Sin trochas. Así se imaginan los transportadores la conectividad terrestre entre Colombia y Venezuela, de cara a la apertura de la frontera, lo que tendrá lugar el 26 de septiembre, según lo anunció el presidente Gustavo Petro.

El paso fronterizo entrando en una mayor actividad tiene celebrando a más de uno de los integrantes del sector transportador. En el caso del transporte terrestre de carga, el gremio Colfecar hasta hizo un profundo análisis de los efectos que se pueden generar con el regreso de Venezuela al abanico de posibilidades para el comercio, el transporte y, en general, para la economía.

Y es que en 2008, cuando se presentó una crisis diplomática entre los dos gobiernos y el presidente Hugo Chávez empezó a cerrar embajadas de su país en Colombia, el transporte de carga movilizaba 227.672 vehículos de carga, cifra que llegó a 2.202 en 2018, con el consiguiente impacto en el empleo y la actividad del segmento transportador.

Claramente que, posterior a ello, se empezaron a buscar nuevos mercados, nuevas rutas, pero no se puede desconocer que la cercanía con Venezuela proporciona ventajas para varios de los renglones económicos de ambas naciones.

Casas de cambio, transportadores y otros beneficiados

Es así como el gremio Colfecar subraya las implicaciones de la apertura, entre las cuales está la de que Colombia vuelva a ser de nuevo ‘la tienda’ de Venezuela, teniendo en cuenta que nuestra nación es la vía natural de importación del vecino país. Para ellos, las compras externas representan más del 25 % del total del consumo, un hecho que “generaría un impacto positivo trasversal en todos los sectores económicos, inicialmente los que tienen más acercamiento con la frontera, como el personal de las casas de cambio, los aduaneros, transportadores”, sostiene Colfecar en el informe.

De hecho, en 2022, el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, estimó que, como producto de la reapertura de la frontera existirá una activación de unos 4.000 millones de dólares, generando en principio unos 3.000 empleos directos en Venezuela, con proyección de unos 20.000 empleos en los próximos cuatro años.

Ventaja para Cúcuta

Según las cuentas de Colfecar, ya que Cúcuta es un punto de partida y llegada de personas desde y hacia Venezuela, se crearía una ola de ventajas que salpicaría a sectores como hoteles, restaurantes, transporte público y el comercio en general.

Pero desde el interés de los transportadores de promover su actividad, destacan que, con esta medida, “la cantidad de vehículos de carga de tránsito que circulan de un lado a otro se incrementaría sustancialmente”, lo que llevaría a una recuperación progresiva del tránsito entre los dos países.

Para Colfecar, “el abastecimiento de productos colombianos en Venezuela genera tranquilidad y prosperidad entre la población, teniendo en cuenta que es posible realizar el movimiento y traslado de alimentos y medicamentos necesarios para las personas que habitan en la frontera y a su vez en los sitios aledaños”.

Hay que señalar que Colombia tiene una canasta de productos que van y vienen, entre los cuales se destacan los combustibles y aceites minerales, las materias plásticas y manufacturas, los azúcares y artículos de confitería, el papel y el cartón, al igual que productos farmacéuticos.

Frontera del estado Táchira con el departamento Norte de Santander. | Foto: Esteban Vega La Rotta - Semana

Y en el mediano plazo

Si bien hay puntos de vista que señalan que el paso fronterizo no estaba cerrado, el ánimo está presente entre los transportadores, que estiman que son muchos los desafíos que hay en el mediano y largo plazo.

“Plantear proyectos de complementación económica, industrial, productiva y de servicios” es parte de lo que ven venir, pero, de inmediato, estiman que podría haber un aumento de las exportaciones iniciales de Colombia hacia Venezuela, para atender la situación alimentaria del país. La misma expectativa está con los medicamentos y las materias primas y bienes intermedios.

En medio del anuncio de la reapertura total, recuerdan que no se puede perder de vista que el transporte internacional se rige por las normas de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de la cual Venezuela ya no hace parte. Pese a que hubo un intento en 2020, entre los equipos diplomáticos de ambos países, “a la fecha tales reglas de juego no se encuentran definidas”.

En todo caso, mientras se ajustan esos elementos, Colfecar señala que “es de vital importancia dar alcance a algunos desafíos, como garantizar la seguridad en la frontera y el abastecimiento de los combustibles en dicho país para los transportadores”.

De igual manera, expresan que será necesario “contener el financiamiento de grupos armados al margen de la ley quienes se aprovechan de las personas y camiones que pasan por las trochas”, subrayaron.