El anuncio de Whatsapp sobre el cambio en sus políticas de privacidad generó una importante fuga de usuarios de la aplicación, quienes aseguran que estas violarán la privacidad de los mensajes enviados.
Ante a indisposición de los usuarios se generó un ola de descargas de servicios de mensajería emergentes como es el caso de Signal y Telegram, que prometen ser más privados y mantener la seguridad de los usuarios intacta.
A pesar de que Whatsapp anunció que retrasará la entrada en vigencia de las políticas nuevas para revisar el alcance, muchas personas decidieron migrar a otras aplicaciones y abandonar al gigante tecnológico propiedad de Mark Zuckemberg.
Si bien Signal y Telegram no son aplicaciones nuevas, es muy poco lo que se sabe de uso y de las ventajas y desventajas que tienen.
Uno de los elementos que tienen en común las dos aplicaciones es que ninguna de ellas pertenece a una gran compañía tecnológica. De hecho, Signal es propiedad de una organización sin fines de lucro mientras que Telegram pertenece a una empresa con fines de lucro, pero sin ser una compañía poderosa a nivel mundial.
Otra de las cosas que tienen en común las dos aplicaciones es que cumplen con todas las funciones estándar como los stickers, emoticones y transferencias de fotos y archivos, así como llamadas de voz y video.
Además, las dos aplicaciones son gratuitas y ofrecen versiones para descargar en AppStore y Google Play, es decir que se puede descargar en iPhone, iPad y Android y también tienen versiones de escritorio para PC con Windows, Mac o sistema Linux.
Funciones de privacidad
En cuanto a las funciones de privacidad, las dos aplicaciones tienen diferentes características.
En Signal todas las conversaciones están cifradas de extremo a extremo entre los dispositivos que ejecutan la aplicación, opción que está por defecto una vez se inicia la conversación.
Con esta opción, se impide que la empresa Signal Fundation, que está a cargo de la aplicación, pueda leer las conversaciones que hay entre los usuarios.
En Telegram hay una situación diferente: la aplicación no ofrece esta encriptación por defecto en las conversaciones de extremo a extremo, pero cuenta con una opción llamada “chat secreto” en la que sí se pueden enviar mensajes cifrados entre los dos dispositivos.
Sin embargo, esto solo aplica para conversaciones entre dos usuarios que efectivamente aplican la opción de chat secreto, pero no se puede poner en un chat de grupo.
A pesar de las faltas de cifrado de extremo a extremo, Telegram ha asegurado que para acceder a los mensajes de los usuarios requiere de varias claves de diferentes jurisdicciones por lo que hay confianza en cualquier intento de uso de información.
Por el contrario, los chats en grupo de Signal sí tiene encriptación y toda la información compartida en la conversación se mantiene privada para los miembros del grupo.
Las caras detrás de Signal y Telegram
Telegram es administrado y financiado por el multimillonario ruso Pável Dúrov, pero el lugar desde onde opera todavía es desconocido.
En un principio, Telegram nació como una aplicación de mensajería usada por manifestantes y disidentes para mantener sus conversaciones fuera del alcance de las autoridades, incluso se decía que era usada por criminales y extremistas.
Por su parte, Signal fue fundada por un investigador de seguridad que usa el nombre de Moxie Marlinspike y tenía un uso más especializado entre los investigadores del sector.
Sin embargo, un disidente de Facebook, Brian Acton decidió invertir US$50 millones para ayudar a su crecimiento. De hecho, logró consolidar una nueva interfaz con características que permiten competir más fácilmente con Whatsapp.
Ahora las dos compañías están pensando en cómo harán para financiar su crecimiento tan acelerado, teniendo en cuenta que millones de usuarios estarían migrando a ellas tras abandonar Whatsapp.