Cada vez es más difícil de identificar la manera en la que atacarán los dueños de lo ajeno. Peor aún, cuando el mundo digital ha introducido cambios en el uso de las tarjetas, al punto de que, basta solo un contacto rápido para hacer un pago.
En medio de las múltiples modalidades de robo con tarjetas, miles y miles de colombianos han sido víctima del llamado ‘cambiazo’, en el que han caído hasta los expertos en asuntos bancarios.
Ante recientes acontecimientos, según testimonios de víctimas del fraude, que consiste en utilizar una treta para que la persona entregue, aunque sea momentáneamente la tarjeta y, de manera rápida, cambiarla por otra para saquear la cuenta del desafortunado, Bancolombia elaboró un paquete de recomendaciones para evitar fraudes por supuestos cambios de tarjeta.
La mayoría de personas, cuando escuchan los casos contados por las víctimas, suelen decir, “a mí no me pasaría”, “yo no caigo tan fácil”. Sin embargo, nadie está exento. Por lo tanto, algunas de las sugerencias para protegerse de un saqueo a la tarjeta podrían sonar obvias, lo que no implica que deban pasar desapercibidas.
Más aún, porque a medida que los usuarios de plástico para hacer transacciones conocen la información que utilizan los delincuentes, más avanzan en la sofisticación de las tretas para hacer sus fechorías.
Lo básico
1. El cambiazo de tarjeta es una modalidad de robo a través de la cual, le cambian una tarjeta a la persona, ya sea la de débito o la de crédito, con una maniobra rápida, para devolverle al titular una falsa.
2. Es común que los colombianos hayan escuchado que el banco les recomienda ‘No pierdas de vista tus tarjetas en ningún momento’. Aún así, la realidad muestra que las personas se distraen y la oportunidad es aprovechada por los delincuentes. En el caso del ‘cambiazo de tarjeta’, Bancolombia sugiere que, “Incluso si el ciudadano está en proceso de cambio de uno de estos plásticos es necesario que sea el único que mantenga el control del producto”.
3. De igual manera, el banco indica con frecuencia que el usuario de una tarjeta “nunca” debe entregar información personal o financiera por medio de llamadas telefónicas o por cualquier otro medio. Ese tipo de información que se debe mantener en la privacidad incluye: usuario; clave del banco; número de las tarjetas débito y crédito; fecha de vencimiento de las tarjetas, y código de seguridad de las tarjetas.
Según destaca Bancolombia, “estos datos son lo que usa el tarjetahabiente para hacer pagos o compras de manera presencial o virtual, y si alguien más tiene acceso a ellos podrían usarlos para realizar transacciones a su nombre, que se cargan a sus tarjetas. También es posible que, sin querer, el ciudadano le esté dando acceso a los delincuentes al dinero que tienes en su cuenta de ahorros o corriente”.
La sofisticación del cambiazo
Una mujer reportó recientemente a su banco que’cayó en la trampa’ porque le hicieron una llamada desde el número que habitualmente ella utilizaba para contactarse con su entidad bancaria.
Es decir, una de las modalidades más sofisticadas es el uso de la fuente original, con lo cual, de nada vale ya estar alerta. Inclusive, aunque los expertos en seguridad señalan que es el mismo ciudadano el que entrega la información, en este caso, la víctima no recuerda haber entregado sus datos.
Sin embargo, el emisor que estaba al otro lado de la línea, le habló con tal propiedad sobre su información, que ella no le dio cabida a la duda. De esa manera, le informaron que le entregarían una nueva tarjeta, con una categoría mucho más alta que le permitiría muchísimas ventajas en comparación con la que tenía.
Lo que le ofrecieron por el cambio de la tarjeta no era algo fácil de rechazar: menores intereses y exención de cuota de manejo para siempre. Todo, por el buen manejo que le había dado al plástico. La mujer aceptó y recibió al delincuente en su oficina, donde —sin anestesia— le hicieron el cambiazo.
¿Cómo salvarse?
Parece difícil salvarse del cambiazo. Probablemente, la elección de la víctima sea masiva, pero lo que es aleatorio es el que cae.
De manera individual, Bancolombia dice que tiene una línea especial en la que los ciudadanos pueden llamar y verificar si es realmente el banco el que le va a entregar la tarjeta. En otras entidades bancarias sucede lo mismo.
El banco también recomienda “revisar que la tarjeta venga en el sobre sellado y no presente ningún tipo de daño. Si el operador de entrega está presente, exígele que el sobre sea abierto en tu presencia”.
Adicionalmente, en el momento de recibir la tarjeta nueva, “tenga presente que no es necesario que el operador escriba la información de la cédula o de la tarjeta anterior en planillas. Si le piden el número, desconfíe. Este solo realizará la validación de su documento de identidad”.
La entidad financiera agrega que, en el caso de recibir una tarjeta nueva por vencimiento, cambio de categoría del producto o reexpedición, la anterior “nunca debe ser entregada al operador, tampoco es necesario que la tengas en su poder para poder recibir la nueva. Usted mismo debe destruirla y desecharla”.
Muy importante
No olvide que la parte más importante de una tarjeta es el chip, porque allí se almacena su información. Por lo tanto, “al recibir la nueva tarjeta debe destruir el chip de la tarjeta anterior, para prevenir futuros fraudes”.