Durante 15 años David Ortiz ha tenido una meta: lograr que cada día más empresas crean en la tecnología para ser más productivas, “porque solo así pueden generar mayor rentabilidad y ayudar a superar la desigualdad social que hay en América Latina”. Aunque considera que todavía “estamos muy quedados” en relación con otros países, es un convencido de que el trabajo juicioso “nos permitirá igualar a países como Japón y Estados Unidos”. La pasión que todos sus colaboradores le imprimen a ese objetivo tiene resultados tangibles, y por eso en los últimos siete años lograron multiplicar la empresa 21 veces.

¿De qué manera enfrenta el día a día en una compañía con la proyección de Siigo?

DAVID ORTIZ: Algo que es increíblemente apasionante y emocionante para mí, que además encaja mucho con mi filosofía de vida, es que, aunque llevo 15 años en Siigo aún disfruto mucho los retos. Obviamente, hay una enorme responsabilidad y estrés, pero cuando pienso en que con el esfuerzo de todo el equipo podremos ayudar a millones de emprendedores a generar riqueza y prosperar, eso hace que no paremos y se convierte en nuestro motor. Para nosotros, más allá de ser más grandes o tener más dinero, buscamos el propósito mayor de lograr que cada día más empresas usen la tecnología para tomar decisiones. En América Latina hay 20 millones de empresas que no tienen acceso a esas herramientas y eso genera un inmenso nivel de desigualdad.

¿Cuál es la estrategia para ‘evangelizar’ a los empresarios?

D.O.: Mostrándoles de qué manera al creer en la tecnología e incorporarla en sus procesos se vuelven más eficientes y productivos. Es un asunto de contagiar una mentalidad de excelencia y de motivarlos a crecer y a no pensar en pequeño. Lo que buscamos es que comprendan que, así como todas las personas necesitan la tecnología para su vida, y ya son esenciales las redes sociales o las transacciones digitales para comprar y vender, las empresas también deben incorporar la tecnología para avanzar

¿Están cerca de alcanzar esa meta?

D.O.: Todavía no llegamos al punto en donde todas las empresas entienden que necesitan las ayudas tecnológicas para ser mejores. Por eso, nuestra obsesión es innovar para que a estos empresarios les sea cada vez más fácil usar nuestro sistema y tomen más rápidamente la decisión de invertir por primera vez en el software.

¿Qué impacto ha tenido en su vida estar al frente de una empresa líder en su segmento?

D.O.: Tengo claro que, aunque somos líderes en México, Colombia y Ecuador, solo tenemos 1,2 millones de clientes y veo más de 15 millones de empresas en esos países que no usan nuestro software. Además de otros territorios como Chile, Perú y Argentina. Mi obsesión es llegar a más empresas y eso en definitiva marca mi vida.

¿Qué otras grandes metas tiene la compañía?

D.O.: Además de impactar a más empresas en la región, nuestro siguiente objetivo es lograr que nuestros clientes no se queden usando una o dos funcionalidades del sistema, sino llevarlos a utilizar todo nuestro ecosistema. Que el servicio no sea solo de facturación, nómina o contabilidad, sino también de pagos, préstamos o alianzas para que puedan obtener más valor de los servicios de Siigo. Nuestro éxito depende del éxito de los empresarios, si ellos crecen, también lo hace la compañía.

Mucha gente cree que hacer empresa formal es muy difícil en Colombia...

D.O.: Es cierto, y más con todos los impuestos que hay que pagar. Pero es aún más difícil hacer empresa desde la informalidad. Cuando ellos comprenden nuestro sistema, descubren que la tecnología no solo hace del emprendimiento una tarea más fácil, sino que también sienten un apoyo a la hora de tomar de cisiones estratégicas que los hacen más competitivos. Cuando hay mayor rentabilidad inviertes en mercadeo, mejoras tu servicio y atraes nuevos clientes. A las empresas les decimos que la tecnología no solo les sirve para cumplir con aspectos como la facturación electrónica, sino también para ganar ventajas competitivas sólidas para crecer.

¿Qué tan atrasada está Colombia en la adopción de este tipo de tecnologías?

D.O.: Muy atrasados. Si nos comparamos con Estados Unidos o Europa, estamos unos 10 o 15 años atrasados tecnológicamente. Ahora, no todos están en esa situación. Nosotros tenemos 1,2 millones de empresas en América Latina que hoy están igual que las estadounidenses porque tienen la tecnología de punta que les ofrecemos. Si vemos los indicadores que señalan que el 70 por ciento de las empresas se quiebran después de cinco años, el 80 por ciento asegura que fue por desorden administrativo, y esas cifras demuestran que estamos muy quedados. Las compañías de la región tienen la capacidad de compararse con cualquiera de Japón o de Estados Unidos porque todos tenemos lo mismo: ganas. Ahora lo que necesitamos es la tecnología para igualarlos en productividad.

¿Cómo se sueña Siigo en los próximos años?

D.O.: Creciendo al ritmo que lo ha venido haciendo. En los últimos siete años pasamos de tener más o menos 50.000 clientes a 1,2 millones, es decir, que multiplicamos la empresa por 21 veces. Este año crecimos y el próximo también lo haremos. Estamos en cinco países con liderazgo, y sigue siendo emocionante ver las oportunidades que hay afuera para nosotros. Somos 3.400 personas vibrando para lograr que los clientes crezcan y así transformar América Latina.