En un contexto donde los incendios han experimentado un alarmante aumento en Colombia, a pesar de los esfuerzos y las innovaciones tecnológicas implementadas para prevenir tragedias, surge la inquietante pregunta sobre la preparación de los centros comerciales del país para enfrentar este desafío.
Según Hugo Torres Bahamón, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Protección Contra Incendios (ANRACI), la situación es motivo de preocupación, ya que el 95 % de los hogares y el 80 % del sector comercial carecen de sistemas de protección automática de extinción, como los rociadores.
La magnitud del problema se refleja en las estadísticas de la Dirección Nacional de Bomberos de Colombia (DNBC), que reporta más de 18,000 incendios atendidos en el país durante el año 2020, de los cuales más de 2,500 fueron incendios estructurales.
En el caso de Cali, el Cuerpo Voluntario de Bomberos registró un total de 1,899 incendios atendidos en 2020, con un incremento del 16.51 % en incendios estructurales para el 2022. En Bogotá, según datos del Cuerpo Oficial de Bomberos, solo en la localidad de Kennedy se atendieron en promedio más de 100 incendios estructurales por año entre 2014 y 2020.
Ante esta situación, Hugo Torres Bahamón destaca la vulnerabilidad de Colombia frente a los incendios y resalta que, aunque el país no ha sufrido tragedias de gran envergadura comparables a las de naciones vecinas, la problemática no debe subestimarse. Los incendios estructurales, advierte, pueden afectar edificaciones de cualquier tipo: residenciales, comerciales, industriales, entre otras. Los estragos que deja un incendio pueden ser devastadores, impactando tanto en la estructura del edificio como en su funcionalidad.
Torres Bahamón señala que no solo los incendios estructurales son una preocupación, sino también la vulnerabilidad de las pequeñas y medianas empresas (Pymes y MiPymes), donde en muchos casos la gestión de riesgos y la protección contra incendios son insuficientes o incluso inexistentes. El ingeniero subraya la importancia de establecer estrategias a la medida, incluso en edificaciones sencillas, para mejorar las oportunidades de salvaguardar vidas y bienes en caso de incendio, sin necesidad de inversiones millonarias.
Dentro de las áreas de inquietud también se encuentran los museos. Según la ANRACI, el 80% de los museos en Colombia carece de buenas prácticas en prevención de incendios. Ejemplos internacionales como el incendio en el Museo Nacional de Brasil en 2018 y los daños en la Catedral de Notre Dame en Francia en 2019 destacan las pérdidas irremplazables en patrimonio arquitectónico, artístico y religioso debido a incendios.
“Es evidente la vulnerabilidad que tenemos como país frente a la ocurrencia de incendios, afortunadamente a la fecha no hemos registrado grandes tragedias como en países vecinos donde cientos de personas han fallecido por efecto del fuego”, comentó el ingeniero Torres, quien agregó que estas tragedias podrían haberse prevenido con sistemas adecuados de protección contra incendios.
No obstante, Torres Bahamón subraya que Colombia tiene una oportunidad de mejorar en este aspecto y proteger su propio patrimonio, con el fin no solo de preservar vidas y evitar tragedias, sino de cuidar también las inversiones de quienes optan por montar un negocio para sacar adelante sus economías.
En un país donde los incendios han tomado una dimensión preocupante, la atención se centra en la preparación de los centros comerciales y otros espacios clave ante esta amenaza. La ausencia de sistemas de protección automática y las estadísticas alarmantes de incendios evidencian la necesidad de redoblar los esfuerzos en la prevención y control de incendios. La reflexión sobre los riesgos inherentes y la implementación de medidas de protección adecuadas se erigen como pasos cruciales para preservar vidas, bienes y el patrimonio cultural del país.
Temas como este y otras recomendaciones serán discutidos en la ‘Fire Expo Latam’, que se desarrollará el próximo mes de septiembre en el centro de convenciones Plaza Mayor de Medellín. A lo largo de tres días, esta cita ofrecerá una plataforma para una serie de actividades académicas, técnicas, gremiales y comerciales, todas ellas con un enfoque central en la preservación de vidas.