Este martes por fin se terminó la incertidumbre sobre el nuevo destino de Lionel Messi, luego de su sorprendente salida del Barcelona el fin de semana pasado y del que todavía no se recuperan los aficionados catalanes.
Desde las primeras horas de la mañana, se empezaron a conocer detalles de lo que será la relación del astro argentino con el París Saint-Germain, club al que servirá desde ahora y con el que intentará emular los triunfos que logró en la ciudad condal, luego de más de 20 años de relación profesional.
Messi llegará a París como el ganador de seis balones de oro (una marca que nadie más ha logrado en la historia), cuatro Ligas de Campeones de Europa, la reciente Copa América y una larga lista de trofeos colectivos e individuales, que lo han encumbrado como el mejor jugador de este siglo y a la altura de leyendas como Maradona, Pelé o Cruyff.
Además de la calidad futbolística que le dará a un equipo lleno de estrellas (Di María, Mbappé, Neymar y compañía), Messi le generará cientos de millones de euros al conjunto, pues según un estudio realizado en Barcelona durante 2017 y 2020, el argentino logró que el equipo blaugrana recibiera más de 600 millones de euros, en concepto de mercadeo, visitas al estadio, entradas a los partidos, camisetas, productos de merchandising, derechos de televisión y eventos.
Ahora, muchos expertos apuntan a que suceda una situación similar en Francia, pues millones de personas estarán dispuestas a pagar para ver los partidos del PSG, solo por ver a Messi; así mismo, miles de espectadores acudirán cada fin de semana a ver los encuentros del conjunto capitalino en la ciudad y el estadio que sea, lo cual, además de un gancho para los derechos de televisión, representará mejores ingresos para los equipos más modestos de la Ligue 1.
A la llegada de Neymar y Mbappé a París, el club del jeque Nasser bin Ghanim Al-Khelaïfi vendió casi 800.000 camisetas, lo cual lo ubicó en el top cinco de los equipos más vendedores del mundo; sin embargo, la llegada de Leo podría aumentar incluso esa cifra, generar mayores ingresos por este concepto y mejorar también el contrato que tiene el club con Nike, empresa que viste al PSG.
Uno de los puntos del cual mayor rédito sacó el Barcelona fue el del turismo, pues miles de visitantes asiáticos, principalmente de Japón, China y Taiwán, viajaban a Barcelona a ver los partidos de Messi, comprar sus camisetas y visitar el museo del club, en el que hay varios artículos del 10.
Teniendo en cuenta que París es una de las ciudades más turísticas de todo el mundo y con la flexibilidad de las medidas por la pandemia, el PSG puede aprovechar la figura de Messi para atraer un importante número de extranjeros a vivir la experiencia alrededor del crack.
Mundial de Qatar 2022
Como ya es sabido, el próximo año se jugará en noviembre (por cuestiones climáticas) el mundial de futbol en Qatar, que reunirá a las 32 mejores selecciones del mundo en la primera cita que se realizará en Medio Oriente, luego de la estrategia mediática y política que desplegó el Estado árabe para posicionarse geopolíticamente y limpiar su imagen ante el mundo.
Dentro de su estrategia entró el fútbol, por lo que hace una década la familia real de Qatar decidió adquirir el 70 % del PSG a través del fondo de inversión Qatar Investment Authority (QIA), el cual fue creado para manejar los beneficios generados por el petróleo y el gas natural. Un año después, QAI se hizo con la totalidad de las acciones del club y desde ese momento le ha inyectado casi 1.500 millones de euros en fichajes.
El prestigio que supone para el club - Estado (pues es subsidiado y financiado por Qatar) contar en sus filas con varios de los mejores jugadores del mundo ha hecho que millones de personas se hagan fanáticas de los colores parisinos y quede atrás la imagen de un país protector del terrorismo y promotor de movimientos golpistas en oriente.
Por lo que con Messi, un mundial a la vuelta de la esquina y un equipo en el corazón de Europa, los qataríes se colocan en una posición privilegiada en la geopolítica.