El conglomerado japonés SoftBank Group anunció que prepara la salida a Bolsa del fabricante británico de microprocesadores Arm “dentro del año fiscal que finaliza el 31 de marzo de 2023″, después del fracaso de la venta de la compañía a la estadounidense Nvidia por 40.000 millones de dólares ante las presiones de los reguladores.
En un comunicado conjunto, SoftBank Group y Nvidia anunciaron su decisión de dar por terminado el acuerdo para la venta de Arm a la estadounidense, pactado en septiembre del año 2020 y que debía completarse en marzo de 2022, “debido a importantes desafíos regulatorios” que impiden la consumación de la transacción.
Como consecuencia de la decisión de dar marcha atrás a la adquisición de Arm y, según las condiciones pactadas entre las empresas, SoftBank Group se quedará con los 1.250 millones de dólares pagados por adelantado por Nvidia y que contabilizará como beneficio en el cuarto trimestre de su año fiscal, mientras que Nvidia conservará su licencia de 20 años de duración con Arm.
El pasado mes de diciembre, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos presentó una demanda para bloquear la adquisición de Arm por Nvidia al considerar que el acuerdo planteado daría a una de las compañías de chips más grandes del mercado el control sobre la tecnología y los diseños informáticos en los que confían empresas rivales para desarrollar sus propios microprocesadores.
El procedimiento abierto en Estados Unidos se sumaba así a las preocupaciones mostradas por las autoridades del Reino Unido, donde el Gobierno solicitó en formalmente en noviembre de 2021 a la Autoridad de los Mercados y la Competencia (CMA, por sus siglas en inglés) que abriera una investigación en profundidad en relación a las implicaciones para la seguridad nacional de la compra de Arm por parte de Nvidia.
Asimismo, el pasado mes de octubre, la Comisión Europea anunció la apertura de una investigación en profundidad sobre la compra para aclarar si la operación podría dañar la competencia en el espacio económico europeo al restringir el acceso de otros competidores a la tecnología de Arm.
“Arm tiene un futuro brillante y continuaremos apoyándolos como un licenciatario en las próximas décadas”, dijo Jensen Huang, fundador y consejero delegado de Nvidia. “Aunque no seremos una empresa, nos asociaremos estrechamente con Arm”, añadió.
De su lado, SoftBank Group anunció que, tras el colapso de la venta de Arm a Nvidia, ha comenzado, junto con la empresa británica, los preparativos para una oferta pública de la compañía “dentro del año fiscal que finaliza el 31 de marzo de 2023″. En este sentido, la japonesa ha defendido que sigue pensando que la tecnología y la propiedad intelectual de Arm desempeñará un papel central en el desarrollo de la computación móvil y de la Inteligencia Artificial.
“Arm se está convirtiendo en un centro de innovación no solo en la revolución de la computación móvil, sino también en la computación en la nube, la automoción, el Internet de las cosas y el metaverso, y ha entrado en su segunda fase de crecimiento”, dijo Masayoshi Son, presidente y consejero delegado de SoftBank Group.
Cabe resaltar que el anuncio de la venta de Arm hizo que en su momento la acción de SoftBank en la Bolsa de Valores de Japón subiera más de 8,9 %, una de las acciones que más incrementó en los mercados bursátiles del continente asiático. ARM fue fundada en 1990 en Inglaterra y actualmente es una compañía especializada en el desarrollo de microprocesadores, en especial aquellos necesarios para los teléfonos inteligentes. Parte de su negocio también incluye chips para distintos productos tecnológicos.
Con información de Europa Press.