Hace algunos años era difícil encontrar organizaciones que apoyaran la capacitación integral de sus estudiantes. Sin embargo, hoy en día, 8 de cada 10 empresas en Colombia capacitan a sus empleados, como lo reveló un estudio publicado por la ANDI a través de la Encuesta de Opinión Industrial.

No obstante, esa cifra no es suficiente, pues según César Tulio Ossa, director de Educación Continua de la Pontificia Universidad Javeriana, “La cifra, a simple vista, puede parecer optimista, pero en realidad aún queda mucho por hacer. Es importante que todas las empresas integren la formación adecuada de su talento humano como uno de sus pilares principales de gestión empresarial”, comentó.

Cifras

Es por ello que, cada vez son más las compañías que buscan instituciones que ofrezcan programas que capaciten a sus empleados en diversas áreas, que aporten al crecimiento, tanto empresarial, como humano de los colaboradores.

Las cifras son contundentes, “no más en Educación Continua de la Pontificia Universidad Javeriana, se han abierto en los últimos 2 años más de 1.400 programas empresariales, con un crecimiento aproximado del 100 % durante el periodo”, revela Ossa.

Es indudable el crecimiento en la demanda de programas de formación en las organizaciones, es por eso que recientemente esta Institución, una de las de mayor prestigio en el país, lanzó su plataforma virtual para programas dirigidos a personas y empresas.

Formación = Competitividad

Los mercados actuales, requieren que se forme a las personas en aspectos mucho más amplios que la mera capacitación en un oficio o labor específica. Allí recae la diferencia de los nuevos programas que se deben ofrecer.

Para Ossa, el objetivo es que las empresas encuentren en ellos grandes oportunidades de formación para sus empleados y que, con ello, les aporten valor a sus organizaciones en tiempos de gran competitividad. “Las empresas hoy en día no demandan las mismas competencias que hace unos años, por ejemplo, los requerimientos hoy en día van más relacionados con temas de género, de liderazgo y habilidades para la Alta Gerencia”, señaló el director de Educación Continua de la Universidad Javeriana.

Y añade, “Tampoco se ajusta hablar de capacitación. Hace muchos años las empresas usaban una parte de su presupuesto en “instruir” a sus empleados sobre tareas específicas que le aportaran directamente en su labor diaria. Hoy en día, la tendencia (afortunadamente) de las empresas es a “formar” competencias en sus empleados que los haga íntegros, no solamente para ejercer su labor, sino como personas en una sociedad. Y en este sentido, es responsabilidad también de las instituciones de educación brindar una oferta de programas de formación que aporten a la humanización del tejido empresarial. Es decir, que formen, no que capaciten”, explica Ossa.

Exportando conocimiento

Esta visión de las nuevas tendencias de formación empresarial, ha sido abanderada por universidades como la Javeriana, entre otras, que han abanderado programas con gran acogida en el sector empresarial y con alcance global

Por programas como los mencionados, Colombia se ha convertido entonces en un referente a nivel internacional en educación. La Javeriana, por ejemplo, ha abierto programas en países como Chile, Costa Rica, Guatemala, Perú, El Salvador, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana; en temas como administración del riesgo y auditoría forense, reanimación cardiopulmonar, escuela de tendero o salud muscular.

Así mismo se han abierto programas en Bogotá para traer estudiantes extranjeros de países como Perú, Paraguay, Chile, México, Brasil, Panamá, Estados Unidos y República Dominicana, lo que funciona también como un aprendizaje intercultural para los empleados. Para aquellos que estén interesados en la oferta académica pueden ingresar al siguiente link.

Retos

Esto demuestra que, sin duda alguna, la demanda de programas de formación existe. “El reto, entonces, surge en doble vía: por el lado de las empresas, en asignar mayores recursos para que sus empleados puedan potenciar las competencias que las organizaciones requieren, y por otro lado, en la academia, al inyectar a los programas de formación conocimientos diversos que permitan formar –que no capacitar- personas íntegras, no solo para el trabajo, sino para el futuro también”, puntualizó Ossa.