Con una economía cada vez más globalizada, en la que se puede ganar mucho o perderlo todo con solo un clic, hacer rendir el dinero se ha vuelto más dispendioso. La amplitud de opciones vuelve indispensable la asesoría profesional, así como determinar el perfil de riesgo y el objetivo de la inversión. Igualmente, es clave entender en qué se está invirtiendo y, sobre todo, cómo salir cuando ya se cumplió el objetivo.

En medio de la reactivación global, que apenas comienza a verse, hay oportunidades de comprar barato en diferentes países, pero hay que tener presentes las características económicas y los ciclos políticos. La clave es no olvidar la máxima de los grandes inversionistas: no poner todos los huevos en una misma canasta, pues así se reparten los riesgos y se evita perder todo el dinero si algo sale mal.

Qué pensar antes

Aunque en Colombia existe una amplia oferta de inversiones, la decisión de llevar parte del ahorro fuera del país no solo debe tener el objetivo de mayores rentabilidades o de beneficiarse de un posible aumento de la tasa de cambio. La prioridad debe ser la diversificación de los riesgos, pues cuando uno tiene todo el dinero en una misma moneda (en este caso pesos) se ve afectado ante un cambio en lo que se denomina riesgo país, bien sea por el derrumbe de la economía o por un cambio del ciclo político. Por eso Juan Camilo Rojas, vicepresidente de Soluciones de Portafolio de Credicorp Capital, considera que cuando se hacen estas inversiones se debe determinar si es por especulación (apostando por ejemplo que el dólar supere 4.000 pesos) o por convicción (cuando realmente se busca diversificar y no importa que la tasa de cambio vuelva a 3.000, pues es una apuesta de largo plazo). Así mismo, se debe tener en cuenta la situación patrimonial: si todos los ingresos se generan acá, no buscar activos que generen demasiado gasto en dólares.

Primer paso

Para invertir en activos financieros del exterior no es necesario salir del país ni tener un montón de dólares. Se puede hacer por medio de bancos, comisionistas de bolsa, fondos de pensiones y fiduciarias, y ellos son los que se encargan de convertir los pesos de sus clientes en la divisa del país elegido (se puede entrar con 100.000 pesos).

La mayoría ofrece alternativas de fondos colectivos y en ese caso no se requiere un reporte de inversión extranjera ante la Dian. Pero esto sí es necesario cuando la persona quiere que le abran su cuenta en el exterior, donde el requisito de entrada es tener pasaporte (no necesariamente visa) y contar mínimo con 15.000 dólares. En Skandia explican que esta inversión se debe incluir en la declaración de renta, pero si supera las 2.000 UVT (algo más de 72 millones de pesos), se debe presentar una declaración de activos en el exterior junto con la declaración de renta. Si bien es un monto que no genera pago, el no presentarlo sí acarrea sanciones.

En el banco Itaú recuerdan que, más allá de la moneda o del país en que el que se va a invertir, hay que tener presente el perfil del riesgo, pues una persona que está acostumbrada a los CDT y que no soporta tener pérdidas no debería arriesgarse, por ejemplo, en acciones, por más de que sean de Apple o de Google, pues son un activo volátil. En Protección, donde la entrada a estas inversiones son las pensiones voluntarias, explican que también se puede aprovechar para invertir en empresas que apliquen criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo en sus negocios.

Opciones recomendadas

Las opciones de inversión en el exterior son muy amplias y pueden ser tan sofisticadas y riesgosas como la persona esté dispuesta a soportarlo. En BlackRock, uno de los mayores gestores de inversiones del mundo, consideran que hoy la mejor opción son las acciones, dado que se benefician de la reapertura global, mientras que la llamada renta fija (como los CDT o los títulos de deuda) tiene desafíos ante una mayor inflación y una subida de las tasas de interés.

En BlackRock insisten en que toda persona, incluso la de perfil conservador, debe apostar por las acciones, así sea en un porcentaje bajo. Su recomendación son las acciones europeas y algunas emergentes que han ganado con el alza en los precios de las materias primas. Juan Camilo Rojas, de Credicorp Capital, piensa, por el contrario, que aún las acciones europeas no son adecuadas, pues el Viejo Continente sigue luchando con las restricciones derivadas del coronavirus, mientras que las acciones estadounidenses se benefician de una economía que prácticamente ya volvió a la época prepandemia.

En Itaú comparten la idea de recomendar las acciones, así como los activos inmobiliarios, las materias primas y la renta fija de mayor riesgo, conocida como high yield (la emitida por empresas o países que no tienen buena calificación). En Protección consideran que los países latinoamericanos también son una buena opción e insisten en no olvidar definir muy bien el perfil de riesgo, objetivo y plazo para hacer más eficiente la inversión.

En Skandia advierten que no se deben pasar por alto los impuestos locales al momento de elegir dónde invertir. Por ejemplo, en Estados Unidos hay un gravamen sobre los dividendos pagados por las empresas de ese país del 30 por ciento, mientras que otras jurisdicciones no lo tienen.

Finca raíz en EE. UU.

Una de las ideas de inversión más populares es la finca raíz, en particular en Estados Unidos, donde hay facilidades de crédito y amplia oferta. Al igual que con los activos financieros todo el proceso se puede hacer desde Colombia, aunque es muy factible que el comprador viaje el día de la entrega para conocer su propiedad.

Floralba Núñez, corredora de bienes raíces internacional (realtor), dice que lo primero es analizar el régimen tributario del estado donde se quiere comprar, pues en algunos se pagan tres impuestos (ciudad, estado y federal) y en otros solo se paga uno (en la Florida, por ejemplo, solo es el federal). Así mismo es clave mirar la situación del mercado de finca raíz local; mientras en Nueva York y en otras grandes urbes la gente se está alejando de las zonas urbanas para buscar distanciamiento social, en la Florida la covid ha representado una oportunidad, con un aumento de la demanda por inmuebles desde que inició la pandemia.

Según la Asociación de Realtors de Miami, abril de 2021 ha sido el mejor mes de su historia, con un crecimiento anual de ventas de 151 por ciento. Pese a esto, Núñez, quien también esa autora del libro Miami al alcance de todos, cree que aún es buen momento para comprar porque según sus estimaciones, los precios van a seguir subiendo en la Florida. Allí los inmuebles más costosos son los que tienen vista al mar y están en pisos altos, pero se pueden conseguir casas tipo townhouse en zonas menos céntricas, desde 270.000 dólares.

Para obtener crédito solo se requiere pasaporte con visa y demostrar capacidad de pago, se financia hasta el 70 por ciento del valor del inmueble. Pero quienes compran para hacer arriendos cortos (tipo Airbnb), deben tener en cuenta que en Miami hasta hace poco estaba prohibido. Ahora hay edificios que se construyen para ese propósito, que son los que deben buscar quienes tienen ese objetivo.