La cuota alimentaria o cuota de alimentos es el rubro que debe pagar un padre o una madre por la manutención de su hijo en Colombia. Dicha cifra se hace obligatoria en el momento en el que una pareja decide separarse y uno de los padres se queda con la custodia de los hijos.

Además de este escenario, también pueden ser beneficiarios de una cuota alimentaria los cónyuges, hermanos y hasta padres, dependiendo de cada circunstancia.

En el caso de los hijos, la ley tiene algunas disposiciones frente al valor de la cuota y los tiempos en los que se debe pagar esta. Entre los requisitos para pactar este valor se estipula que deben ser los fondos suficientes para cubrir los costos de alimentos y otros artículos necesarios para el menor, como vestuario, educación, salud, transporte.

Sentencia judicial. | Foto: James Brey

Así se calcula la cuota alimentaria para 2023

Un juzgado de familia es el encargado de definir la cuota de alimentos de los hijos, según lo consagrado en el Código de Infancia y Adolescencia. El portal abogados de familia Colombia, precisa que, aunque no existe un pago mínimo establecido, el contribuyente tendrá un ingreso mínimo de al menos un salario mínimo.

Este tribunal puede incrementar la cuota si detecta que el padre de familia puede aportar más dinero. Entre los factores que determina el juzgado, están los ingresos del padre, la edad del niño y las necesidades especiales que puedan tener.

Tenga en cuenta que, además de establecer el valor de la cuota, también se debe fijar el aumento para cada año, que puede ser a través del aumento del salario mínimo o de la inflación.

Si es a través del primero, esa cuota debió aumentar para 2023 un 16%. Si es con el IPC, esta debe ser ajustada cada mes, según el reporte del Dane. El más reciente informe dejó la inflación en un 11,78% para el mes de julio. Esa sería la cifra que se debería haber fijado.

Dinero colombiano, billetes de diferentes montos | Foto: SEMANA

¿Cómo se puede lograr un acuerdo de custodia?

El tema de la custodia compartida es muy común en un país como Colombia, donde cada año se tramitan unos 26.000 divorcios en promedio, según datos de la Superintendencia de Notariado.

Pero, más allá de las cifras, se trata de un proceso que puede llegar a resultar difícil y doloroso para todos los integrantes de la familia. En especial para los niños, si no se maneja adecuadamente por parte de los padres, si no se alcanza una buena comunicación entre ambos y si no se ha involucrado a los pequeños en el proceso y explicado los desafíos que enfrentarán en adelante al permanecer por temporadas en dos hogares distintos.

Sobrellevar un divorcio nunca será fácil. Pero, cuando hay hijos de por medio, el reto es aún mayor. La pregunta que cabe es: ¿cómo hacer más amable la separación ante los hijos y la custodia compartida para que los afecte lo menos posible?

El mayor reto, asegura la psicóloga familiar Mara Tamayo, es que los padres dejen a un lado sus diferencias personales y rencores y dialoguen permanentemente, tomen decisiones en conjunto y establezcan pautas de crianza y normas similares, así los niños vayan a crecer en hogares separados.

“Suele pasar que muchos niños entran en conflicto con uno de los dos padres y cuestionan por qué uno le permite, por ejemplo, ver televisión hasta tarde, pasar más tiempo en los videojuegos o comer más dulces; y el otro, en cambio, no. Entonces, si se acuerdan unas pautas básicas de crianza y normas similares, esto no tendría por qué ocurrir”, sostiene la especialista.

Extraño caso de divorcio: ocurrió a solo 5 minutos de haberse casado. | Foto: Getty Images/Peter Dazeley

Otro error frecuente es intentar compensar el tiempo y la ausencia de alguno de los dos padres con regalos o viajes. “Los niños no necesitan regalos, lo que necesitan es tiempo de calidad para no sentirse solos, que ese papá o esa mamá compartan los intereses y gustos del menor. Conozco muchos casos de niños con habitaciones a las que no les cabe un juguete, pero, en cambio, no juegan con ninguno de sus padres, se la pasan pegados a una tableta, no van a un parque o no leen juntos.