Desde que el DANE anunció el dato de inflación equivalente a 13,12% con el que cerró el año 2022 la economía colombiana, la preocupación económica en general ha crecido, los colombianos cada vez piensan más en su día a día respecto al costo de vida que conllevan estas situaciones.
Según un estudio realizado por la firma Bain & Company, el 97% de los consumidores colombianos sienten que los productos que consumen con continuidad se han encarecido, lo que la posiciona como el país con mayor percepción respecto a este sentido, a comparación de Argentina (96%), Chile (95%) Perú (95%), México (94%) y Brasil (93%).
Respecto a los sectores donde los colombianos han sentido con mayor gravedad este aumento, el que repunta sobre los demás son los alimentos con un 74%, seguido por la energía doméstica con 47%, los productos de cuidado personal con 45% y de manera pareja los restaurantes y el transporte con un 43%.
Este estudio es realizado por Bain & Company desde el início de la pandemia para evaluar su impacto en el consumidor. Este específicamente recoge esas percepciones en Colombia, Argentina, Chile, Brasil, México y Perú.
La muestra que se tomó fue de 10 mil personas y evaluó seis temas: sentimiento general; finanzas y gastos personales; empleo; tiempo libre y ocio; alimentación y bebidas; salud y bienestar.
Esta serie de cambios monetarios en distintos casos ha acabado con la generación de un cambio dentro de las tendencias de consumo para los colombianos, como lo explicó Catalina Fajardo, socia de Bain & Company:
“La preocupación por los temas de salud, que había sido un tema central en los últimos dos años, pasa a un segundo plano y en su lugar encontramos ahora temas asociados al costo de vida. El año pasado, el 60% de los colombianos se mostraba afectado por cierres de empresas y la reducción de las jornadas laborales producto de la pandemia, este año el 88% tiene previsto reducir su gasto personal o ya lo ha hecho en alguna medida, y el 95% de los consumidores encuestados afirmó que la vida se ha vuelto más cara”, aseguró Fajardo.
Si bien ya a nivel cultural las costumbres se dan de distinta manera, como en el caso de Colombia y México donde se percibe el salir a comer como un acto de entretenimiento y compartir, esta serie de cambios puede acabar consecuentemente con mayores problemas para el sector empresarial y las dinámicas de los mercados, no obstante Fajardo aseguró que estas tendencias son difíciles de predecir:
“Lo que es clave en este momento de la coyuntura para las empresas y negocios que quieran salir vencedores en este escenario de incertidumbre global es racionalizar y optimizar la venta de productos para mitigar los impactos en la oferta e impulsar el crecimiento.” explicó.
Esto debido también a que el aumento de costos puede conllevar un descenso en la demanda para algunos comerciantes, puesto que de acuerdo a este mismo estudio y a causa de las problemáticas referentes a la economía de la nación, el 76 % de los colombianos encuestados estaría bajo la consideración de reducir o controlar más sus gastos, lo que incluye, un consumo de energía eléctrica más bajo, menores salidas a restaurantes, realización de tareas por mano propia.
Se espera que durante el año se tomen medidas económicas que ayuden a mitigar estas situaciones de alerta en la ciudadanía en general, no solo en el contexto de Colombia, sino también a nivel mundial, debido a que este grado de preocupación (aunque en menor medida) también se encuentra presente para Estados Unidos y diversos países de la Unión Europea.