Gaira Café se convirtió en un ícono del entretenimiento y ocio en Bogotá. Por años, este restaurante-bar se había convertido en uno de los mejores sitios para despedidas empresariales, eventos y conciertos.
Sin embargo, el cierre obligado de este tipo de establecimientos por la pandemia noqueó la actividad comercial de estos negocios. Los ingresos operacionales de la empresa cayeron en 2020 cerca del 80 % y el poco flujo de caja se materializó en algunos domicilios.
Luego de la prolongada parálisis, en junio de este año, los otros accionistas –distintos a Carlos Vives– como Guillermo Vives (hermano) y el resto de la familia, decidieron vender su participación accionaria al cantante samario.
El cantante y empresario –reconocido por su halo de optimismo y energía– decidió entonces diseñar un nuevo modelo de negocio que pudiera mantener las operaciones en época de restricciones sanitarias y bolsillos golpeados.
En diálogo con SEMANA, Pedro Felipe Scarpetta, gerente general de Matuna Inversiones, empresa que opera la marca Gaira Café, ahora Cumbia House, contó detalles de la nueva operación.
Lo más dramático de este caso empresarial es que se pasó de unos 300 trabajadores a solo 5. Por meses, solo quedaron en la sede de 1.200 metros cuadrados dos vigilantes, el servicio de aseo y una persona a cargo de los asuntos administrativos.
Seguro, una de las opciones habría sido liquidar la compañía y no insistir más con este tipo de negocios. Sin embargo, el cantante quiere dar la pelea y cree que puede operar y salir adelante en la actual circunstancia.
“Hablo con él unas 8 veces al día, está muy pendiente de cada detalle”, contó Scarpetta. Aparte de la caída en el volumen de negocio, lo más complejo es lidiar con una deuda a largo plazo que se acerca a los 15.000 millones de pesos.
Aunque los bancos han ayudado en medio de la actual situación, es necesario mejorar el flujo de caja para mantener el negocio a flote.
De ahí la idea de renovar la marca y el estilo. En ese sentido, Scarpetta explica que Cumbia House ya cuenta con 108 trabajadores y que pocas horas después de anunciar la reapertura ya tiene reservas para 3 matrimonios en 2022.
“El próximo 12 de agosto habrá una presentación para el relanzamiento y ya tenemos los 170 puestos reservados, esa es una buena señal”, dijo.
Gaira Café –o mejor Cumbia House– tiene una capacidad para unas 700 personas en un área de 1.200 metros de las instalaciones. Sin embargo, el aforo permitido ahora es de 170, por lo que se requiere un manejo inteligente de los recursos y los activos.
Uno de los aspectos más llamativos de Cumbia House es que está realizando acuerdos con proveedores de muchas regiones del país. “Carlos quiere imprimir su estilo muy colombiano y autóctono en el negocio y por eso queremos que participen todas las regiones del país en la cadena de abastecimiento”, dijo el gerente.
Los planes
En los próximos días o semanas, Cumbia House planea abrir una terraza, la cual estaba lista 10 días antes de iniciar la pandemia. Este espacio es ideal para la tarde o incluso en la noche debido a su buena ventilación.
Otro espacio que abrirá pronto es el restaurante Playa de Bogotá, el cual atenderá a los trabajadores de oficina que poco a poco retornan a sus sitios de trabajo.
“Creemos que hacia final de este año tendremos entre el 70 y 80 % del volumen de negocio”, dijo Scarpetta.
Los efectos y desarrollo en la sociedad colombiana de la variante delta serán definitivos para el futuro de este tipo de negocios.
A pesar de esa sombra, Carlos Vives y su equipo se muestran muy optimistas y tienen planes a mediano plazo para importar luces y sonido de primera categoría para devolverle el brillo a uno de los sitios más reconocidos de la ciudad.
En el mejor momento, Gaira Café recibía a unas 400 mil personas al año. Volver a esos números no es imposible, pero se requiere mucho trabajo y talento, algo que tiene de sobra Carlos Vives.