El cambio climático es una realidad que ha comenzado a afectar a la mayoría de países a nivel mundial. Algunos de sus principales causantes han sido el hiperconsumo y la explotación sin control de los recursos naturales.

Esto ha conllevado a que se piensen en formas de transformar todos los ámbitos de la vida humana, incluyendo el sector financiero e industrial. Esto, por supuesto, sin tener que renunciar a la productividad y rentabilidad, evitando a toda costa dejar a la economía en una cuerda floja.

De esta forma, se ha tratado de canalizar el capital hacia la financiación de industrias y actividades que aporten soluciones a la transición medioambiental y energética, al tiempo que se reduce el apoyo prestado a los sectores con una elevada huella medioambiental que no han optado por la transición hacia una economía más verde.

Mirova, filial de Natixis Investment Managers, cree que la importancia de invertir en bonos verdes es simplemente apoyar las soluciones del futuro. Soluciones que ayudarán a construir una sociedad en la que las oportunidades de beneficio y crecimiento puedan ser compartidas por todas las partes interesadas: consumidores, empleados, empresas e inversores. También se trata de que los inversionistas canalicen sus ahorros hacia soluciones capaces de combinar impactos positivos y rendimientos financieros.

Cuando se habla de bonos verdes se hace referencia a títulos de crédito o instrumentos de renta fija emitidos por organizaciones gubernamentales o no gubernamentales y que tienen como propósito financiar proyectos de responsabilidad ambiental.

De esta forma, Mirova asegura que invertir en bonos verdes siempre es una buena opción y, por esta razón, comparte 5 consejos para maximizar el impacto ambiental con su inversión con este tipo de bonos:

  1. Alinearse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Con el fin de maximizar el impacto, se debe examinar la relevancia y la alineación de los proyectos verdes y/o sociales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
  1. Medir impactos ambientales y/o sociales: Los impactos ambientales y/o sociales del proyecto deben ser lo suficientemente claros y ambiciosos, con el fin de garantizar que se pueda tener un avance significativo para alcanzar el objetivo.
  1. Asegurar la trazabilidad: La trazabilidad es un factor importante, pues, por su propia naturaleza, los ingresos de los bonos verdes son “rastreados”: se presta una atención especial para garantizar que los flujos de capital se encaminen hacia los proyectos verdes, durante todo el tiempo de la inversión de los bonos.
  1. El rol de los emisores: Los emisores deben establecer los procedimientos necesarios para garantizar que los riesgos ambientales y sociales del proyecto sean mínimos y gestionados eficazmente, al tiempo que se maximicen los beneficios. Una operación que genera beneficios medioambientales positivos también puede crear externalidades negativas. Por ejemplo, los proyectos que requieren la construcción de infraestructuras pueden ser perjudiciales para las poblaciones locales o la biodiversidad.
  1. Presentar resultados e informes: Los emisores de bonos verdes deben proporcionar pruebas formales de los beneficios medioambientales creados por los mismos, por lo que es esencial que elaboren un informe anual en el que se dé a conocer la asignación del producto hasta su asignación total y un informe de impacto que haga un seguimiento de los beneficios ambientales generados por los proyectos o actividades financiadas.

Son cada vez más las personas y empresas que le han comenzado a apostar al cuidado del medio ambiente y, desde el sector financiero, lograr un balance para que la economía converja de la mano del cuidado y la responsabilidad.