Cuando se cuenta con una geografía compleja como la de Colombia, con diferentes pisos térmicos y texturas duras y espesas, la distancia y la conectividad entre los sitios de producción y los puertos se hace interminable, por no decir imposible: 93 por ciento de la carga del país se traslada por vía terrestre, y deben cumplirse los tratados de libre comercio firmados con diferentes países.
Sin embargo, además de los viaductos, los túneles se convierten en las mejores alternativas de infraestructura que, fuera de acortar los tiempos de recorrido, bajan los costos de operación vehicular, traen un mayor bienestar para las comunidades aledañas, y mejoran la seguridad vial y la conectividad entre las regiones. “Sin dejar de mencionar que ofrecen a los corredores viales una reducción en el impacto ambiental y la estabilidad de la obra civil ante catástrofes”, sostiene Antonio José Rodríguez, presidente de la Asociación Colombiana de Túneles y Obras Subterráneas (Actos).
Ante esto, el país –el único de Suramérica al que lo atraviesan tres cordilleras de los Andes– decidió darles capital importancia a estas obras desde hace dos décadas cuando los Gobiernos de turno comenzaron a incluirlas en sus planes de desarrollo: no solo se han transformado las vías, sino que se contrataron cerca de 110 kilómetros de túneles.
Uno de ellos, quizás, el más controvertido y complejo por su difícil topografía, es el túnel de la Línea o del Cruce de la Cordillera Central, del que se empezó a hablar desde 1920, pues se comenzaron a definir los trazados de Calarcá a Cartago con la idea de acortar la vía Bogotá-Buenaventura. Pero, luego de varios intentos, solo hasta 2009 se le dio el encabezamiento necesario hasta lograr, después de casi 12 años de construcción, la entrega de la mayor parte de las 60 obras que lo componen: 30 kilómetros de doble calzada entre Cajamarca y Calarcá, 25 túneles (entre ellos el de II Centenario o Darío Echandía, que es el mismo de la Línea), 31 viaductos y tres intercambiadores viales, cuya inversión alcanzó 2,9 billones de pesos.
Según Juan Esteban Gil, director del Invías, “Este proyecto, del que se entregarán los trabajos pendientes antes de que culmine el primer semestre de este 2021, permitirá un ahorro, en costos de operación y logística, por más de 250.000 millones de pesos anuales, y conectará –de manera eficiente– el centro del país con los departamentos de Quindío y Valle del Cauca, por el que se traslada 30 por ciento de la carga de exportación”.
¿Qué tienen las concesiones?
Las 4G están compuestas por 29 proyectos distribuidos en tres ‘olas’ de contratos, que operan bajo el esquema de asociación público-privada (APP); de ellos, 20 son de iniciativa pública, y nueve, de iniciativa privada (IP). Su inversión en capital corresponde a un total de 43,8 billones de pesos, y la longitud en carreteras asciende a 4.936 kilómetros, incluidos 48 túneles.
Manuel Felipe Gutiérrez, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), dice que “en este 2021 se entregarán siete proyectos, y, en 2022, otros diez, para un total de 18, contando con el puesto en marcha en 2020. Valga decir que, al 30 de abril, el avance de las obras era de 55,29 por ciento, lo que representa una variación de puntos porcentuales de 39,20 respecto a agosto de 2018. Y, en el área de inversión, hemos inyectado a la economía cerca de 26,32 billones de pesos, lo que representa 55,46 por ciento del total de capex de estas concesiones (47,47 billones de pesos)”.
En el escenario de túneles, ya se culminaron dos: el de Irra, perteneciente al proyecto Pacífico 3, con una longitud de 450 metros; y el túnel 1 del proyecto Chirajara-Fundadores, del corredor Bogotá-Villavicencio, con 1.900 metros de longitud.
“De las concesiones 5G, que fortalecerán el multimodalismo o articularán los diferentes modos de transporte –carretero, férreo, aeroportuario y portuario–, se adjudicarán este año 14 de las 15 obras que integran la primera de las dos olas de contratos, con una inversión en capex de 21,85 billones de pesos. Estos proyectos ofrecen más de 62.000 empleos, especialmente, en las regiones en las que se ejecutan”, enfatiza Gutiérrez.
Con la entrada en vigencia de la Ley 1508 de 2012 o de la implementación de las APP, para la puesta en marcha de las 4G y 5G, “Colombia mejoró cuatro puestos en el pilar de infraestructura del índice global de competitividad. Mientras en logística, le ha permitido al Gobierno, con miras a 2030, reducir a 9,5 por ciento los costos logísticos de las empresas. Esto, teniendo en cuenta los estándares de la Ocde, cuya más reciente medición oficial en 2018 arrojó 13,5 por ciento en este indicador”, anota Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI).
Más inversiones estratégicas
No cabe duda de que la infraestructura es la respuesta al desafío de conectividad que vive actualmente Colombia, y, también, una apuesta desde el punto de vista económico, pues un aumento de la inversión de este sector equivale a 0,5 por ciento del PIB anual y aumenta la tasa de crecimiento económico en 0,8 puntos porcentuales cada año. Así lo sostiene un estudio realizado por Fedesarrollo, encomendado por la CCI. “En consecuencia, por cada peso invertido en este sector se generan 1,6 pesos de actividad económica”, argumenta Caicedo Ferrer.
Eso lo tiene claro el Ministerio de Transporte, que, en palabras de su líder, Ángela María Orozco, no solo mejora el nivel de producción y competitividad al producir mayores eficiencias en la movilización de productos, sino que también apoya a otros sectores, como el turismo, el comercio y los servicios.
“Ante esto, les estamos dando prioridad a 79 proyectos del programa Compromiso por Colombia, los cuales tendrán un impacto directo en todos los departamentos, ya que garantizarán la movilidad futura entre regiones. Estas obras, que estarán a cargo del Invías, están enmarcadas en la estrategia Vías para la Legalidad y el programa Concluir y Concluir, que se suman a la culminación de las 4G y el inicio de las 5G, por parte de la ANI”, establece la ministra.
Para el director del Invías, estos proyectos impulsarán la reactivación económica, ya que durante su desarrollo se generarán cerca de 105.000 empleos directos y más de 209.000 empleos indirectos.
“Con todo esto, Colombia pasará a tener un inventario de 250 túneles de carretera, de los cuales 200 se han venido creando durante los últimos diez años, entre ellos: 94 de las 4G, 32 de las 5G, y 75 que se adelantan mediante obra pública, con participación del Invías”, culmina Héctor Salazar, CEO del Grupo Geoandina.