El precio del dólar en Colombia corrigió la tendencia alcista que mostró al cierre de la semana pasada y este martes —22 de agosto— arrancó con desplomes en su cotización, afectado por la expectativa que hay en el mercado frente a los datos de inflación la próxima semana, así como el seguimiento que se viene dando desde hace un tiempo a los cambios en la política económica de los Estados Unidos y desde el Banco de la República en el contexto local.

De acuerdo con los reportes de apertura, entregados por la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), la divisa norteamericana comenzó el día con un precio inicial de 4.113 pesos, con el cual cae más de 11 pesos respecto a la Tasa Representativa del Mercado fijada para hoy por la Superintendencia Financiera en 4.4124 pesos con 04 centavos, tras los movimientos que mostró en la sesión del pasado viernes. Si bien el dólar se deprecia en esta oportunidad, no hay que pasar por alto que sigue por encima de la barrera de los 4.000 pesos.

De acuerdo con los reportes de apertura, entregados por la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), la divisa norteamericana comenzó el día con un precio inicial de 4.113 pesos. | Foto: B V C

No obstante, pese a que comenzó con ligeros desplomes, los movimientos subsiguientes muestran un crecimiento sostenido que lo lleva a máximos de 4.130 pesos, mientras que su punto más bajo se sostiene en 4.105. Así mismo, con corte a las 8:34 a. m., la cotización promedio para la moneda estadounidense es de 4.115 pesos con 99 centavos, dejando claro que la volatilidad se hará sentir una vez más en esta plaza de inversiones, que ha tenido unos días bastante movidos desde hace dos semanas.

En el contexto local, los analistas y expertos siguen de cerca el cierre que se registra en la vía Bogotá - Villavicencio, donde el invierno y la caída de un puente tienen incomunicados al centro y el oriente del país; puesto que sin duda impactará el costo de vida y esto podría cortar la buena racha que viene mostrando la inflación desde hace cuatro meses; mientras el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, insiste en que llegó el momento de empezar a bajar las tasas de interés.

En el contexto local, los analistas y expertos siguen de cerca el cierre que se registra en la vía Bogotá - Villavicencio. | Foto: B V C

Aunque para este año la desaceleración será protagonista de la actividad económica, local y global, los resultados que entregó el Dane para el segundo trimestre de 2023 encendieron las alarmas.

El modesto crecimiento del 0,3 por ciento muestra que la economía se estancó. De hecho, estuvo por debajo de las expectativas del mercado. La cifra, muy cercana a cero, se convierte, descartando el periodo de la pandemia, en el peor crecimiento de los últimos 14 años, cuando el tercer trimestre de 2009 arrojó un registro de 0,5 por ciento.

Para Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, si bien hoy tenemos un PIB 11,3 por ciento más grande que en 2019, jalonado especialmente por el crecimiento del consumo privado, “lo preocupante es que la inversión no levanta cabeza, y tuvo su peor contracción en 16 años (sin contar el periodo de la pandemia)”.

El país tiene hoy dos grandes preocupaciones: una, si se está yendo hacia una recesión, es decir, dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, o si se está frente a una profunda desaceleración, y la segunda, cómo se podría recuperar la senda del dinamismo económico.

Las respuestas no son sencillas. Primero, porque hay un complejo entorno global en el que el consumo y la demanda se están viendo amenazados, con dinamizadores como China y Estados Unidos, que estarían desacelerándose. Y segundo, por los desafíos internos. Por un lado, en lo económico, con una inflación que, aunque está cediendo, sigue en doble dígito, unas tasas de interés que seguramente permanecerán altas por varios meses, y nuevas presiones como la llegada del fenómeno de El Niño.

Y, por otro, en lo político, con los escándalos recientes en el Gobierno —las denuncias de Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro— y las cada vez más difíciles relaciones entre el Ejecutivo y el sector privado por cuenta de los anuncios de la Casa de Nariño y las polémicas reformas que ha presentado al Congreso y que no han encontrado consenso entre los empresarios.

La inflación sigue siendo el mayor temor de los inversionistas en Colombia. | Foto: B V C

Entretanto, para Juan Camilo Restrepo, se pronosticaba que este año el crecimiento económico iba a estar muy bajo, no solo en Colombia, sino también en otros países. “Pero nadie había previsto que las cosas estaban tan mal como las que revela el informe del Dane correspondiente al segundo trimestre del año en curso. Están mucho peor de lo que se había previsto. No veo necesariamente una recesión, pero sí un año económico en términos de crecimiento supremamente pobre y débil. Y no me sorprendería que si no hay un viraje en algunos campos, esto derive hacia una recesión”, señaló.