La situación económica del mundo no es la mejor y pese a que ya en algunos países han venido señales de recuperación recientemente, problemáticas como la guerra en Ucrania, la volatilidad del mercado petrolero, la escalada del dólar y la inflación; siguen poniendo contra las cuerdas a las autoridades financieras, que cada vez buscan más estrategias para recomponer el camino y evitar la temida recesión.
No obstante, 2023 será un año de ‘vacas flacas’ según las proyecciones de analistas y expertos, quienes señalan que los próximos meses marcarán la transición hacia la senda de crecimiento, pero primero se debe vivir la desaceleración en los diferentes sectores productivos, afectando la generación de empleo, la capacidad crediticia y el flujo de caja, tanto para las empresas, como para los hogares.
Colombia no será la excepción, prueba de esto se aprecia en el reciente informe de Investigaciones Bancolombia, según el cual el crecimiento de la economía colombiana se desaceleraría de 7,8 % en 2022 a 0,9 % en 2023. Este pronóstico está muy cercano a los entregados por el mismo Banco de la República, que aseguran que el país no crecerá más de 1 %, en medio de la lucha por frenar el costo de vida.
“Nuestro escenario central contempla un crecimiento de 7,8 % en 2022, tasa que supera con creces las expectativas que contemplábamos al cierre anterior. Tal desempeño sería atribuible a la fortaleza del consumo interno, la recuperación de las exportaciones y el efecto rezagado de las políticas expansivas que se adoptaron luego de la llegada del covid-19″, dice un informe de Bancolombia publicado esta semana.
Así mismo agregan que el Producto Interno Bruto se expandiría por debajo del 1 %, anticipando desde ya que la demanda agregada se enfriará como consecuencia de las altas tasas de interés y las condiciones financieras apretadas, la desaceleración global y la incertidumbre. Según su análisis, entre los sectores con mejores desempeños el año entrante se encuentran los servicios públicos, la agricultura y los servicios profesionales y financieros.
“Después de la desaceleración de 2023, el crecimiento de la economía colombiana se mantendría por debajo del 3 %. Esto supone unas tasas de expansión inferiores al crecimiento potencial previo al de la llegada del covid-19. Adicionalmente, y como consecuencia de la moderación en la actividad económica, anticipamos un incremento en la desocupación. En particular, proyectamos que la tasa de desempleo anual se incrementaría en 0,7 pp, con lo que se elevaría a 12,1 % durante 2023″, resaltaron.
En lo que respecta a las tasas de interés y a la inflación para el otro año, indicaron que el 2022 cerraría con una variación del IPC (Índice de Precios al Consumidor) del 12,6 %, nivel máximo en este ciclo, y que a partir de ese punto empezará un lento proceso de corrección, hasta llegar a 7,5 % para el otro año, muy por encima del nivel objetivo del Emisor.
“Esta previsión contempla una desaceleración marcada en los precios de los alimentos. Sin embargo, esta sería compensada por una inflación básica persistentemente elevada por cuenta de los aumentos salariales, la operación de mecanismos de indexación y el traspaso de la depreciación del peso”, dice el informe.
En política monetaria, anticiparon que los aumentos de la tasa de referencia continuarían hasta el primer trimestre de 2023, cuando se alcanzaría un nivel terminal de 12,5 %, el cual se mantendría durante la primera mitad del año. Ya en el segundo semestre sostienen que iniciaría una fase gradual de recortes, de modo que la tasa de intervención terminaría en 10 % al cierre del próximo año. Esto implica que la política monetaria se mantendría en terreno contractivo durante todo 2023.
“Proyectamos que el déficit del Gobierno Nacional pasaría de 5,6 % del PIB en 2022 a 4,8 % del PIB en 2023, valores que implicarían el cumplimiento de la regla fiscal. Este resultado sería consecuencia, por un lado, del recaudo adicional que generaría la reforma tributaria recientemente aprobada y los mayores ingresos provenientes del sector petrolero. Por otro lado, también incorporaría aumentos del gasto corriente y de inversión, así como mayores pagos de servicio de deuda”, dijeron desde Investigaciones Bancolombia.
Por último, advirtieron que la adición al presupuesto de la Nación que se tramitará en el primer semestre y la actualización del plan financiero, que se daría a conocer al inicio de 2023, serán dos elementos clave para dilucidar la estrategia fiscal para el próximo año.