Las reservas comerciales de petróleo tuvieron una fuerte baja la semana pasada en Estados Unidos, según cifras publicadas este miércoles -21 de diciembre- por la Agencia de Información sobre Energía (EIA) que sorprendieron al mercado y de inmediato prendieron las alarmas entre los inversionistas por la nueva disparada que se podría presentar.
Durante la semana que terminó el 16 de diciembre, estos inventarios comerciales cayeron en 5,9 millones de barriles, mientras que los analistas esperaban un aumento de 2,5 millones, según el consenso establecido por la agencia Bloomberg. A esto se suma una nueva caída de las reservas estratégicas, de 3,6 millones de barriles, con lo cual se posicionan en su nivel más bajo desde diciembre de 1983.
El Gobierno estadounidense comenzó a reponer esas reservas estratégicas, pero el resultado no será tangible hasta dentro de varias semanas, mientras que la información divulgada apuntaló los precios del crudo, que ya estaban al alza. Sobre el final de la jornada, el barril del WTI -referencia del mercado estadounidense- para entrega en febrero avanzaba un 2,47 %, hasta 78,12 dólares.
El movimiento a la baja de los inventarios se explica en parte por la fuerte desaceleración de las importaciones (-15 %), mientras que las exportaciones de crudo se mantuvieron sin cambios.
Para Matt Smith de Kepler, la caída de las importaciones se debe al cierre del oleoducto Keystone desde Canadá hacia Estados Unidos y Canadá, que tras un cierre de una semana por una fuga en Kansas fue reabierto parcialmente el 14 de diciembre.
El Departamento de Energía de Estados Unidos informó el pasado viernes que comenzará a reconstruir sus reservas estratégicas de petróleo, utilizadas en gran volumen por el gobierno de Joe Biden para tratar de frenar el incremento del precio de la gasolina. El gobierno espera comprar el crudo por debajo de la media de 96 dólares a la que fue vendido un importante volumen de petróleo almacenado en estos inventarios estratégicos (SPR por sus siglas en inglés).
La campaña de compra se iniciará con 3 millones de barriles de crudo, indicó el Departamento de Energía en un comunicado. Con la subida general de precios que siguió a la pandemia, profundizada por la guerra en Ucrania desde febrero, los precios del barril alcanzaron los 120 dólares este año.
El Gobierno decidió utilizar parte de estos stocks para contener el alza de precios de la gasolina. El uso de estos stocks “contribuyó a bajar los precios de la gasolina”, actualmente en un piso desde setiembre de 2021, sostuvo el gobierno. En octubre, Biden anunció que el gobierno comenzaría a comprar petróleo para reconstituir estas reservas.
Con la mira puesta también en el carbón
El consumo mundial de carbón, la mayor fuente de emisiones de CO2 del mundo, alcanzará un nuevo récord en 2022, impulsado por el aumento de la demanda en Europa, según un informe publicado recientemente por la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Se espera que el consumo mundial de carbón crezca un 1,2 % interanual hasta superar los 8.000 millones de toneladas, batiendo el récord de 2013, según el informe anual sobre el carbón de la institución.
Esta demanda mundial debería mantenerse en torno a este nivel hasta 2025, “a falta de esfuerzos adicionales para acelerar la transición energética”, según la AIE, que prevé un descenso en las economías avanzadas, pero una demanda todavía “robusta” en Asia.
La consecuencia para el clima es que el carbón, la más dañina de todas las energías, seguirá siendo de lejos la principal fuente de emisiones de CO₂ del sistema energético mundial. En un contexto de crisis energética, la demanda de carbón para producir electricidad se ha beneficiado este año de la subida de los precios del gas, aunque la desaceleración económica redujera la demanda de electricidad.
En China (53 % del consumo mundial), la demanda se vio afectada por los confinamientos relacionados con el covid, pero la sequía y las olas de calor aumentaron la necesidad de aire acondicionado y redujeron el uso de energía hidroeléctrica. Europa, ante la disminución del suministro de gas procedente de Rusia, verá aumentar su consumo de carbón en 2022 por segundo año consecutivo.
Sin embargo, los precios del carbón subieron a niveles sin precedentes en marzo y de nuevo en junio, a raíz de los precios del gas y las dificultades de producción en Australia, un proveedor clave.
*Con información de AFP.