En su carrera en el fútbol, como jugador y dirigente deportivo, Eduardo Pimentel ha sido polémico y controvertido. En equipos como Millonarios y América se destacó por su vehemencia en el juego y su liderazgo en la cancha. En la dirigencia, al frente del Boyacá Chicó ha dado fuertes declaraciones sobre el manejo del fútbol colombiano.
Precisamente, como directivo, la Superintendencia de Sociedades lo multó por no revelar el control respecto al Deportivo Boyacá Chicó Fútbol Club S.A., un tema fundamental en el manejo del gobierno corporativo de las compañías.
“La Superintendencia de Sociedades declaró al señor Eduardo Pimentel Murcia como controlante de la sociedad Deportivo Boyacá Chicó Fútbol Club S.A., durante el período comprendido entre el 1° de marzo de 2021 y el 9 de marzo de 2023, en los términos de los artículos 260 y 261 del Código de Comercio y le impuso una multa por valor de dieciséis millones novecientos mil pesos M/cte ($16.900.000), por no revelar la situación de control en el registro mercantil de acuerdo con lo señalado en el artículo 30 de la Ley 222 de 1995″, dijo la entidad en un comunicado.
Calificó este caso como “especialmente significativo” dentro del contexto de las empresas familiares. ¿Por qué? La entidad explicó que, aunque los hijos eran los accionistas titulares de la mayoría accionaria, “el señor Eduardo Pimentel Murcia conservó el máximo poder decisorio, debido al usufructo que le fue otorgado, en los términos del artículo 412 del Código de Comercio. Si los padres mantienen la capacidad de imponer decisiones en los máximos órganos sociales, a pesar de no tener la propiedad de las acciones, deben solicitar la inscripción del control en el registro mercantil”.
Al respecto, el superintendente de Sociedades, Billy Escobar Pérez, destacó que “uno de los pilares del gobierno corporativo es la transparencia en la información, por lo cual resulta relevante que se publicite la identificación de las personas que controlan a las empresas”.
Adicionalmente, señaló “dentro del programa de supervisión a los clubes con deportistas profesionales que funcionan como sociedades anónimas, la entidad está realizando visitas para verificar que operen dentro de los principios del buen gobierno y generen confianza para los diferentes grupos de interés que interactúan con ellas.”
Según el portal Futbolred, Pimentel ya tiene, también, operaciones en el fútbol de la región: fundó el Chicó de Guyana que juega en la segunda división de Venezuela y llegó a un acuerdo para hacerse cargo del club paraguayo, Club Sport Colombia, que juega actualmente en la primera división B Metropolitana de ese país, citando al periodista Mariano Olsen.
Como jugador, Pimentel se destacó por su temperamento y polémicas en la cancha y ha sido uno de los jugadores que más tarjetas rojas recibió en el torneo colombiano: 33.
Se retiró en 1997 de la actividad profesional como jugador, pero en 2001 volvió como dirigente, al diseñar y sacar adelante el proyecto del Chicó Fútbol Club y apenas dos años después, logró el ascenso a la primera división. No solo fue dirigente deportivo, también se desempeñó como director técnico del club y por su posición política ha generado controversias.
Con cifras a 2022, la SuperSociedades reveló el informe de Comportamiento Financiero de los 35 Clubes de Fútbol Colombiano, que reflejó un balance financiero positivo, donde se obtuvo un incremento de sus ingresos de actividades ordinarias del 34,5% y unas utilidades de $70,6 mil millones de pesos de manera general.