El precio del dólar en Colombia parece que no empezará a bajar, por lo menos en el corto plazo, gracias a las presiones que se vienen dando en los mercados internacionales y en la economía local por culpa de la inflación, que no cede pese a los esfuerzos constantes de los bancos centrales en todo el mundo por medio de fuertes alzas de tasas de interés y, por el contrario, aviva el temor a una recesión económica.
De acuerdo con la Bolsa de Valores de Colombia, este miércoles –19 de octubre– la divisa norteamericana cerró en 4.840 pesos, superando por 77,9 los 4.762,10 de la jornada anterior, cuando casi rompe la barrera de los 4.800 pesos, ya que su máximo ese día fue de 4.794. Expertos advierten que los recientes aumentos de tasas de interés son un factor fundamental para entender lo que está pasando en el mercado.
Si bien ayer martes estuvo cerca, el nuevo techo fue roto el día de hoy, cuando desde su apertura se ubicó por encima de los 4.800 y aunque tuvo un mínimo de 4.780 pesos, la mayor parte del día estuvo en sus niveles más altos, llegando incluso a máximos de 4.859 pesos con 79 centavos, valores nunca antes visto en toda la historia del país para esta moneda extranjera, que se niega a bajar.
Así mismo, el costo promedio del dólar para esta jornada fue de 4.819 pesos con 37 centavos, quedando 75,33 por encima de la Tasa Representativa del Mercado fijada por la Superintendencia Financiera en 4.744 pesos y 4 centavos, luego de los repuntes ya mencionados. Este podría ser el primer día en la historia de Colombia que se tenga un TRM por encima de los 4.800 pesos.
Llama la atención que hace menos de seis meses, a finales de mayo, el billete verde se cotizaba en el mercado local con un precio que rondaba los 3.800 y 3.900 pesos, lo que quiere decir que esta divisa ha subido más de mil pesos entre ese momento y ahora. Esta es una situación que prende las alarmas, principalmente entre los empresarios que viven de una economía importadora.
¿Qué está pasando?
Para Henry Amorocho, profesor de Hacienda Pública y Presupuesto de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, estos cambios en la divisa norteamericana se pueden explicar desde varios puntos de vista como el incremento de la tasa de interés por parte de la junta directiva del Banco de la República para bajar la inflación o el posible aumento de la tasa de intervención de la Reserva Federal de los Estados Unidos en su próxima reunión.
Todo esto sumado a la incertidumbre política que se ha venido generando en el país gracias a las declaraciones encontradas entre los ministros del gobierno de Gustavo Petro, para temas como Ecopetrol, la minería, la reforma tributaria, la reforma laboral y el giro que se le quiere dar a la economía nacional, frente a los cuales hay mucha especulación, originada en la falta de claridad de estos funcionarios.
“Dado lo anterior, el pasado viernes 14 de octubre el nerviosismo se apoderó de los mercados por la eventualidad de una cantada decisión del aumento de la tasa de intervención en la FED para su próxima reunión y la incertidumbre política que atraviesa Colombia por las declaraciones encontradas entre los ministros del Gobierno, quienes se contradicen entre sí en temas tan centrales como la financiación de programas gubernamentales, la suspensión de contratos de explotación petrolífera en el país y, últimamente, por la declaración espontánea sin documento de política pública de la ministra del Trabajo, quien pidió que se pensara en la congelación de precios”, explicó Amorocho.
Antes de la posesión del presidente Gustavo Petro, el Banco de la República subió en 150 puntos básicos la tasa de intervención. De igual manera, el Emisor volvió a replicar la fórmula en septiembre pasado, cuando la Reserva Federal de Estados Unidos subió la tasa en 100 puntos básicos para frenar las presiones inflacionarias en ese país y al mismo tiempo la junta directiva del Banco Central optó por incrementarlas en un punto porcentual.
Tanto en Estados Unidos como en Colombia los resultados han sido similares, puesto que en vez de bajar la inflación lo que se evidenció fue el crecimiento de un punto porcentual en el país del norte; y en Estados Unidos se produjo una exigua reducción de 0,1 % en el nivel de inflación, lo que hizo declarar que la FED seguirá subiendo las tasas de interés, incluso hasta 2025, si las circunstancias socioeconómicas así lo exigieran, comentó el académico.
“Aunque se prevé una semana agitada en la volatilidad del precio del dólar, comienzan a darse señales tranquilizantes para el mercado por parte del Gobierno, como es la de la suspensión de financiación de gasto público con TES hasta finalizar diciembre, lo cual da seguridad a las calificadoras de riesgo, en relación con que el gasto no se va a financiar con deuda por arriba de los niveles de la regla fiscal”, explicó este experto.
Por todo lo anterior, el mercado se manifestó con cuatro nuevos máximos históricos en el precio del dólar: $4.636.83 máximo histórico al cierre de la jornada del 14 de octubre, $4.747 el 18 de octubre de este año y $4.853 para la sesión de hoy. Ante esto, Amorocho considera que es preciso superar la imagen de que el Ejecutivo quiere violentar la autonomía del Banco de la República, con un diálogo de la mano del ministro de Hacienda.
“Es necesario dejar claro a la junta directiva del Banco de la República que no se puede seguir actuando con la tozudez de solo pensar en la tasa de interés como fórmula única para afrontar la inflación; sino que, por el contrario, el crecimiento económico y el empleo se solucionan con políticas públicas que actúen de frente con el incremento de la productividad sectorial e integral del país, en tácita armonía con las variables monetarias y fiscales de la política pública de cara a lo que sería el Plan Nacional de Desarrollo del período presidencial 2022-2026″, explicó.