La tasa de cambio peso-dólar tuvo un comportamiento mayoritariamente alcista en la jornada del 23 de enero. La cotización de la moneda estadounidense arrancó en 3.920 pesos, alcanzó un máximo de 3.967, un mínimo de 3.909 y finalmente promedió en 3.934,32 pesos, lo que implica un alza de 29,83 pesos frente a la TRM vigente, que es de 3.904,49 pesos.
Los operadores cambiarios negociaron 1.367 millones de dólares, en 2.283 transacciones.
El comportamiento alcista del dólar en Colombia se puede explicar por los resultados de las importaciones colombianas a noviembre, que fueron presentados ayer por el Dane, los cuales estuvieron por encima de las expectativas, al totalizar 5.166 millones de pesos, frente a una estimación de 5.095 millones. Esto permitió que la tasa de caída anual de las compras del exterior se mantuviera estable, toda vez que pasó de -12 % en octubre a -14,5 % en noviembre.
“En este resultado, sobresalió la señal de mejora de demanda interna que denotaron las importaciones de bienes de consumo, dentro de las cuales el descenso anual de bienes durables se moderó hasta -0,1 % a raíz del importante avance en las importaciones de muebles (+7,7 %) y máquinas y artefactos de uso doméstico (+15 %)”, señala un informe del Banco de Bogotá y agrega que, desde el segmento de importación de bienes intermedios, sobresale la mayor demanda de insumos de la agricultura (+23,3 %) beneficiado por los menores precios globales de alimentos para animales y fertilizantes.
Pese a la menor caída de las importaciones, en el Banco Davivienda señalan que en el largo plazo, la política monetaria menos restrictiva del Banco de la República y el mayor gasto social del Gobierno para afrontar el deterioro de la actividad económica, probablemente harían que el déficit de cuenta corriente vuelva a subir hacia el segundo semestre de este año y, según el informe de la calificadora S&P Global, ese desbalance se ubicaría entre 3 y 4 % del PIB, lo cual genera un sesgo alcista sobre el dólar en Colombia.
En este sentido, “en el corto plazo, la tasa de cambio local podría tener un espacio de subida hasta niveles cercanos a 4.000-4.050 pesos, sobre todo porque el factor internacional está teniendo un fuerte efecto sobre el peso colombiano, ya que el dólar a nivel global se está fortaleciendo, el precio del petróleo Brent está teniendo un comportamiento negativo y la prima de riesgo en Colombia, aunque ha bajado, aún se mantiene alta. De largo plazo, consideramos que, en el escenario de un incremento en el desbalance comercial por una recuperación de las importaciones y un desempeño estable de las exportaciones, la menor oferta de dólares en la economía generará una presión alcista sobre la tasa de cambio hacia niveles de 4.200 pesos para el cierre de año, por lo cual mantenemos nuestra posición de acumular dólares en el corto plazo para afrontar este panorama”, precisan en Davivienda.
En el Banco de Bogotá señalan, por su parte, que los mercados están muy expectantes ante la posibilidad de recortes de la tasa de interés de la Reserva Federal, una vez se conozca el crecimiento del cuarto trimestre de Estados Unidos (lo que se prevé para el 25 de enero), así como por los datos recientes de dicha economía, los cuales muestran un incremento en su actividad productiva, con indicadores positivos como ventas al por menor y creación de empleos.
“Para esta semana esperamos que el peso colombiano se mantenga en los rangos recientes, donde el soporte puede estar alrededor de 3.900 pesos, pero ante cualquier eventualidad externa podrían darse incrementos hasta los máximos de la semana anterior (alrededor de 3.967 pesos)”, indican los expertos de la entidad financiera.