Este viernes 17 de febrero se conoció una buena noticia para los colombianos que viven en otros países y quieren hacer aportes para alcanzar una pensión en su vejez en Colombia y no podían hacerlo por culpa de la legislación y la falta de acuerdos que permitieran que esta alternativa de ahorro programado se pudiera realizar.
La Corte Constitucional de Colombia dio luz verde al “Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social (CMISS)”, que permite a los colombianos que cotizan en el exterior, acumular los tiempos laborados para acceder a pensiones de vejez, invalidez y sobrevivencia de origen común.
Esta noticia fue dada a conocer por el Ministerio del Trabajo, que aseguró que recibe con beneplácito este concepto dado por el alto tribunal a la Ley 2103 del 15 de julio de 2021, que beneficia a muchos connacionales que han migrado a los 15 países que forman parte de este convenio.
La ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, señaló que este paso se traduce en nuevas herramientas para que todos aquellos colombianos que viven en otros países puedan pensar en una jubilación en su país de origen y realicen aportes que ayuden a aumentar el flujo de capitales en los regímenes pensionales, privados o público, y de esta forma se fortalezca la protección a la vejez.
“Acogemos con alegría esta decisión de la Corte Constitucional, que va a permitir realizar los trámites formales ante la secretaría técnica de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), para que se inicie la aplicación del convenio en los 15 países que hacen parte del mismo”, indicó esta funcionaria.
Sobre el contenido del convenio, la Procuraduría General de la Nación anotó “que se ajusta a la Constitución Política en tanto permite el desarrollo del trabajo en condiciones dignas y justas, optimiza el principio de favorabilidad y contribuye a la consolidación del derecho a la seguridad social, especialmente, en lo referente a la observancia de los principios de eficacia, universalidad y solidaridad”.
Además, indicó que las disposiciones del tratado son acordes con las garantías laborales reconocidas en el artículo 53 de la Constitución, porque reconocen la importancia del trabajo y propenden por asegurar el mínimo vital de las personas que han desarrollado su vida productiva en distintos países.
Finalmente, la Procuraduría precisó que el tratado promueve la igualdad entre nacionales y migrantes, contribuye a la ampliación progresiva de cobertura y al acceso al sistema de seguridad social y protege a las personas mayores y a quienes se encuentran en situación de discapacidad.
¿Qué permite este nuevo convenio?
• Garantiza la igualdad de trato de los trabajadores iberoamericanos con independencia de la nacionalidad cuando trabajen en un país diferente al suyo.
• Admite la totalización de los periodos de cotización a pensión, acreditados en los distintos países que hacen parte del convenio; garantizándose la conservación de los derechos en curso de adquisición.
• Asegura la conservación de los derechos adquiridos, no perdiéndose las prestaciones por trasladarse a otro país.
• Permite la aplicación de las disposiciones más favorables al trabajador en el caso de que existan un convenio bilateral.
• Establece la colaboración administrativa y técnica entre las instituciones gestoras para facilitar la aplicación de los derechos de los beneficiarios.
• No modifica las legislaciones de los países, las coordina para evitar la pérdida de derechos contributivos.
Vale la pena destacar que el texto del “Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social (CMISS)”, fue admitido el 10 de noviembre de 2007, en Santiago de Chile, por la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado.
Una dura advertencia de la OIT
No hay vuelta de hoja. Colombia no tiene más remedio que hacer una reforma pensional, y tendrá que ser con un carácter estructural, tanto para cumplir con los parámetros que manda la Constitución, de volver al sistema más eficiente, universal y con el Estado direccionando la seguridad social, como para estar acorde con los estándares internacionales.
Esa es la conclusión que se desprende del informe presentado por la misión de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), que vino a Colombia a echar un ojo, con el fin de identificar lo que cumple el país y lo que le falta para poder ratificar el Convenio 102 sobre seguridad social.
Emparejando las cargas, de manera que la legislación nacional se acerque más a las exigencias del Convenio 102, el país daría un gran paso que abonaría el terreno para las reformas -laboral y pensional- que se alistan.
De hecho, la OIT argumentó que “el Convenio 102 puede servir de hoja de ruta para el proceso de elaboración de las reformas de los regímenes de seguridad social que Colombia tiene en curso, de manera que logren utilizar las normas mínimas internacionales como referencia”.