En medio de una marcada desaceleración, el sector automotor colombiano enfrenta un panorama preocupante. Según datos del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt) y cálculos de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), las matrículas de vehículos registraron una caída del 38,1 % durante el mes de junio, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este descenso representa la mayor disminución mensual en lo que va del año y refleja los desafíos que enfrenta la industria.
Durante junio, se matricularon un total de 14.435 unidades de vehículos nuevos, una cifra significativamente menor en comparación con las 23.323 unidades registradas en junio del año pasado. Esta disminución en las matrículas de vehículos 0 KM contrasta con el comportamiento positivo que se ha observado en otros países de América Latina en los primeros meses del año.
La desaceleración del sector automotor colombiano no es un fenómeno reciente. Desde agosto de 2022, las matrículas de vehículos han experimentado una disminución sostenida. Para el primer semestre del 2023, se ha consolidado una caída del 26,6 %, alcanzando un volumen total de 90.869 unidades. Esto implica una reducción de 32.980 unidades, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Los análisis de estacionalidad realizados por Andemos, utilizando las cifras del primer semestre, proyectan un mercado de 198.410 unidades, al cierre del 2023. Sin embargo, los últimos 12 meses han mostrado un comportamiento atípico en relación con la estacionalidad, lo que sugiere que las cifras finales del año podrían situarse por debajo de las 190.000 unidades.
La encuesta de opinión del sector automotor, adelantada por Andemos, revela que diversos factores están afectando el desempeño del mercado. Entre ellos, se encuentra la desaceleración económica, la disminución en los índices de confianza del consumidor, la tasa de cambio, los precios, la inflación, el acceso al crédito y las tasas de interés. Estos elementos han influido en la toma de decisiones de los consumidores y han impactado negativamente en las ventas del sector.
Además, el sector automotor también se enfrenta a desafíos coyunturales. Las demoras en los trámites de certificaciones de emisiones (CEPDs) han afectado negativamente a la industria. A partir del próximo mes, se suma la incertidumbre sobre el impacto de la entrada en vigor del reglamento técnico de llantas. Esta situación ha generado una alta preocupación entre los empresarios del sector, quienes temen que estos factores contribuyan aún más a los problemas estructurales de demanda que enfrenta la industria.
Es importante destacar el papel clave que desempeña el sector automotor en la economía colombiana. Según un estudio presentado por Andemos en 2022, esta industria aporta 160 billones de pesos en valores agregados encadenados, incluyendo 35,5 billones de pesos en recaudos directos e indirectos para el Estado.
Además, genera más de 400.000 empleos directos e indirectos, principalmente en las actividades de comercio e industria. Por lo tanto, una contracción en las ventas de vehículos tiene efectos negativos en toda la cadena de actividades relacionadas, debido a su impacto multiplicador en los modelos de valores agregados encadenados, el empleo y el recaudo del Estado.
Ante esta situación, Oliverio García, presidente de Andemos, ha hecho un llamado urgente al Gobierno nacional para que brinde apoyo en los procesos de trámites y certificaciones. Es fundamental evitar que estos obstáculos se sumen a los problemas estructurales de demanda que enfrenta actualmente el sector automotor.
“El apoyo gubernamental en este aspecto podría contribuir a impulsar la industria y a mitigar los efectos negativos que se están evidenciando en el mercado”, indicó este vocero gremial, quien recordó que el 2023 no ha sido un buen año para este sector.
Con esto, queda claro que el sector automotor colombiano despide el mes de junio con números en rojo y una preocupante caída en las matrículas de vehículos. La desaceleración económica, la disminución en los índices de confianza del consumidor y otros factores han impactado negativamente el desempeño del mercado.
Además, los obstáculos coyunturales, como las demoras en los trámites de certificaciones y la incertidumbre sobre el reglamento técnico de llantas, generan inquietud en los empresarios del sector. Es necesario que el Gobierno nacional brinde apoyo y agilice los procesos administrativos para mitigar los efectos negativos y fomentar la recuperación del sector automotor, que desempeña un papel fundamental en la economía colombiana.