Aunque haya cambiado la forma de trabajar y el ecosistema virtual conquiste cada vez más espacios, la pandemia ha enseñado, entre muchas otras cosas, que la gente es definitiva para el desarrollo de las empresas y que su bienestar es fundamental para caminar hacia el futuro.

Conscientes de esta realidad, incluso muchas compañías alrededor del mundo han buscado durante la emergencia causada por la covid-19 los servicios de expertos en salud mental con el propósito de que sus trabajadores puedan manejar de la mejor manera los desafíos que ha traído consigo esta situación. Y es que, sin duda, la realidad ha cambiado a tal punto que durante esta coyuntura, y según lo muestran los resultados de un estudio realizado por el Instituto de Seguridad, Salud y Bienestar Laboral entre trabajadores colombianos, españoles, ecuatorianos y mexicanos, el 59 por ciento de los empleados ha sentido irritabilidad por trabajar en casa fuera de su horario habitual y el 52 por ciento ha experimentado problemas familiares. Además, el 53 por ciento considera que su vida privada ha sido invadida por el entorno digital, mientras que el 41 por ciento opina que su carga de trabajo ha aumentado por la complejidad tecnológica.

Estos datos ratifican que hoy, más que nunca, es necesario invertir en los empleados, porque tal y como afirma Carlos Mauricio Vásquez, director general de Compensar, “quienes gozan de una vida sana han tenido la posibilidad de sobrellevar la pandemia de una mejor manera, por lo que es evidente que necesitamos una población saludable que garantice que saldremos adelante. Entonces, ¿no sería más lógico invertir unos recursos para asegurarnos de que la población esté mejor física y mentalmente, de tal manera que cuando llegue una situación inesperada nos encuentre a todos en buen estado?”.

Si bien, de acuerdo con una encuesta de la Cámara de Comercio de Bogotá sobre el impacto de la covid-19 en el sector empresarial, las dos estrategias más usadas por las compañías al inicio de la crisis fueron el teletrabajo y la reducción de su planta de personal, muchos también anunciaron que no despedirían a sus trabajadores. En este contexto, Vásquez afirma que, según lo evidenciado durante los últimos meses, los empresarios están preocupados por su gente y les ha resultado muy difícil tomar decisiones asociadas a la terminación de contratos, por eso, para el directivo “vale la pena estudiar opciones como la flexibilidad, es decir, que una persona aprenda a desempeñarse en una nueva función” y también precisa que “invertir en la reconversión de los trabajadores para garantizarles nuevas oportunidades laborales puede ser una estrategia interesante para las compañías” e incluso pensar en la posibilidad de compartir talentos entre organizaciones. “En esta época debe primar la colaboración sobre la competencia, si hay necesidad de hacer estas alianzas con quienes antes eran competidores se hacen, porque se trata de la reconstrucción del tejido social y empresarial”, concluye Vásquez.

Según diversos estudios, invertir en el bienestar de la gente sí es rentable, porque los empleados que se sienten a gusto trabajan mejor, son más productivos y tienen un mayor compromiso con la compañía, tal y como lo confirma la consultora Humanas, según la cual la felicidad de los trabajadores aumenta en 88 por ciento su productividad. De allí que la actual coyuntura no debe ser una excusa para dejar de invertir en los empleados, por el contrario, se trata de buscar nuevas formas de contribuir a su bienestar integral, propósito en el que Compensar acompaña de manera permanente a sus empresas afiliadas, habilitando las capacidades que les permitan a las personas hacer realidad sus proyectos de vida por medio de ofertas integradas que favorecen la salud y el bienestar físico, mental y emocional, promoviendo así el desarrollo de ciudadanos sanos, productivos y felices.