Cuando se toma un seguro en cualquier modalidad, lo que hace el ciudadano es transferir el riesgo a una empresa especializada en el tema, de manera que, ante una eventualidad adversa, se tenga una protección, pues es la aseguradora la que asume los costos. Sin embargo, en Colombia no ha sido fácil ahondar en la necesidad de un aseguramiento, y mucho menos en temas como los agropecuarios. No obstante, en 2020, el año de la crisis más brava que haya tenido el mundo en las últimas décadas, se registraron 237.000 hectáreas aseguradas, en 25 actividades agropecuarias, que cobijaron a 28.000 productores agropecuarios de 26 departamentos.

Durante ese año se partió de una cifra de 4,6 millones de hectáreas sembradas, con lo cual, la estimación en cuanto a la profundización del seguro agropecuario es de 5,1 %, según Fasecolda, gremio de aseguradoras.

En 2021, año que si bien es de recuperación de la economía, el porcentaje de aseguramiento es de 4,2 %, con lo cual, existe un amparo al productor agrícola y pecuario, ante riesgos asociados a sequías, heladas, vientos fuertes e inundaciones.

Ojo al tema agropecuario

Si hay un temas que deben tener en el visor los candidatos presidenciales es el agropecuario, puesto que es la clave para un crecimiento económico más sostenible, como sucede en países desarrollados.

El aseguramiento puede salvar proyectos agropecuarios de eventuales choques. | Foto: Fedegán

No obstante, un evento adverso puede dejar un efecto nefasto en los agricultores y productores del campo, principalmente en los pequeños. En consecuencia, el arrastre de una situación catastrófica sobre un proyecto agropecuario, se llevaría por delante el empleo, la pobreza y la seguridad alimentaria.

Las condiciones climáticas actuales evidencian el alto grado de vulnerabilidad que tiene la actividad agropecuaria. De hecho, según Fasecolda, son los proyectos relacionados con cosechas y cría de animales, los más expuestos y vulnerables a amenazas de todo tipo. El aseguramiento, por ejemplo, cubre riesgos de mercado, del clima y de la producción.

“El seguro agropecuario evita o mitiga el deterioro en la capacidad de consumo de los productores agropecuarios, estabiliza sus ingresos y protege sus inversiones”, señala Fasecolda.

Es subsidiado

El seguro agropecuario en Colombia recibe un subsidio del Gobierno, de entre el 50% y el 85% del valor de la prima. Precisamente, la búsqueda es incentivar la protección ante el riesgo, promoviendo un menor costo para el productor.

En las estadísticas de Fasecolda se expone que hay oferta de seguros para más de 72 productos agrícolas y 4 pecuarios en 28 departamentos del país.

Todas esas cifras salieron a relucir en la instalación de un evento sobre Seguro Agropecuario y Gestión de Riesgos, organizado por Finagro, la Universidad Externado de Colombia y el gremio asegurador.

En definitiva, todo apunta a un mismo objetivo: que el campo florezca en Colombia y contribuya a reducir los altos índices de pobreza y falta de oportunidades, lo cual causa verdaderos éxodos de las zonas que más necesita desarrollar un país, tanto por la economía, como por la seguridad alimentaria de sus habitantes.