Finalmente, la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro tuvo su primera prueba en el Congreso de la República, donde fue presentada en la sesión de las comisiones económicas conjuntas (terceras de Senado y Cámara) para intentar convencer a los legisladores, de las bondades de la iniciativa que, en el primer año, va por más de 25 billones de pesos, y para el resto del tiempo, la aspiración es que se llegue a 50 billones de pesos al terminar el cuatrienio, principalmente con el control a la evasión tributaria.

El primero que salió al ruedo fue el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien agrupó en cinco puntos principales el contenido de la iniciativa: Renta a personas naturales; cerco a la evasión; normas en relación con el petróleo, el carbón y el oro; beneficios tributarios e impuestos saludables. Patrimonio. A partir de 3 mil millones se paga una tasa marginal.

Pero cada vez que exponía una a una las justificaciones de cada medida, el funcionario agregaba datos claves que van aclarando aún más el panorama de los tocados en la reforma tributaria. Así, Ocampo se refirió al impuesto al patrimonio, alrededor del cual insiste en que es modestísimo, pues hasta 3.000 millones de pesos la tarifa es cero; mientras que entre 3.000 y 5.000 millones de pesos, hay un cobro marginal, de 0,5 %, y los patrimonios superiores a 5.000 millones de pesos la tarifa es 1 %.

En ese sentido, el ministro recordó que hay un beneficio de 500 millones de pesos para la casa de habitación del contribuyente, la cual es parte de su patrimonio. Con ello, en realidad, el impuesto al patrimonio arranca desde 3.500 millones de pesos. Hay que recordar además que aplica de la siguiente manera. Si una persona tiene un patrimonio de 7.000 millones de pesos, pagaría 0,5 % por los primeros 5.000 millones y el 1 % para el tramo restante.

Es por ello que Ocampo sostiene que es un impuesto muy marginal y recordó dos hechos en Colombia que le dan pie para sustentar la medida. Por un lado, que este tributo existió entre 1936-1989, introducido en la administración de López Pumarejo, cuando se propuso para corregir el hecho de que “las rentas de capital (ingresos provenientes de intereses, rendimientos financieros, arrendamientos, regalías, entre otros) siempre estaban subestimadas como renta”, por lo tanto, había que capturar una contribución adicional por vía patrimonial, explicó Ocampo.

Otra de sus cartas, para convencer al Congreso de que hay que gravar el patrimonio, es que está peor distribuido, “más que la renta”, sostuvo. Tanto así que, en el tema de tierras, la inequidad es cercana a 0,9, y en el patrimonio total es de 0,8, es decir, “muy superior al Gini colombiano (que mide la desigualdad) y que es 0,54″.

Luis Carlos Reyes, director de la Dian, ha sustentado la reforma tributaria en varios escenarios. | Foto: Semana

El tercer elemento que puso como argumento el ministro de Hacienda es que lo que ha sucedido en el pasado. “Históricamente, el impuesto al patrimonio era de 2 % en los años 80, así que ahora es un impuesto realmente modesto”.

Pero lo más relevante para demostrar que si es una norma bien diseñada, la que incluyeron en la reforma tributaria con el impuesto al patrimonio es que el impuesto es del 1 % máximo, por lo tanto, “el que no gane 1 % con el patrimonio está mostrando que es un patrimonio improductivo y debe ponerlo a producir”.

Un patrimonio produciendo, a juicio de Ocampo, debe rendir entre 6, 7 y 8 %, argumentó.

Y claro está, volvió a poner la razón principal de la reforma tributaria, y es la de tener recursos disponibles para hacer un gasto social que permita la redistribución de la riqueza. Pero ese justamente fue uno de los reclamos de los congresistas en sus intervenciones: que no tenían claridad sobre cuál será la destinación de cada peso que se recaude.

Por lo demás, empezó ya el rosario de peticiones, para tratar de impedir que se le quiten exenciones a uno u otro sector, o para que se destinen recursos a la solución del problema de la luz en la costa caribe, por ejemplo. Hasta el momento, el ministro Ocampo ha sido enfático en señalar, que solo se mantendrán beneficios a tres sectores: el de la vivienda VIS (interés social); el de las energías alternativas, y el de la cultura.

El debate de la reforma tributaria, apenas empieza.

José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda y Óscar Darío Pérez, uno de los ponentes de la reforma tributaria en el Congreso de la República. | Foto: Semana