Aunque tiene presencia directa en Colombia desde 1961, así como marcas muy reconocidas como Scotch-Brite, Post-it o Micropore, 3M fue una de las multinacionales que más personas relacionaron con las medidas para combatir la pandemia del coronavirus, dado que sus tapabocas N95 se convirtieron en los más demandados en el mundo para evitar el contagio.
Luis Palenque, presidente y director general de 3M para la Región Andina, confirma que los N95 han sido uno de sus negocios más grandes en el país, inicialmente como dotación de seguridad industrial y luego para la contención de la covid-19. El problema es que al ser unos respiradores que retienen al menos 95 por ciento de partículas de 0,3 micras que están en el ambiente se les considera los que más protegen y, por eso, su demanda se disparó.
“Fue una situación retadora para todas las compañías que producimos los N95, que son los que cumplen con la norma americana (lo que cumplen la norma china son los KN95), pues teníamos dificultades para atender el mercado de manera óptima, afortunadamente logramos mantener surtido al sector salud y luego ya pudimos producir para todos los clientes”, explica este ejecutivo boliviano, quien en Bogotá, desde marzo de 2020, está al frente de las operaciones de 3M en Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y Paraguay.
Desde finales de 2020, 3M (nombre que es la abreviación Minnesota Mining and Manufacturing Company) se ajustó para producir 2.000 millones de respiradores N95 a nivel global, que es casi el triple de su producción de 2019.
Pese a lo anterior y debido a la elevada demanda, también empezaron los problemas de falsificación de los tapabocas N95, ante lo cual la respuesta de la empresa fue una campaña por medios y redes sociales, en la que además les enseñaban a las personas sobre los tipos de tapabocas y sus respectivos usos. Simultáneamente, empezaron a aparecer más productores, lo que reguló el mercado.
“Fue un proceso de cambio de hábitos que nos ha enseñado muchas cosas y que nos llevó a insistir en nuestra apuesta por la innovación en otras áreas de la salud como equipos respiratorios que ayudan a filtrar el aire, en los cuales trabajamos en alianza con Ford, al tiempo que trabajamos con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en una plataforma de muestras para detección de covid más rápidas y eficientes”, comenta Palenque.
Industria no muy diversificada
Pese a la explosiva demanda por los N95, la operación de 3M en Colombia no fue ajena a los coletazos de la pandemia, pues sus ventas de 2020 fueron de 348.674 millones de pesos, 10,3 por ciento inferiores a las de 2019. Este año, sin embargo, el negocio ha vuelto a tomar ritmo y Palenque indica que ya registran un crecimiento de entre 3 y 4 por ciento con respecto a 2019. “Mantenemos el optimismo, pues creemos que el país ha aprendido a manejar las olas de contagios”, dice.
Con 250 empleados, una fábrica y un centro de entrenamiento, la operación colombiana es la tercera o cuarta de 3M en América Latina, pero Palenque cree que es la de mayor perspectiva de crecimiento, pues aún tienen espacio para crecer con muchos de sus productos, dado que la matriz industrial del país no está suficientemente diversificada.
Una de las apuestas de 3M es que 30 por ciento de sus ventas sean de productos que no tengan más de 5 años de creados, por eso invierten entre 6 y 7 por ciento de sus ingresos globales en investigación y desarrollo. Esto implica tener un equipo de más de 6.000 investigadores entre científicos e ingenieros. En Colombia entre 10 y 12 por ciento de la nómina está dedicado a la investigación.
Precisamente, el interés de 3M por la ciencia los llevó desde hace cinco años a patrocinar el estudio anual State of Science Index Survey, que lo hace un tercero y que busca evaluar el estado de la ciencia en el mundo. En 2021 por primera vez incluyó a Colombia y descubrieron que a medida que la atención se enfoca en las vacunas contra la covid-19, los colombianos confían en la ciencia para restaurar sus vidas y avanzar hacia la recuperación. El 94 por ciento de los encuestados reconoce que los científicos son actores indispensables para el bienestar futuro a raíz de la pandemia, así mismo, 63% de los colombianos comentaron estar de acuerdo en que los jóvenes están más comprometidos que nunca con temas relacionados con ciencia frente a 69 por ciento de los encuestados a nivel mundial.
Por otra parte, 76 por ciento de las personas que respondieron el estudio en Colombia considera que –a raíz de la pandemia-, los científicos y médicos están inspirando a las nuevas generaciones a que estudien una carrera relacionada con la ciencia frente a 62 por ciento de los participantes a nivel mundial.