El incremento del costo de vida es una situación que se ha venido acrecentando tras la pandemia por la covid-19, y que se ha acentuado desde finales del año pasado por el aumento en los costos de muchas materias primas, derivado en parte al conflicto entre Rusia y Ucrania.

Esta situación ha tenido sus efectos sobre la economía de las mujeres, debido a que ha obligado o llevado a la modificación de ciertos hábitos de consumo, lo que ha conllevado a que hayan tenido que presidir de ciertos artículos o negarse alguna compra relacionada con el bienestar personal, para atender otras necesidades económicas más apremiantes.

Un estudio del impacto del incremento del costo de vida para las mujeres, realizado por Avon y Gentedemente pone en evidencia el pesimismo que tienen las mujeres en América Latina respecto a la economía, debido a que el 73 % de las consultadas consideró que la situación empeoró en su país. Además, más de la mitad de ellas (54 %) afirmó que su situación personal empeoro en el 2022 respecto al año inmediatamente anterior.

Debido a las dificultades económicas que se vienen registrando desde el año pasado, a las mujeres les tocó tomar decisiones significativas en cuanto a su bienestar personal para poder solventar las necesidades del hogar. | Foto: Getty Images

En este estudio, en el cual se entrevistaron a 2.667 mujeres de Colombia (568), Argentina, Chile, Perú y México, se evidencia que cuando aumenta el costo de vida, lo que más abandonan las mujeres son gastos eventuales (39 %) y gastos personales (28 %). En lo que respecta al país, el 40 % de las consultadas indicaron que abandonaron sus gastos eventuales y el 30 % los gastos personales; por lo que actividades como comer por fuera, ir al cine, ir al teatro, hacer viajes, comprar regalos o calzado y gastos en peluquería, fueron las que más abandonaron las colombianas en el último año.

El incremento de los precios llevó a muchas mujeres a restringirse en sus gastos personales. Esto no solo se reflejó en la menor compra de artículos de cuidado personal, sino en actividades de ocio, entretenimiento y recreación. Foto: Getty Images | Foto: Getty Images

“Según este estudio las colombianas han descubierto en portafolios como el nuestro que la combinación entre calidad y accesibilidad es posible. Creer que lo costoso, lo exclusivo, lo que es para pocos (universo reducido por poder adquisitivo) es lo bueno, es un mito. Laboratorios propios, patentes únicas, investigación social están detrás de nuestra propuesta de belleza: inclusiva, diversa y democrática. Avon pone al servicio de todos calidad, tecnología e innovación a valores justos”, sostiene María Adelaida Saldarriaga, Gerente General de Avon Colombia.

Otros datos que arrojó el estudio es que muchas de las mujeres encuestadas buscan alternativas más económicas para sus compras regulares. En promedio, un 25 % de las encuestadas sostuvo que en aspectos como gastos básicos del hogar y gastos relacionados con los hijos tuvieron mayor migración a alternativas más económicas, sin cambiar la frecuencia de compra y se podría concluir, que sin sacrificar la calidad.

Actitudes hacia las marcas

Además de estos resultados en cuanto a las decisiones de compra por las que han optado las mujeres para contrarrestar el aumento del costo de vida, se analizó también su comportamiento respecto a la adquisición de productos de cuidado y belleza, así como su actitud frente a las marcas de venta directa.

Un estudio realizado por Avon y Gentedemente destaca que las mujeres en Colombia se vieron obligadas a tomar decisiones que impactaron su bienestar personal, al tener que presidir de ciertos artículos relacionados con el cuidado personal, tanto por su alto precio, como por prioridades al interior del núcleo familiar. | Foto: iStock

En el caso de las colombianas se identificó que la decisión de compra para el 65 % de las mujeres del estudio está impulsado por los ingredientes de los productos cosméticos para determinar si son o no de buena calidad; mientras que el 38 % de ellas relaciona un mayor costo de los productos con una mejor calidad. En cuanto a productos de marcas económicas, el 30 % de las colombianas aseguran que brindan el mismo resultado que los más caros.

Otro aspecto revelador y que atañe a las empresas de venta directa de productos de belleza en el país, es que el 89 % de las mujeres considera que estos tienen una calidad igual de buena que aquellos que compran en cualquier tienda.