“Dos cabezas piensan mejor que una”, dice un antiguo refrán que todos hemos escuchado alguna vez. Este dicho es aplicable a muchas esferas de la vida, incluida la inversión social privada, en la cual cada vez están tomando más relevancia las alianzas entre públicos y privados, dado que desde los gobiernos pueden tener vinculación de capital privado para el desarrollo de infraestructura o el desarrollo de proyectos sociales dadas las limitaciones de presupuesto, y las empresas encuentran un aliado estratégico para que el dinero que invierten en las comunidades tenga un mayor impacto, es una relación gana-gana en la que cada parte aporta algo.

Por esta razón, el Índice de Inversión Social Privada (IISP), realizado por Jaime Arteaga y Asociados (JA&A), destaca en su dimensión de ‘Sinapsis’, a aquellas organizaciones que tienen alto interés por realizar alianzas con públicos y privados en sus proyectos de inversión social. Los ejemplos de cómo este trabajo conjunto puede ser exitoso son muchos.

Sobre esto, Camilo Romero, gerente de Luker Chocolate, una de las empresas destacadas por el IISP en ese sentido, considera que cuando se trabaja de la mano del Estado y otros aliados se pueden generar capacidades que permitan fortalecer los procesos y el alcance de la inversión social.

Pone como ejemplo uno de los programas insignia de la compañía, ‘Aprendamos todos a leer’, en el cual de la mano con varios aliados privados elaboraron una metodología para que ningún niño de primero de primaria se quede rezagado en el aprendizaje, y gracias a la alianza con la secretaría de Educación se puedo llegar con este programa a todos los colegios de Manizales.

Es de esa misma forma que desarrollan otros programas educativos en la capital de Caldas, como lo es el programa ‘Universidad en tu Colegio’, en el cual ayudan a estudiantes que están por terminar su bachillerato en los colegios públicos a acceder a programas técnicos, tecnológicos y universitarios.

“Estamos convencidos que una persona educada y emprendedora transforma y genera desarrollo para sí y sus comunidades. Con esta convicción le apostamos a una educación pública de calidad, al emprendimiento como motor para el desarrollo económico, al desarrollo rural sostenible, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Todo de la mano del Estado y otros aliados”, dice Romero, quien precisó que durante 2020 la compañía destinó más de 13 mil millones de pesos de recursos propios para inversión social y a través de alianzas con actores nacionales e internacionales apalancaron 15 mil millones de pesos adicionales.

Un caso similar logró el Grupo Sura, quien gracias a la alianza que estableció su Fundación con el Ministerio de Educación y alcaldías ha podido llevar su programa Félix y Susana, que fortalece la sana convivencia, a 311 colegios públicos de todo el país.

Mónica Guarín, vicepresidenta de Desarrollo Humano y Sociedad de Grupo SURA, señaló que el año pasado se destinaron 107 mil millones de pesos a inversión social en Colombia, la inversión más alta de la compañía en los 10 países de la región, “ya sea el área dónde se haga la inversión, se hace necesario juntar capacidades que vienen de diferentes actores, ya sean públicos o privados, ese proceso de articulación es fundamental para cualquier proyecto”.

María Consuelo Castro, gerente de Claro por Colombia, coincide en la importancia de entablar alianzas estratégicas, “desde Claro por Colombia hemos reconocido que solos no podemos. Para ampliar el alcance y la usabilidad de las plataformas y llegar a las comunidades, necesitamos establecer alianzas con actores públicos, privados y de cooperación internacional clave”. Al igual que en los ejemplos anteriores destaca el proyecto de ‘Escuelas conectadas’ en el cual cada semana están dotando de internet una nueva institución educativa pública, con lo que a la fecha ya van 31 colegios conectados y 56 mil estudiantes beneficiados.

No sólo alianzas con el sector público

Aunque se puede pensar que principalmente las alianzas para realizar inversión social privada se establecen con entidades gubernamentales, este no siempre es el caso. De acuerdo con el informe de Jaime Arteaga y Asociados (JA&A) de las alianzas solo el 20 por ciento fueron con el Gobierno, mientras que el 43 por ciento fue con otros privados y el 27 por ciento con las mismas comunidades.

Un claro ejemplo de esta proporción se evidencia en el proyecto ‘Efecto Cacao’ que también adelanta Luke, que con la ayuda de otros privados buscar fortalecer la cadena productiva del cacao y contribuir a mejorar las condiciones de vida de los productores Urabá, Bajo Cauca, Huila y Tumaco, “con el apoyo de muchos actores sembramos 229 hectáreas y rehabilitamos 444; se realizaron 4.177 visitas a fincas con extensionistas, formamos 250 personas en emprendimiento y apoyamos 71 iniciativas de emprendimiento”, indicó Romero.

Otro caso de alianzas en el cual la inversión fue realizada junto con la misma ciudadanía es la realizada por Claro Colombia con el fin de ayudar a San Andrés y Providencia después del paso del huracán Iota. Con #SOS Archipiélago - Providencia y San Andrés, Claro lideró una campaña de recaudo para la reconstrucción de la infraestructura educativa de la Isla.

Esta inició con un aporte directo de la compañía por valor de $120 millones y con el apoyo de los clientes pospago por medio del envío de mensajes texto SMS, y de los colaboradores de la compañía se recolectaron 600 millones de pesos para la reconstrucción de la Institución Educativa Junín, en Providencia, la cual además tendrá internet gratuito por tiempo indefinido.

Algo similar hace la Fundación Sura, que a través de su programa de apoyo a iniciativas sociales, actualmente acompaña 408 proyectos a lo largo y ancho del país, desde proyectos en escuelas normales superiores, hasta el apoyo de artesanos o comunidades campesinas dedicadas a la agricultura, “queremos crecer con personas y organizaciones autónomas, el ayudarlos a ellos a crecer también nos ayuda a que nosotros lo hagamos”, agregó Guarín.

Los directivos de las empresas coinciden en que uno de los grandes retos en el corto plazo será seguir consolidando la capacidad de establecer alianzas estratégicas que permitan a las compañías seguir impactando a cada vez más personas y organizaciones.