La calidad es uno de los componentes más importantes para que las MiPymes colombianas aumenten su productividad interna, puesto que esto les permite reducir los defectos en productos o servicios, reducir costos y tener mayor sofisticación para competir en el mercado, entre otros beneficios.
Sin embargo, tener o aumentar los estándares de calidad para lograr una mayor productividad, no es algo que se logra hacer de la noche a la mañana. Se trata de un proceso de “errores y aciertos”, en el que las empresas deben trabajar constantemente para obtener los mejores aprendizajes, con los que puedan aplicar los correctivos necesarios que contribuyan a aumentar las ventas, a partir de una mejora en el nivel de satisfacción del cliente final.
De acuerdo con datos de la Encuesta de Desarrollo e Innovación Tecnológica (EDIT), del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), el 6,3% de las empresas manufactureras tienen certificaciones de calidad y tan solo el 3,1% tienen calidad de producto.
A esto se le suma un análisis de Colombia Productiva, que señala que el 83% de las MiPymes tiene alta variabilidad en la calidad final que entregan de productos o servicios por falta de procesos estandarizados y el 50% de las pequeñas empresas “no tienen control de procesos y no conocen sus costos de no calidad”. Por lo que esta entidad, adscrita al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, destacó seis aspectos a tener en cuenta las micro, pequeñas y medianas empresas colombianas, para que estas puedan fomentar una mayor productividad interna.
En primer lugar, es importante que se defina una visión empresarial, donde se tenga en cuenta el mercado al que la empresa quiere llegar. “Con esta visión, se pueden establecer las necesidades o expectativas en esos mercados, clientes o consumidores finales. Considere cuáles son esos vacíos en el mercado y cómo su empresa entra a satisfacerlos”, señaló.
Seguido, es necesario que se conozcan los estándares de calidad en conformidad con la visión empresarial. Según hallazgos de Colombia Productiva, 3 de cada 4 empresas desconocen si sus procesos productivos cumplen requisitos para acceder a un mercado.
“Por eso, basado en la visión, identifique cuáles son los estándares y normas de calidad que requiere ese mercado o nicho que quiere alcanzar. Priorice las que son de cumplimiento obligatorio para sus objetivos, así como las opciones voluntarias que son exigencia de sus clientes”, apuntó.
Como tercera recomendación, se encuentra la definición de un plan estratégico de los procesos internos. Aquí se aconseja comenzar, en lo posible, por la implementación de sistemas de gestión de calidad. “Recuerde que no se debe limitar a señalar los procesos de las áreas operativas; también debe tener en cuenta todas las demás ramas, incluso la de finanzas y recursos humanos”, dijo la entidad.
Y agrega: “La correcta articulación de las áreas tiene una alta incidencia en los indicadores de productividad. Esta observación no debe ser solo documental, debe permitir identificar esos procesos susceptibles de mejora, aquellos que se deben fortalecer o incluso eliminar”.
En esa misma línea, es importante estandarizar los procesos y esto se logra cuando se tenga establecida la planeación estratégica. El objetivo de este paso es alcanzar la eficiencia de los procesos de la empresa y que el desarrollo de productos y servicios cumpla los requerimientos del mercado.
Al respecto, advierte Colombia Productiva, 6 de cada 10 empresarios no entregan a tiempo a sus clientes ni saben cuánto tiempo gastan produciendo un bien.
Con base en lo anterior, el siguiente consejo es el de establecer indicadores, según los intereses y los objetivos de la compañía. Con esto se podrá determinar con evidencia si se logró el resultado esperado.
“Tenga en cuenta que los indicadores de su empresa pueden variar al compararse con otra empresa del sector. Por eso, identifique los que son relevantes y haga un seguimiento permanente de ellos”, indicó.
Y, finalmente, se recomienda revisar constantemente las operaciones, debido a que los procesos de gestión de calidad, además de requerir planificación, también necesitan verificación frecuente, con el ánimo de que haya una mejora continua que supere la eficiencia inicial.