Con el objetivo de aumentar la inclusión financiera y el empoderamiento de los usuarios bancarios, la Superintendencia Financiera acaba de publicar la Circular 004 de 2024, la cual busca que las entidades financieras puedan compartir toda la información de sus usuarios y que estos no tengan que empezar de cero cada vez que cambian de banco.
Así por ejemplo cada vez que van a pedir un crédito no tendrían que llevar sus desprendibles de nómina o la fotocopia de la cédula al 150%, sino que simplemente los bancos y otras entidades que ofrecen servicios financieros como operadores de telefonía, supermercados o fintech ya conocerían su historial.
César Ferrari, superintendente Financiero, explica que con esta medida se busca desarrollar el concepto de datos abiertos, que fue establecido en el Plan de Desarrollo, y que tiene el objetivo de romper la simetría de información que existe actualmente en el mercado financiero.
“La idea es que los bancos conozcan toda la información de los clientes para que de esa manera pueda haber una competencia sana y que en realidad compitan por los mejores clientes”, asegura y añade que en la medida en que se genere más competencia se puede lograr más inclusión financiera, pues hoy los mercados crediticios del país son muy pequeños (con apenas 44 % del PIB, mientras que en Asia 200 %) y muy costosos.
“Se puede pensar en un mercado mucho menos costoso, que hoy precisamente es caro porque hay poca competencia. Necesitamos una libre entrada de agentes del mercado, que los precios sean transparentes no solo expost, sino exante y que haya simetría de información para que los consumidores tomen decisiones y que las entidades también puedan posibilitar más desarrollo del mercado”, precisa Ferrari.
Todas las entidades financieras vigiladas y no vigiladas tendrán un plazo de 18 meses para implementar la tecnología que les permita compartir información, mientras que por el lado de los usuarios, ellos deberán autorizar que su información sea compartida, para que posteriormente puedan elegir la entidad que más les convenga.
La idea es que, así como en telefonía se desarrolló la portabilidad numérica, ahora se cree la portabilidad financiera para que cuando una persona se quiera cambiar de entidad lo pueda hacer de manera fácil, si bien hoy no hay trabas para abrir, por ejemplo, cuentas de ahorro en diferentes entidades, sí es muy complicadas cerrarlas.
Seguridad y centrales de riesgo
El principal temor que existe frente a las finanzas abiertas tiene que ver con la seguridad de este tipo de operaciones, en especial en lo relacionado con las posibilidades de fraude, que cada vez es más sofisticado y digitalizado. En la Superfinanciera responden que los datos abiertos tendrán altos estándares para que su transporte entre entidades sea confiable, al tiempo que aclaran que el fraude no se da por compartir datos entre bancos, pues el consumidor deberá autenticar cada transacción con claves dinámicas o tokens.
Básicamente, el funcionamiento de los datos abiertos consiste en que el banco o la entidad no financiera (por ejemplo, un supermercado) que quiera adquirir un nuevo cliente le pedirá su consentimiento para poder tener su información y este definirá cuál información permitirá que sea transmitida desde la entidad en la que ya es cliente.
No obstante, las finanzas abiertas generan dudas sobre el papel de las centrales de información financiera (Datacrédito y Transunion), que hasta ahora han sido las entidades que guardan el historial crediticio de los colombianos, Ferrari dijo que bajo estas nuevas normas parecerían redundantes, pero que son firmas que tendrían mucho trabajo si se adaptan a las nuevas circunstancias.
En la página web de la Superfinanciera está el sitio web de finanzas abiertas para el país y allí tanto las personas como las entidades financieras podrán conocer el paso a paso de este proceso.