Los precios del petróleo escalaron este lunes casi 5 %, impulsados por los temores sobre el suministro después de una visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Arabia Saudita, el principal exportador de crudo del mundo, con muy pocos avances.
Sobre la media mañana, el barril de Brent del mar del Norte, para entrega en septiembre, ganaba 4,71 % hasta los 105,92 dólares (104 euros). El barril de American West Texas Intermediate (WTI), para su distribución en agosto, se llevaba 4,46 % hasta los 101,94 dólares (100 euros).
A pesar de la importante caída de los precios del petróleo registrada en los últimos días, los analistas creen que los temores de inflación son exagerados y que las restricciones de suministro volverán a ser el principal motor del mercado.
El dólar, que se aleja de sus máximos, también está ayudando a impulsar los precios del crudo, haciéndolo más atractivo para los inversores que utilizan otras monedas, ya que su precio está expresado en dólares.
Biden realizó su primera gira oficial por Medio Oriente la semana pasada con una controvertida visita a Arabia Saudita, esperando un impulso del mayor exportador de petróleo crudo del mundo para reducir el alto precio del petróleo.
Sin embargo, “no hay señales de un avance inminente en los esfuerzos de la administración estadounidense para persuadir a los Estados del Golfo de extraer más petróleo”, señaló Susannah Streeter, de Hargreaves Lansdown.
Biden aseguró que sus conversaciones con representantes sauditas el viernes fueron fructíferas, pero advirtió que no se debe esperar un impacto concreto “hasta dentro de varias semanas”.
Una salida a la crisis por el gas ruso
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el lunes un acuerdo con Azerbaiyán para duplicar “en unos años” las importaciones de gas de la Unión Europea procedentes de esta exrepública soviética, donde se encuentra de visita.
La Unión Europea (UE) busca diversificar sus fuentes de suministro para depender menos de Rusia. Moscú ya empezó a cerrar el grifo y los europeos temen un corte total del suministro en respuesta a las sanciones impuestas por la invasión de Ucrania.
“La UE está apostando por proveedores de energía más fiables”, dijo Von der Leyen en un mensaje en Twitter.
“Nuestro objetivo es duplicar el suministro de gas de Azerbaiyán a la UE en pocos años. (Este país) será un socio clave para nuestra seguridad de suministro y en el camino hacia la neutralidad climática”, añadió.
Azerbaiyán proporcionó el año pasado unos 8.000 millones de metros cúbicos de gas natural a Europa a través de gasoductos que atraviesan Georgia y Turquía.
Los líderes europeos acordaron en mayo detener la mayoría de las importaciones de petróleo ruso para finales de año como parte de las sanciones impuestas contra Moscú por la invasión de Ucrania.
Pero evitaron tomar sanciones que pudieran afectar a sus importaciones de gas de Rusia, que el año pasado ascendieron a 155.000 millones de metros cúbicos y que cubrieron casi el 40 % de sus necesidades.
Cabe resaltar que hoy los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) confirmaron su voluntad de apoyar a Ucrania y de incrementar la presión sobre Moscú, pese a la amenaza sobre el suministro de energía para el bloque de los 27.
No obstante, los dirigentes europeos están preocupados de que aumente el rechazo hacia las sanciones en la opinión pública en un momento en el que el precio del carburante, el gas y la electricidad están desatados en Europa y golpean con fuerza a los hogares. La guerra lanzada por el Kremlin en Ucrania tuvo una repercusión sobre los ciudadanos, confrontados a precios “muy altos de las materias primas y de la energía”, reconoció la nueva ministra belga de Relaciones Exteriores, Hadja Lahbib.
*Con información de AFP.