Los capítulos finales de la situación de Viva Air ya están comenzado a escribirse luego de la difícil situación que tuvo que pasar el personal de trabajo de la compañía y los usuarios, pues en la mañana de este 29 de junio la Superintendencia de Sociedades informó que fue decretada la apertura del proceso de liquidación judicial de la sociedad Ultra Air S.A.S, como consecuencia de lo manifestado por la compañía sobre la no conveniencia de continuar con el proceso de reorganización que había iniciado ante esta entidad.

Las compañías sufrieron una debacle que afecta a miles de pasajeros. | Foto: Cortesía a SEMANA

“La empresa indicó que frente a la imposibilidad de cerrar acuerdos de financiamiento que le inyectara nuevos recursos, no logró obtener el capital necesario para reiniciar sus operaciones, situación que derivó en la terminación de los contratos celebrados con proveedores estratégicos y los de arrendamiento financiero sobre los aviones”, manifestó en un comunicado de prensa el ente de control.

El proceso de liquidación judicial se adelantará conforme a lo establecido en la Ley 1116 de 2006, dentro del cual los acreedores deberán presentar sus reclamaciones ante el liquidador, quien elaborará el inventario valorado de activos y la determinación de los pasivos para aprobación del Juez del Concurso.

Superintendente de Sociedades Billy Escobar Pérez | Foto: Supersociedades

Frente a esto, el Superintendente de Sociedades Billy Escobar Pérez manifestó: “En la Superintendencia estamos atentos para adoptar oportunamente las decisiones que busquen la recuperación de las empresas viables, así como su liquidación pronta y ordenada con el fin de proteger a los trabajadores y acreedores, procurando que los bienes de los deudores continúen agregando valor dentro de la economía colombiana. Tal como lo anunciamos en su momento, si las circunstancias lo permiten procuramos el salvamento de las empresas, pero ante situaciones insalvables adoptaremos las decisiones que se requieran sin dilación alguna como en este caso, en su independencia, lo ha determinado el señor juez de la causa”.

Cabe recordar que las aerolíneas de bajo costo que operaban en Colombia manifestaron su preocupación para continuar prestando sus servicios. A comienzos de marzo, Ultra Air le pidió ayuda al Gobierno nacional para seguir operando.

En ese momento, Ultra Air manifestó que seguía operando y defendiendo la democratización de la industria aérea colombiana, pero que se han visto muy afectados por la situación económica.

“Como lo hemos manifestado en diferentes ocasiones ante los medios de comunicación y entes gubernamentales, la situación de la industria aérea es compleja dado los incrementos en los costos del combustible, la tasa de cambio, la inflación y la incertidumbre ante la suspensión de operaciones del operador del 25 % del mercado”, indicó la compañía en un comunicado de prensa.

Sin embargo, tiempo más adelante decidieron irse a tierra sin saber cuándo podrían volver a los cielos colombianos. En la mañana del jueves 23 de marzo, pasajeros de Ultra Air reportaron demoras y cancelación de sus vuelos y, posteriormente, la misma aerolínea manifestó que no venderían más tiquetes en Colombia desde ese jueves hasta el 30 de abril.

Aclaró, además, que si bien se suspendieron las ventas, a los usuarios que tuvieran reservas programadas en las fechas mencionadas, se les cumpliría el itinerario; al tiempo que indicó que cualquier novedad sería notificada por los canales de información de la compañía.

Durante el tiempo que funcionó, la aerolínea transportó más de dos millones de pasajeros, conectó las principales ciudades del país, ganó más del 8 % de participación del mercado aéreo colombiano y generó más de 1.200 puestos de trabajo directos e indirectos.

Situación en el aeropuerto El Dorado tras el cierre de la aerolínea de bajo costo Ultra Air | Foto: Guillermo Torres Reina

En días pasados, la aerolínea indicó que con la decisión de haber suspendido operación, pierden todos, pierden los pasajeros, los inversionistas, la banca, las agencias, los proveedores, los empleados, el turismo, que es una bandera para este Gobierno, la industria y, sobre todo, el país, al perder sus aerolíneas de bajo costo y la competencia en favor de los clientes.

“Pierden aquellos que sueñan con poder viajar más, pierde la cadena del sector turismo: la ciudad destino que estaba recibiendo un mayor volumen de visitantes gracias a tarifas competitivas, sus hoteles, restaurantes, los lancheros, los artesanos y hasta los vendedores ambulantes”, indicó William Shaw, CEO de Ultra Air, en su momento.