La aseguradora española Mapfre, que llegó a Colombia desde 1984 tras la compra de Seguros Caribe, tomó la decisión de convertir al país en la punta de lanza para su estrategia de crecimiento en Centro y Suramérica. Para ello, en este año tiene previsto invertir en proyectos encaminados en fortalecer las relaciones con sus grupos de interés, mejorar su portafolio en productos de vida y su eficiencia operativa.
Rafael Prado González, nuevo CEO de la aseguradora para Colombia y quien venía de la operación en Perú, junto a Antonio Huertas, presidente mundial de Mapfre, quien estuvo de visita en el país, señalaron que los seguros son una actividad no solo comercial, sino también social, pues permiten protegerse ante diversos riesgos, que en caso de materializarse, pueden implicar una ruina financiera. Pusieron el caso de la creciente siniestralidad derivada del cambio climático, que, respecto a América Latina, tiene una muy baja cobertura en seguros. De hecho, estiman que en los últimos cinco años la media de siniestros climatológicos ha sido de 120.000 millones de dólares y apenas el 20 % de los habitantes de la región tienen coberturas para estas tragedias naturales, que en muchos casos no solo destruyen viviendas, sino que llevan al cierre de empresas o zonas que nunca logran recuperarse, con su respectivo impacto económico y social.
También resaltaron las amenazas asociadas a los ciberataques, los cuales están incrementando en frecuencia. A pesar de ello, las empresas continúan mostrando resistencia a protegerse contra este tipo de eventualidades.
Ambos directivos destacaron que Colombia es un país con un alto conocimiento técnico en seguros, pero que tanto en este como en otros mercados es necesaria la confianza para que cada vez más gente se asegure. “Se puede cubrir con seguros lo que se puede prever, por eso esta actividad requiere de una economía previsible”, puntualizaron y dijeron que Colombia hasta ahora ha tenido esa estabilidad.
No obstante, señalaron que la reciente subida del llamado riesgo país no es mala per se, mientras se tengan soluciones para corregirla, pero que lo que no puede pasar es que en Colombia permanentemente se esté pagando más siniestros por las revueltas sociales.
Opinaron que, si bien Colombia es uno de los países mejor preparados para abordar las transiciones energética y digital, no le sirve crecer a niveles de 1 % o 1,3 %. ”Eso es completamente insuficiente. Es economía de subsistencia y se tienen que preparar planes más transformadores para que se pueda acelerar el paso. Es un plan a 15 o a 20 años, con fases de 2 a 5 años”, indicó Huertas.
Los dos directivos de Mapfre también se refirieron al pago que realizaron por 983 millones de dólares a Hidroituango por la póliza ‘Todo Riesgo Construcción’ que tenía el megaproyecto tras los problemas y retrasos que presentó. Para los directivos de la aseguradora española este proceso indemnizatorio fue todo un éxito y una prueba de la utilidad de los seguros, así mismo destacaron que lograron aglutinar a un grupo de entre 10 y 12 reaseguradoras mundiales para apalancar este pago.
Mapfre tiene presencia en 19 ciudades del país con 700 colaboradores, 88 oficinas y 1.950 intermediarios. En 2022 logró afianzar su operación con más de 1,6 millones de clientes y un incremento en primas del 12,6 %.
Para este año, prevé terminar con primas superiores a los 2 billones de pesos, un crecimiento de más del 15% y un alcance de 1,8 millones de clientes, con el fin de consolidarse dentro del top 5 del mercado asegurador nacional.
Las cifras de Fasecolda indican que las 46 aseguradoras que operan en el país reportaron primas por 24,1 billones de pesos en el primer semestre de 2023, 22,2 % más que un año atrás. Sura Vida, Alfa Vida y Bolívar Vida (todas colombianas) son las de mayor facturación, cada una con primas por encima de 1,7 billones de pesos. Mapfre se ubica como la primera aseguradora de origen internacional con 968.000 millones de pesos.