Endeudarse es una de las tareas que más complican las finanzas de una persona, pero que a su vez representa una oportunidad de hacerlas crecer. Esto debido a que las deudas, en algunos casos, permiten que el dinero se pueda multiplicar en un futuro.
Tareas como comprar una casa, un carro o pagar una carrera universitaria serían mucho más difíciles de cumplir si no existieran los bancos ni los créditos. Ahorrar 100 o 200 millones, de su propio sueldo y en poco tiempo, es inverosímil, a menos de que cuente con un salario muy alto.
Existen deudas buenas y deudas malas. La primera hace referencia a las deudas que son utilizadas para adquirir un activo, es decir, para financiar algo que en un futuro representará un ingreso adicional o que resguardará ese dinero utilizado para su compra.
Una hipoteca es un ejemplo perfecto. Esto debido a que las propiedades inmobiliarias tienden a valorizarse y los dueños pueden rentarlas y obtener una entrada de dinero mensual.
Pese a ello, las deudas malas son las favoritas de muchos. Este tipo de deudas están asociadas al consumo. Es decir, deudas para comprar un pasivo, un producto o servicio que no le va a generar un ingreso futuro. Un ejemplo claro es un electrodoméstico, cenas en restaurantes caros o fiestas.
Llega un momento en el que las deudas se vuelven impagables, esto debido a que la persona que las pidió está ahogada con otras obligaciones, no tiene trabajo o no le alcanza para cubrir los pasivos.
Esto es lo que debería hacer en ese caso:
La primera estrategia es aceptar que tiene deudas y dejar de evadirlas. De acuerdo con el portal Ficohsa, si evade la realidad y pretende que la deuda no existe, esto le hará más daño a su bolsillo. Se acumularán muchos intereses y será impagables en un punto. Por ello, asumirla desde un principio le traerá más beneficios que perjuicios.
Otra estrategia es calcular el valor exacto que debe. Así puede visualizar de qué tamaño es la deuda y cómo evitarla. También puede calcular sus gastos fijos, para saber si puede sacar una porción mensual para destinar a cubrir la obligación.
Deje de acumular deudas. Si ya sabe que tiene un pago o cierto número de pagos en el banco, evite seguir comprando a crédito o sacando préstamos en entidades bancarias. Eso solo va a quemar su vida financiera y no va a poder recuperarse después.
Puede intentar pagar un mínimo de dinero a todas sus deudas, pero debe hacer una excepción con la deuda más pequeña. En esta deberá destinar más del pago mínimo, para acabar de pagarla más rápido.
Capacidad de endeudamiento: ¿qué es y cómo se mide?
Cuando se trata de salud financiera es importante realizar una adecuada administración de los ingresos, ya que esto permitirá saber hasta cuánto se puede gastar y así evitar inconvenientes al momento de solicitar un crédito o préstamo ante alguna entidad bancaria.
Ser consciente sobre el dinero con el que se cuenta y con base en esto, poder determinar lo que se puede pagar, va a hacer clave en la capacidad de endeudamiento; este es un factor indispensable para entender si es posible o no cubrir una deuda a corto, mediano y largo plazo.
Entonces, ¿qué es la capacidad de endeudamiento? Este término hace referencia al capital máximo por el que una persona se puede endeudar sin poner en peligro su integridad financiera y que, según los expertos, debe comprometer entre el 35 % y el 40 % de los ingresos netos mensuales.
De acuerdo con el banco BBVA, una forma de conocer con exactitud la capacidad de endeudamiento es saber cuáles son los gastos fijos que se tienen cada mes. Entre los gastos fijos se puede considerar el alquiler o crédito hipotecario, alimentación, transporte, educación, entre otros. También pueden existir gastos variables como vacaciones, entretenimiento, regalos o aspectos extra como fechas especiales que pueden ser considerados.
Cuando se conozcan los montos antes mencionados, estos se deben restar de los ingresos y el resultado se multiplica por el 40 % (o el 35 %) y la cifra que queda representa el valor que se puede destinar a una deuda. Por ejemplo, si una persona recibe un sueldo mensual de 3 millones 500 mil pesos y tiene un crédito de 30 millones de pesos, debería destinar máximo un millón 400 mil pesos al pago de esa deuda por mes; por lo que esa cifra representa su capacidad de endeudamiento.
Así las cosas, considerar qué porcentaje de los ingresos mensuales se puede destinar al pago de las cuotas de un préstamo es importante para no endeudarse por encima de las posibilidades y forma parte de una buena educación financiera.