Una situación de deficiencia en el servicio de agua, alcantarillado y aseo venía teniendo la Isla de Providencia desde antes del paso del huracán Iota. Después del episodio climático, los problemas se agudizaron, por lo cual, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios decidió anunciar la toma de posesión de la Empresa de Servicios Públicos de Providencia y Santa Catalina, P&K S.A.S. E.S.P.

La toma de posesión anunciada iniciará de inmediato, según confirmó la superintendente Natasha Avendaño.

El objetivo es garantizar la prestación del servicio a los ciudadanos, en un contexto en el cual, la entidad de control considera que la empresa prestadora no tenía la capacidad para operar los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo que requieren los habitantes de la isla, más la cantidad de personas que están allí, en labores de reconstrucción.

Puntualmente, de acuerdo con lo expresado por Avendaño, había deficiencia en las presiones de la red de acueducto; inadecuada prestación del servicio de alcantarillado y manejo deficiente de basura.

De acuerdo con lo señalado por la Superservicios, la empresa prestadora “no tiene la capacidad estructural y financiera para operar y garantizar los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo a los habitantes de Providencia y Santa Catalina, con la debida calidad, cobertura y continuidad”.

Se trata de dos municipios que están ligados a la prestación de los servicios públicos que ofrece la empresa, la cual venía presentando deficiencias recurrentes en aspectos técnicos, operativos, administrativos y financieros.

La Superservicios considera que se pone en riesgo la prestación del servicio en un momento en el que, además, hay mayor demanda de la habitual.

Cadena de incumplimientos

A la deficiente prestación de los servicios se suma el hecho de que la empresa mencionada por la Superservicios venía presentando incumplimientos normativos y regulatorios, al igual que un escaso recaudo de la tarifa, sin contar con la baja cobertura en acueducto y aseo en las zonas donde opera. En el caso del alcantarillado, la cobertura es casi nula.

¿Qué viene ahora?

La Superservicios estableció que el proceso de posesión se adelantará en un año, tiempo que, sin embargo, podría ser prorrogado, en caso de ser necesario.

“El esquema de prestación actual de P&K no es sostenible debido al bajo recaudo de la facturación, insuficiencia financiera, ausencia de permisos ambientales para la actividad de disposición final de residuos; así como dificultades para obtener los insumos y equipos necesarios para el tratamiento del agua, y las declaratorias de calamidad pública y urgencia manifiesta expedidos por la alcaldía de Providencia y Santa Catalina, tras el paso del huracán Iota”, expresó la superintendente Avendaño.

La empresa está sancionada

Con el paso del huracán Iota, luego del cual, el daño registrado en la infraestructura física de las islas por donde pasó, fue devastador: en el caso de Providencia, averió el 98% de la infraestructura; la Superintendencia señala que adelantó medidas de inspección, vigilancia y control.

Sin embargo, “no se evidenciaron mejoras en la prestación de los servicios, lo que nos llevó a tomar posesión de la empresa para garantizar a sus habitantes la efectiva prestación de los servicios públicos”, agregó Avendaño.

El papel de EPM

La superintendencia designó como agente especial de naturaleza jurídica a las Empresas Públicas de Medellín, EPM. Según Avendaño, “designamos a EPM para adelantar el proceso de intervención de esta empresa teniendo en cuenta que se requiere un direccionamiento técnico de alto nivel, que actúe en conjunto con el Gobierno Nacional para la reconstrucción de Providencia y Santa Catalina. El objetivo es atender las necesidades prioritarias de la comunidad, mejorando la prestación de los servicios en el menor tiempo posible”.

Lo que padecen los isleños

Charlie Archbold, un gestor cultural de Providencia, quien tiene un negocio de gastrobar en la isla, señala que hay una presión adicional sobre el servicio, el cual proviene de una represa que capta aguas lluvias. Además de los residentes, ahora hay alto flujo de personas, sin incluir el turismo que aún no se reactiva en su totalidad. Se trata de contratistas de entidades públicas y personal de la Policía y de otras entidades que adelantan labores en la zona después del huracán.

Cuando abren el suministro de agua, las personas se aprovisionan del líquido, almacenando para unos 15 días. En cuanto al servicio de aseo, según Archbold, en estos momentos está pasando dos o a veces 3 veces a la semana.