El sector salud enfrentó este 28 de mayo una nueva controversia por cuenta de la decisión de una de las empresas integrantes más importantes en el sistema. Sura EPS anunció su retiro oficial del sistema, luego de prestar el servicio por décadas a un total de 5 millones de pacientes, que ahora no saben qué pasará con la atención y sus servicios de salud.
Para nadie es un secreto que, desde su inicio, el Gobierno Petro ha intentado sacar del juego a las Empresas Promotoras de Salud (EPS), que son entidades de carácter privado que se encargan de recibir los giros del Gobierno, que son aportes de salud de los cotizantes, y con estos recursos garantizar la prestación de citas médicas, urgencias, exámenes, cirugías, ambulancias y otros procedimientos.
La reforma a la Salud, que se cayó en el Legislativo hace algunos meses, proponía establecer un giro directo a la Adres, para que esta a su vez gestionara los recursos en Salud. Esta decisión sacaría del juego a las EPS, quienes son las que actualmente gestionan el dinero y lo redistribuyen para garantizar el servicio. El Gobierno quería volver a las EPS, gestoras de salud, lo que reduciría sus funciones sustancialmente dentro del sistema.
No solo cayó Sura: Compensar y Sanitas se ahogaron durante el Gobierno Petro
El declive de estas 3 EPS inició hace poco más de un año, cuando empezaron a ver un fuerte rezago en sus finanzas y en la viabilidad operativa, tras registrar tres problemas principales. Es preciso aclarar que ninguno fue abordado por el Gobierno, por lo que la negligencia del Ejecutivo fue lo que agudizó la crisis. Muchos califican las decisiones del Ministerio de Salud como pañitos de agua tibia en medio de un incendio.
El valor de la UPC fue el principal problema, pues este era insuficiente para garantizar la prestación de las empresas en el plan de beneficios en Salud. En una carta firmada por las 3 empresas, Sura, Compensar y Sanitas, en agosto del 2023, estas expusieron la inviabilidad operativa de las empresas de salud, tras un reajuste insuficiente en la UPC (Unidad de Pago por Capitación), que es el dinero que entrega el Gobierno a las EPS, proveniente de los recursos de los cotizantes del sistema, y con el que las EPS funcionan normalmente.
Así fue el caso de cada una de las 3 EPS. Acá lo resumimos:
EPS Sanitas, la primera en entrar en crisis en el sistema (5,6 millones de usuarios)
Un primer golpe al sistema se dio luego de que la Superintendencia de Salud decidiera intervenir y ordenar la toma de posesión inmediata de bienes, haberes y negocios y la intervención forzosa para administrar la EPS Sanitas, al registrar varios hallazgos, como por ejemplo la debilidad en el cumplimiento de los estatutos y organización de la entidad, además del cumplimiento del 25% en la prestación efectiva de servicios y tecnologías en salud.
Además de ello, también se registra la falta de pago a la red prestadora y proveedora de servicios y tecnologías en salud, además de un incremento progresivo en las reclamaciones de salud.
Tras la decisión, el grupo de origen español Keralty, presentó pocos días después de la intervención, una denuncia contra el superintendente de Salud colombiano, Luis Carlos Leal, asegurando que la intervención fue abiertamente ilegal y arbitraria, además de desproporcionada y discriminatoria.
Además de ello, también se pronunció la Procuraduría, que abrió una investigación contra el funcionario, tras evidenciar presuntas irregularidades en la toma de posesión e intervención forzosa administrativa de la EPS.
Compensar, la segunda EPS que se cayó en el sistema (2,3 millones de usuarios)
Al día siguiente de la intervención de Sanitas, la EPS Compensar solicitó formalmente a la Superintendencia de Salud el retiro y liquidación voluntaria de su programa de EPS del sistema de salud colombiano, luego de 30 años de prestar el servicio a millones de usuarios en el país.
La entidad promotora de salud aseguró que la decisión se debe a la compleja situación financiera que atraviesa el sistema de salud, hecho que afectó considerablemente la viabilidad de Compensar EPS, al punto de no permitirles ofrecer y garantizar el servicio a sus afiliados en las condiciones de calidad y oportunidad que caracteriza a la compañía.
La carta presentada por la empresa asegura que la compañía contaba con cerca de 70 millones de actividades de salud realizadas cada año, con un equipo humano de más de 1.700 colaboradores, 3.800 IPS y 7.800 profesionales de la salud. Además, registraban cerca de 15.000 partos anuales.
EPS Sura, la última en caer en el sistema (5,7 millones de usuarios)
Durante este 28 de mayo, la empresa, que cuenta con cinco millones de afiliados, citó a medios a una rueda de prensa a las 10 de la mañana para revelar su nueva movida. La empresa presentó un Programa de Desmonte Progresivo ante el Gobierno nacional, con el fin de retirarse del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
La solicitud de autorización fue radicada hoy ante la Superintendencia Nacional de Salud. Esto significa que la empresa buscaría retirarse del sistema de salud colombiano. En pocas palabras, dejaría de prestar sus servicios a los millones de pacientes que atiende a diario.
Sura asegura que la situación del sistema de salud ha sido un problema histórico en el país. Sin embargo, en los últimos años los recursos asignados por los gobiernos de turno no han sido los suficientes para garantizar la prestación del servicio.
Dichos problemas estructurales acarrearon que EPS Sura no pudiera cumplir con el indicador de patrimonio adecuado. Entre 2022 y 2023, se registraron pérdidas netas por más de 360.000 millones de pesos.