Como “sorprendidos gratamente” se mostraron los sindicatos, en particular el de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores, cuyo presidente, Fabio Arias, dijo que las cosas están dadas para que el incremento sea de dos dígitos. “La productividad factorial total es del 1,73 %. La productividad laboral por horas da 3,43 %. Esto es muy significativo y evidencia que efectivamente hay una productividad mejor en el país”.

¿Y cuál se debe usar?

Ahora viene el dilema de cuál usar para calcular el incremento. En ese sentido, el dirigente sindical enfatizó en que han insistido en que la que se debe aplicar es la productividad laboral (3,43 %).

Para Arias, en todos los gobiernos, a los que llamó “neoliberales”, se ha usado el dato más bajo, que normalmente es el de todos los factores. Por esa razón, desde la lógica de Arias, habría una deuda histórica con los trabajadores, de por lo menos 24 puntos, manifestó.

Con esas cuentas en mano, el presidente de la CUT anunció que “en el Comando Nacional Unitario”, del cual hacen parte varios sindicatos, se han puesto de acuerdo para dar la batalla por un incremento del salario mínimo en dos dígitos.

Negociación del salario mínimo. | Foto: Ministerio de Trabajo / cortesía

Otra cosa dicen los que van a pagar

En el otro extremo, como protagonistas en la negociación que por estos días ocupa a la comisión tripartita, están los empresarios, que, amparados en los datos técnicos de algunos centros de pensamiento económico, manifiestan que el ajuste no puede darse fuera del contexto económico del país.

La Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, liderada por María Claudia Lacouture, por ejemplo, sostuvo que una vez conocido el dato de productividad de todos los factores, que resultó ser del 1,73 % al tercer trimestre de este año, se requiere “total rigurosidad para definir el alza en el salario mínimo”.

Insisten en un dígito

Así las cosas, dicho ajuste debe “priorizar la sostenibilidad empresarial y la generación de empleo formal”.

AmCham advierte que no se puede olvidar tampoco el entorno de desafíos de crecimiento y reducción de inflación. Por lo tanto, la conclusión a la que llegan es que “el aumento salarial debe ser moderado, en un dígito”.

A juicio de la Cámara Colombo Americana, tener todos esos elementos en foco permitirá un doble propósito: “fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores sin comprometer la competitividad ni la recuperación económica”.

María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham. | Foto: Semana

Los conceptos del Dane

Si la productividad de todos los factores tiene que ver con el resultado de la economía, la productividad laboral por hora trabajada atañe más al empleado, lo que lleva a que la CUT reclama que sea lo que se tenga en cuenta.

“La productividad laboral por persona empleada se entiende como la suma de la productividad total de los factores más la contribución del capital por persona empleada (el cual mide la eficiencia del uso del capital por persona empleada) más la composición laboral más el crecimiento de las horas medias trabajadas (que mide la relación entre horas trabajadas por persona ocupada)”, explicó la directora de la entidad en la mesa de concertación de política salarial.

Mesa de negociación del salario mínimo. | Foto: Fotos suministradas por el Ministerio del Trabajo.