho, manejaríamos dos modelos al mismo tiempo: el del régimen de transición, que corre bajo las reglas de juego actuales, donde no cambia nada, y el modelo derivado de la reforma, en donde se van a administrar los aportes que queden por encima del umbral que se defina, donde se va a empezar a construir de cero. Así, mientras un sistema se marchita, el otro iría creciendo. Este modelo de pilares que se propone es absolutamente complementario.
SEMANA: En resumen, ¿habrá unas nuevas AFP con otro modelo de negocio?
J. D. C.: Si hablo un poco del caso de Protección, durante los últimos años nosotros hemos venido transformando este negocio para aprovechar esas capacidades que hemos desarrollado como compañía con un propósito mucho más allá de administrar el sistema pensional colombiano. Somos una plataforma de bienestar financiero para que los colombianos logren alcanzar metas patrimoniales. Eso nos ha permitido transformarnos en jugadores clave del negocio de ahorro e inversión. En eso tendremos que seguir avanzando porque creo que tenemos bastantes oportunidades en el espacio que la reforma pensional establece, que es un espacio diferente al actual, pues implica una adaptación, pero nos da tranquilidad que nos hemos transformado para seguir acompañando a los clientes.
SEMANA: El hecho de que se cree un solo sistema ha sido criticado por algunos que dicen que eso restringe el derecho a elegir de las personas... ¿comparte esa preocupación?
J. D. C.: Algunas de las preocupaciones de muchos jóvenes es que quedarían sin la posibilidad de elegir y con la obligación de estar en un régimen de reparto cuyos recursos van a estar relacionados con lo que otras generaciones aporten por ellos, al tiempo que una parte de la plata que estén aportando va a ser para pagar pensionados de hoy. Eso implica un contrato intergeneracional que genera inquietud y que varios jóvenes ven con tristeza al no poder tener la capacidad de elegir dónde construyen su futuro pensional.
SEMANA: ¿Y qué va a pasar con otro fondo que ustedes administraban, que es el fondo de garantía de pensión mínima?
J. D. C.: Eso aún no lo tenemos claro. Esta es una discusión bastante compleja y buena parte de la reforma va a requerir reglamentación. En esas definiciones también está el tema de la vigencia, pues prepararse para este nuevo modelo tiene implicaciones tecnológicas y operativas gigantes. Se había propuesto para 2026 o 2027, pero en lo aprobado hasta ahora se dejó un corto período de un año, que es muy poco para prepararnos nosotros, los fondos de pensiones y Colpensiones, teniendo en cuenta además que buena parte de la reglamentación no estará lista.
SEMANA: ¿Cuál sería ese mensaje para sus afiliados actuales?, pues hay muchos que no quieren cambiar de régimen.
J. D. C.: Lo primero es estar tranquilo y no apresurarse. Esta discusión está en proceso, no ha terminado. Falta que la reforma se convierta en ley de la República y su posterior reglamentación. Aún estamos en una discusión que no tiene certezas completas. Segundo, antes de tomar una decisión, de seguir un consejo que muchas veces es equivocado por parte de un no conocedor del detalle, acudan a los canales de Protección y nos consulten. También es bueno que las personas que tienen ahorro voluntario tengan la tranquilidad de que este no tendrá ningún cambio.
SEMANA: ¿Y qué decir a los empleados?, pues ustedes como empresa tienen una infraestructura para atender millones de personas y ahora ya no serán millones.
J. D. C.: No vamos a administrar menos clientes, van a ser los mismos. Si bien se van los que estén por debajo del umbral que se defina, vamos a seguir administrando todos sus saldos hasta que se pensionen. Claro que van a cambiar las dimensiones de algunos procesos; incluso, podríamos seguir con algunas funciones iguales a las actuales y se les sumarían unas nuevas.
SEMANA: No sé si el símil sea adecuado, pero cada vez que ocurre un temblor, la gente va y busca seguros para terremotos. Con el trámite de la reforma pensional, ¿han visto a más gente interesada en adquirir pensiones voluntarias?
J. D. C.: Sí es un ahorro que viene creciendo. Hemos venido haciendo una tarea de pedagogía, pues independiente de la reforma, es un hecho que hay que prepararse para una vida más larga en la que es necesario un ahorro adicional y en eso funcionan bien las pensiones voluntarias. Tenemos varios estudios actuariales que demuestran que, por ejemplo, una persona de 29 años que ahorre el 10 % de su salario de manera voluntaria, podría mejorar su mesada pensional entre 40 y 45 %. Tenemos que derribar mitos como que no nos vamos a pensionar, con un ahorro adecuado se puede mejorar la mesada