SEMANA: ¿Desde Lili Pink que los motivó a explorar el mercado en Venezuela?
Mauricio Restrepo (M. R.): Como todos sabemos, Venezuela ha sido un país históricamente muy importante para todo el tema de Comercio. Digamos que los últimos años, por la situación sociopolítica del país, se redujo mucho nuestra relación comercial, el consumo y la presencia de las marcas, pero en este momento, con toda la situación sociopolítica favorable que se está presentando, Venezuela vuelve a ser un país de alto consumo, que se alinea mucho a los valores de nuestra marca. Por eso decidimos ir explorando desde hace más de seis meses.
Siendo sincero, nosotros teníamos la proyección para iniciar labores en Venezuela para finales de este año, pero gracias a la aceleración de los acuerdos entre los países, que se ha dado de una manera mucho más ágil, decidimos adelantar la apertura de nuestra primera tienda, hace más o menos dos semanas.
Entonces, definitivamente Venezuela es un país de alto consumo, es un país con unas posibilidades muy importantes y, sobre todo, es un país que ha tenido una recesión de alrededor de 15 o 17 años, entonces hoy, llegar con una marca de una propuesta de valor como la nuestra, va a ser muy importante.
SEMANA: ¿Qué riesgos han evaluado para iniciar operaciones en Venezuela?
M. R.: Como todo en la vida, todas las apuestas y más de nuevos mercados, hay riesgos. Lo mismo nos pasó en Guatemala, donde no habíamos estado nunca; con estas nuevas aperturas, lógicamente, la marca está mirando hacia un proceso de expansión internacional. Hoy tenemos operaciones en Colombia, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Ecuador y ahora estamos llegando a Venezuela, y queremos llegar a muchos otros mercados tanto de Centroamérica como de Latinoamérica.
Todas estas apuestas de alguna manera tienen riesgos, pero nosotros realmente estamos muy confiados porque ha habido una sequía durante muchos años de producto y de algunos ítems como la ropa interior y exterior. Estamos con una expectativa muy importante; claro, como en todo, existe un riesgo.
Lógicamente, estamos trabajando con un riesgo calculado. Nosotros vamos a abrir inicialmente ocho tiendas en Caracas este año, y dependiendo de cómo se vayan dando las situaciones sociopolíticas entre los dos países, iremos acelerando para el próximo año con un mayor número de tiendas, más o menos entre 18 y 20.
SEMANA: Ustedes ya tienen tres tiendas funcionando en Caracas…
M. R.: Sí, abrimos la primera tienda y el resto está en adecuación, vamos a tener tres tiendas y vamos a cerrar el año con siete más.
SEMANA: ¿Cuál fue ese proceso para abrir la primera tienda en Caracas?
M. R.: Primero estuvimos en compañía de una persona local, estuvimos viendo el mercado local, luego seleccionamos unos centros comerciales iniciales para hacer todo el proceso de apertura, y ya casi al final hicimos todo el modelo de contratación y de remodelación de acuerdo con los layouts de la marca. Entonces, las tiendas son absolutamente como las de aquí. Importamos los muebles, llevamos la ropa, llevamos todo lo que tiene que ver con el montaje de la tienda y todos esos elementos que hoy hacen parte del ADN de la marca.
SEMANA: Usted comenta que a final de año esperan contar con ocho tiendas en Venezuela, ¿qué espera Lili Pink de esa incursión en Venezuela?
M. R.: Nosotros le estamos apostando a, más o menos, una venta promedio de 20 mil dólares por tienda inicialmente. Vamos a tener ocho tiendas, la idea del año entrante es apostarle a unas 18 o 20 tiendas y, de acuerdo con la evolución, poder acelerar una mayor expansión.
SEMANA: Por ejemplo, en los temas de abastecimiento, de materias primas, de pagos y otras cosas, ¿hay algo en especial que les preocupe?
M. R.: Digamos que no, en este momento estamos desarrollando un modelo logístico importante para abastecer todo el mercado de Centro y Sudamérica, en donde hicimos una exportación directamente a Venezuela. La importación no tuvo ningún problema, parte de lo que de pronto a uno podría generarle incertidumbre, en su momento, era el tema inflacionario, pero en este momento ya la economía comercial del país está dolarizada. O sea, tú vas a cualquier comercio, sea supermercado o tienda, y encuentras que todos los precios de los productos están dolarizados. Esto significa que ya no hay esa labor logística de reetiquetar los productos a diario y que, en efecto, era uno de los impedimentos del mercado. Hoy, ya estando dolarizado, se quita ese problema y da una mayor tranquilidad de poder tener una mejor transferencia de precios.
SEMANA: ¿Qué planes tienen para abastecerse?
M. R.: Nosotros tenemos dos sistemas de abastecimiento. Tenemos uno local y uno de abastecimiento desde Oriente, donde hay unas plantas con alta tecnología. Aquí en Colombia producimos prendas de algodón, ya sean pantis, brasieres, pijamas y otros elementos como accesorios, pero digamos que los abastecimientos van a ser de acuerdo con las necesidades de producto desde alguno de los dos orígenes. Igual que en las demás tiendas.
SEMANA: ¿Qué les diría a esos empresarios que están buscando migrar un poco hacia Venezuela?
M. R.: Les diría que en este momento Venezuela es una oportunidad de oro. Ningún tipo de negocio está 100% garantizado, pero nosotros somos unos fieles creyentes de que entrando de primeros vamos a empezar a posicionar la marca, la gente va a ver que nosotros confiamos en el país y que ese consumidor también dice ‘oiga, esta marca fue de las primeras en llegar, volvió a creer en Venezuela, volvió a creer en la gente’. Estamos contratando y estamos generando empleo en Venezuela, entonces sin lugar a duda, quienes le apuesten hoy a la reapertura del mercado venezolano, tendrán un muy lindo negocio en el futuro.