En la actualidad, entre los niños, el uso de dispositivos electrónicos y la navegación en internet se han convertido en una actividad cotidiana, lo que los hace más vulnerables a los ciberdelincuentes y peligros en línea.
De acuerdo con datos del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), en Colombia el 60% de los niños y jóvenes entre 8 y 17 años utilizan internet todos los días y el 80 % de ellos tienen acceso a las redes sociales.
En tal sentido, es fundamental que los padres, cuidadores y educadores tomen medidas para prevenir que los niños sean víctimas de la ciberdelincuencia.
A nivel educativo
De acuerdo con un informe de Némesis, en plena cuarta revolución industrial y en una era en la que es imprescindible el uso de la tecnología, es clave incluir la ciberseguridad como materia educativa, fomentando desde la temprana edad práctica sobre el cuidado de riesgos al que se enfrentan, como el sexting, ciberacoso, suplantación de identidad y demás delitos y riesgos que se puedan encontrar a través de la red.
Igualmente, es clave enseñar a los niños a proteger su información personal, pues deben ser conscientes de que no se debe compartir información personal, como su nombre completo, dirección, número de teléfono o correo electrónico con personas desconocidas.
También deben aprender a identificar correos electrónicos sospechosos, mensajes de texto o llamadas telefónicas, y saber qué hacer si reciben una solicitud de información personal.
Es importante enseñar a los niños a proteger sus contraseñas. Deben saber cómo crear contraseñas seguras y complejas y nunca compartirlas con nadie.
También, deben ser conscientes de la importancia de cerrar sesión en cuentas cuando terminen de usarlas y de no guardar contraseñas en dispositivos compartidos.
Además, es importante que los niños aprendan a ser respetuosos en línea y a evitar el ciberacoso. Deben saber que cualquier forma de acoso, intimidación o discriminación es inaceptable, ya sea en línea o fuera de línea.
En el colegio
Carolina Mojica, gerente de ventas de Consumo para América Latina en Kaspersky, aseveró que los papás suelen publicar fotos de sus niños ingresando al colegio con imágenes que no cuidan tapar el nombre de la institución, escudo del uniforme, o con letreros que revelan el grado al que asisten, el nombre de sus profesores, así como de cosas tan personales como las asignaturas preferidas de los niños.
Desafortunadamente, todos estos son elementos que se entrega en “bandeja de plata” y que personas malintencionadas pueden utilizar para extorsionar a los padres de familia o que incluso puedan poner en riesgo la integridad física de los menores.
Además, a pesar de que los perfiles en Facebook o Instagram sean privados, las fotos que se comparten en Redes Sociales son públicas y por ello, pueden ser descargadas y compartidas para fines maliciosos.
Por ello es recomendable configurar bien los accesos que la lista de ‘amigos’ tiene a los contenidos, y solo otorgar acceso a información personal o sensible a personas fiables.
Igualmente, si bien compartir una foto de los niños es en muchas ocasiones algo divertido o motivo de orgullo, se exponen a que amistades, familiares o conocidos que tienen acceso a esas imágenes los molesten o incomoden en un futuro. Inclusive, se debe considerar que todo lo que se publica en Internet prevalece ahí para siempre, y cuando sean adolescentes podrían ser acosados por las fotos o datos que se publica de su infancia. Antes de compartir imágenes o información de los hijos, hay que pensar en su privacidad y si el hacerlo podría impactarlo negativamente más adelante.