La volatilidad de los mercados y la incertidumbre afectaron a uno de los activos que paradójicamente se mueven en esas turbulentas aguas: las criptomonedas.
En los últimos meses han estado bajo presión y en las semanas recientes se dieron ventas generalizadas, con las que los inversionistas buscan refugiarse mientras pasan los efectos de las nuevas variantes de la pandemia y las decisiones de los bancos centrales, en especial, las de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).
Desde noviembre, cuando el bitcóin tocó máximos históricos, cercanos a los 70.000 dólares, ha caído más del 50 por ciento y se ubica en alrededor de 34.000. Tomar distancia del riesgo ante el inminente aumento en las tasas de interés en Estados Unidos y las decisiones de nuevas restricciones al ‘minado’ en Rusia, uno de los epicentros de esta actividad –fundamental para las criptomonedas–, ha golpeado sus precios, alejándolas de convertirse en un activo refugio ante la inflación al alza que está viviendo el mundo.Además, las tensiones geopolíticas, como el potencial conflicto en la frontera entre Rusia y Ucrania, llevan a los inversores a activos más seguros.
Según la consultora Oanda, las medidas regulatorias “seguirán siendo un obstáculo constante para los criptomercados. La represión de las empresas de criptomonedas que ofrecen productos de alto rendimiento parece estar aumentando”.
Otras señales alertan, como la petición del Fondo Monetario Internacional (FMI) que instó a El Salvador a abandonar el bitcóin como moneda de curso legal, mientras que el presidente Nayib Bukele se mantiene firme en su apuesta por las criptomonedas.
Pero la misma consultora Oanda advierte que la calma puede estar volviendo a los criptoactivos tras el pronunciamiento de la FED.
Señala que podría venir una temporada al alza y el bitcóin se estabilizaría entre 40.000 y 50.000 dólares.
Algunos inversionistas institucionales han ingresado a este mercado, dándole más confianza, y los países buscan herramientas regulatorias para facilitar su operación. Por ahora, la volatilidad e incertidumbre siguen siendo la prioridad en la agenda.
Los dólares nunca sobran
Tener una reserva financiera en dólares es algo que no le estorba a nadie, pese a que la divisa es impredecible, sobre todo en Colombia, pues ha tenido una alta volatilidad y una devaluación del peso frente a la divisa, que, en 2021, fue de 16 por ciento.
En el país hay dos coyunturas que están impactando la tasa de cambio. En lo local, las elecciones presidenciales y legislativas, y, en lo externo, la expectativa por la decisión que tomará la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) con las tasas de interés en ese país.Esas circunstancias recaen sobre el dólar, pues generan incertidumbre, lo que lleva a los que tienen plata para invertir a buscar un terreno seguro. Comprar la divisa suele ser un camino. Como sube la demanda, la moneda se agota y aumenta el precio.
Pero en Colombia el dólar lleva ya varios días con una cierta estabilidad, lo que estaría dando la señal de que es un buen momento para comprar, previendo lo que pasará en los próximos meses.Varios acontecimientos pronostican los analistas que podrían indicar que la inversión en dólares resultaría rentable.
La posibilidad de que la FED suba cuatro o cinco veces la tasa de interés durante este año está latente. Y cada vez suena más fuerte la idea de que las recuperaciones interrumpidas de la economía por nuevas variantes de covid, sumadas a tensiones geopolíticas, lleven a una recesión o, al menos, a una fuerte desaceleración global.
En ese contexto, “Puede que no sea mala idea tener unos dólares dentro de un portafolio de inversión diversificado”, sostuvo Felipe Campos, director de Investigaciones de Alianza Valores.Según el experto, si se ve el escenario del dólar a largo plazo, una vez terminen los efectos políticos y económicos que le pegarán ahora a la moneda, se llegaría a un equilibrio de entre 3.200 y 3.300 pesos.
Juan Eduardo Nates, asociado sénior de divisas en la firma Credicorp Capital, afirmó que, para decidirse por inversiones en dólares, habrá que tener en cuenta las decisiones de la FED. La Reserva Federal anunció el retiro de estímulos monetarios debido a la alta inflación y a un mercado laboral fuerte, lo que llevará a que existan menores excesos de liquidez.
En consecuencia, “Los activos en dólares no van a tener esa rentabilidad extra por la cantidad de liquidez disponible”.
Viene el dólar digital
La FED también sorprendió al mercado al abrir la posibilidad de incursionar en el dólar digital, lo que a juicio de algunos expertos, permitiría conservar más el valor del capital, además de “mantener el dominio del dólar en el sistema financiero internacional”. Nates dice que las monedas digitales, además del auge que están teniendo, traen consigo una practicidad: el reastreo de las transacciones, por lo cual, los bancos centrales tendrán que ir acercándose hacia esa realidad.