Contrario a lo que se puede pensar en muchas ocasiones, apostarle a la protección del medioambiente en Colombia puede ser una alternativa para ahorrar y mejorar las finanzas de las empresas, gracias a los beneficios que se entregan hoy en día por parte del Gobierno nacional, con el fin de incentivar este tipo de prácticas en el país.
El Gobierno, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, entre otras entidades, promueve beneficios tributarios para las organizaciones interesadas en proteger el ambiente y avanzar hacia una economía baja en carbono.
Según el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, implementar en una organización planes direccionados a la acción climática y a la protección del ambiente es una decisión estratégica que permite proteger cadenas de producción y los portafolios de inversión, ante los efectos del cambio climático.
“Los efectos del cambio climático pueden afectar significativamente el proceso productivo de una empresa y toda su cadena de valor. Por esa razón, es fundamental que las organizaciones inicien su transición para realizar acciones que les permitan adaptarse a estos efectos y asegurar sus activos”, dijo Correa.
De igual forma, unirse a las industrias sostenibles en Colombia puede abrir oportunidades de mercado, no solo a nivel local, ya que los países cada vez más están exigiendo productos sostenibles y de bajas emisiones, entre otras características.
“Hoy en día es rentable y necesario que las empresas ajusten sus procesos productivos, mejoren su reputación y aumenten su competitividad en un mundo que cada vez adquiere más conciencia en lo climático, en lo ambiental, en general”, agregó este funcionario.
Según la Encuesta Nacional de Percepción Misión de Crecimiento Verde, efectuada por el Departamento Nacional de Planeación en 2018, en los últimos cinco años, el 66,2 % de las empresas en Colombia se ha visto afectado por los cambios en el clima.
¿Cómo se benefician las empresas que le apuesten al cuidado del medioambiente?
Según la legislación colombiana, el primer beneficio es el descuento del impuesto sobre la renta por las inversiones en control, conservación y mejoramiento del medioambiente. Así mismo, pueden gozar de rentas exentas para la venta de energía generada con recursos eólicos, biomasa o residuos agrícolas, que generen reducciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y vendan los certificados de reducción de emisiones de dióxido de carbono.
En este punto también se benefician los ingresos obtenidos de los servicios de ecoturismo, que promuevan la visita de turistas a las regiones más apartadas del país, sin afectar sus ecosistemas e incentiven el cuidado de la fauna y flora características de cada una de ellas.
Otros beneficios están relacionados con exclusiones al IVA para los bienes que se venden en el territorio nacional, asociados al desarrollo de actividades que generan impactos ambientales positivos, como equipos y elementos para sistemas de control y monitoreo ambiental o equipos para reciclar y procesar basuras, depuración y tratamiento de aguas residuales, emisiones atmosféricas o residuos sólidos.
También para proyectos que reduzcan las emisiones de GEI, equipos necesarios para reconvertir vehículos a gas natural, tarifa preferencial del IVA (5 %) para los bienes y servicios cuya producción o consumo genera impactos ambientales positivos, como vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables para el transporte de mercancías y para usos especiales: taxis automóviles eléctricos, motocicletas y bicicletas eléctricas, acumuladores, inversores y cargadores de baterías de vehículos eléctricos.
Actualmente, en Colombia también hay incentivos específicos para proyectos (equipos y servicios) de Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCE), descuento de renta a la producción de energía con FNCE y gestión eficiente de la energía (deducción del 50 % del total de la inversión realizada), incentivos para proyectos de Gestión Eficiente de la Energía (GEE) y descuento en el impuesto de renta del 25 % de la inversión realizada en proyectos de GEE.
Así las cosas, hoy en día no existen excusas para que los empresarios sigan rechazando la idea de unirse a la ola de compañías que están apostándole hoy en día al cuidado del medioambiente y a que Colombia siga impulsando el desarrollo sostenible.