El próximo domingo inicia un nuevo calendario, por lo que se debe comenzar a identificar las tendencias que estarán “marcando la parada” en el escenario económico nacional, donde uno que no se debe pasar por alto, es lo que sucederá en el sector crediticio.

Pese a que expertos estiman que los altos índices de inflación -que marcaron el 2022 y que continuarán en el inicio del 2023- pueden afectar los productos bancarios a corto plazo; los bancos y el sector fintech no prevén problemas de incumplimientos en pagos por parte de los usuarios del sistema financiero.

Esto ha llevado a Tangelo, compañía especializada en el desarrollo de soluciones de crédito alternativo para personas y empresas en Latinoamérica, a destacar las cinco principales tendencias que enmarcarán al sector crediticio para el próximo año; donde un aspecto común entre estas será el papel protagónico que jugarán los servicios digitales en la relación banco-clientes.

En primer lugar, se prevé una mejor experiencia para el consumidor a partir de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y el machine learning, que vienen siendo utilizadas por las empresas para mejorar su experiencia de atención al cliente y lo que que se estima es que este tipo de herramientas serán claves para comprender los gustos y necesidades de los usuarios.

“Será indispensable para el sector mejorar la experiencia al consumidor para crear interacciones inteligentes y así, ayudar a la democratización del acceso a crédito, elevando los índices de inclusión financiera en el país. Además, las empresas del rubro deberán aprovechar la cantidad de datos recopilados en tiempo real para mejorar la retención del cliente y automatizar más procesos referentes a préstamos digitales”, destaca.

Así mismo, se espera un mayor impulso de la banca digital, con énfasis en seguridad y diversificación de productos. Aquí, será clave la incorporación de procesos innovadores en herramientas de acceso como el reconocimiento facial, lectores de huellas dactilares y tokens, especiales para evitar el fraude y la suplantación.

“Las Fintech ayudarán con el proceso de aceleración de digitalización con modelos disruptivos e innovadores, respuestas a problemáticas que la banca tradicional había dejado de lado, como el exceso de trámites para solicitar créditos y otros servicios. Es por ello que para el próximo año desde Tangelo estimamos que el sector bancario transformará parte de su operación por medio de alianzas entre el sector Fintech y la banca tradicional para fusionar ideas, plataformas e incluso productos que beneficien a los usuarios”, mencionó.

Además de una mayor inclusión de los sistemas biométricos en servicios digitales, otra tendencia que se prevé para el 2023 es el crecimiento en el uso de dispositivos como relojes inteligentes y teléfonos para pagar de forma segura y sin la necesidad de presentar efectivo o tarjetas de forma física en los comercios.

“Con la adopción de estas tecnologías se espera impulsar los pagos digitales en América Latina hasta el punto de no tener la necesidad de contar con una conexión a internet activa. Para el sector, será fundamental apostar e invertir por plataformas que permitan este tipo de pagos”, resaltan.

En esa misma línea, y en procura de mejorar la experiencia del cliente y generar ventajas competitivas, se estima que las empresas apostarán por la creación de asociaciones con proveedores de datos y tecnología que vuelvan la información más procesable y utilizable para generar modelados predictivos que ayuden al crecimiento de las instituciones.

“Con el uso de datos como la frecuencia de compra, el historial de pagos y las preferencias de compra, entre otros, las empresas pueden crear un perfil más claro y preciso de sus usuarios. Además, podrán adaptar mejor sus procesos comerciales y crear estrategias de marketing más certeras para llegar a clientes nuevos y retener a los existentes conociendo qué les interesa a los consumidores y qué o quiénes influyen en ellos”, indica.

Y finalmente, para el próximo año, las entidades financieras tendrán la presión para reducir costos, pero sin dejar de lado la inversión en tecnología para diferenciarse de la competencia. “Creemos que esta motivación impulsará importantes fusiones y adquisiciones que incrementar la cuota de mercado con nuevos clientes de manera efectiva, sobre todo en la banca tradicional”, puntualiza.