“Los rines de tu lujoso carro pueden esperar, los estómagos de las familias en pobreza no” es una frase muy recordada que usó la alcaldesa Claudia López en julio del presente año cuando le respondió a un reconocido empresario por las críticas que él lanzó en contra de la Administración Distrital por los innumerables huecos que hay en Bogotá.

En su momento nadie negó que la prioridad, debía ser el apoyo a las familias más pobres, pero hoy, cinco meses después de lo sucedido, los ciudadanos se siguen quejando por el mal estado de las vías.

Esta semana, la Alcaldía anunció un plan de choque para tapar 56.000 huecos entre diciembre y enero próximo, pero el problema de la malla vial en Bogotá es mucho más estructural.

SEMANA dialogó con el director del IDU, Diego Sánchez, sobre esta problemática y sobre las obras que llevan varios meses de atraso y poco avance en la ciudad, entre otros temas.

SEMANA: ¿Por qué el mal estado de la malla vial en Bogotá?

Diego Sánchez: El tema es complejo y ha sido de toda la vida. La malla vial siempre ha estado entre una distribución de bueno, regular y malo, donde lo bueno no supera el 50 % y así ha sido desde los últimos diez años para acá, el regular está en 25 % y el malo en el otro 25 %.

Si contáramos con todos los recursos para poner toda la malla vial buena, costaría $ 6 billones, pero nunca nos van a dar esos recursos. Nos están dando normalmente en el presupuesto anual alrededor de $ 300.000 millones al IDU y cerca de $ 150.000 millones a la Unidad de Mantenimiento Vial (UMV) y a los fondos de desarrollo local ni $ 100.000 millones. Es una suma de recursos que es insuficiente para poder atender el 100% de la malla vial.

SEMANA: ¿Cómo hacen entonces para atender la malla vial de Bogotá?

D. S.: Como no podemos hacer milagros, lo que hacemos es un manejo eficiente de los recursos con un ejercicio de priorización técnica que parte de identificar en qué estado están las vías y posteriormente vemos la importancia de cada vía. De esa manera priorizamos y programamos todas las intervenciones.

SEMANA: ¿Y en este año qué se ha hecho en mantenimiento de la malla vial?

D. S.: Este año la UMV ha tapado más de 200.000 huecos y el IDU ha intervenido más de 213 kilómetros carril. También intervenimos 10,5 km de ciclo ruta, en espacio público hicimos conservación en más de 327.000 metros cuadrados e hicimos mantenimiento a 24 puentes peatonales. Al final de este año adjudicamos 22 contratos de mantenimiento vial que van a arrancar en enero, los cuales suman $780.000 millones.

SEMANA: ¿En qué sectores de la ciudad fueron reparados esos 213 kilómetros/carril?

D. S.: A nosotros nos corresponde la malla vial troncal y la arterial troncal, intervenimos en la Autopista Norte, en la Calle 13, en la Avenida Ciudad de Cali, en la Avenida 68, en la Avenida Boyacá, en Agoberto Mejía.

SEMANA: ¿Esos 213 kilómetros que se repararon cómo están clasificados?

D. S.: La mayoría están en regular y bueno, porque tenemos que evitar que lo bueno se deteriore. Con eso damos una nueva vida de cinco años y eso hace que esas vías que estaban a punto de convertirse en regular o malas, se mantengan en buenas.

SEMANA: ¿Las obras que adjudicaron para 2022 para qué sectores son?

D. S.: La Avenida Boyacá, Avenida Las Américas, Avenida La Esperanza, Avenida Pablo Sexto, la Calle 45, la Avenida Jorge Gaitán Cortes y la Avenida Caracas.

Director del IDU, Diego Sánchez. | Foto: IDU

SEMANA: ¿Para 2022 cuál es la meta en reparación de malla vial?

D. S.: Vamos a tapar 402.341 huecos e intervenir 601,8 km carril. Esos huecos que vamos a tapar son parte de la distribución que tenemos en el IDU, que es el 80 % de los recursos para contratación programada y un 20 % para tapar huecos. Para ese mantenimiento vamos a destinar $ 334.000 millones.

SEMANA: ¿Cómo va la ejecución del proyecto de la Avenida 68?

D. S.: La fase de construcción inició en el primer semestre de 2021. El trabajo ha sido muy intenso en varios frentes, básicamente en lo que tiene que ver con todo el tratamiento silvicultural. Ahora estamos trabajando fuertemente en los temas de redes de servicios públicos, retirando las redes existentes que se van a trasladar al andén.

SEMANA: ¿Cómo han manejado el tema de la movilidad en este proyecto?

D. S.: En la Avenida 68 hemos tenido aprobados por la Secretaría de Movilidad un total de 2.971 planes de manejo tráfico. En ese sentido, podemos decir que fácilmente durante los próximos cuatro años que vamos a estar en construcción, ahí en ese proyecto de la 68, habrá por lo menos otros 10.000 planes de manejo tráfico.

SEMANA: ¿Cuál es el objetivo de esos planes de manejo tráfico?

D. S.: Que haya la menor congestión, porque es imposible que no haya congestión y eso tiene que quedar claro. Los planes de manejo tráfico lo que hacen es entender que hay que priorizar algunos carriles para el transporte, pero como se está reduciendo el espacio necesariamente va haber congestión. Eso quiere decir que la velocidad se va a reducir hasta en un 40 % y ese es un sacrificio que la gente va a tener que hacer en los próximos años.

SEMANA: ¿A medida que pasen los meses, aumentarán los tiempos de la movilidad?

D. S.: No, y por eso es que tardan tanto las obras. Si la Secretaría de Movilidad me dijera cierre completo la 68 y que la gente mire por dónde se moviliza, seguramente las obras se terminarían más rápido, pero nos obligan a que siempre debe haber tres carriles en cada uno de los sentidos y el indicador de velocidad no me lo van a dejar aumentar más de 45%.

SEMANA: ¿Cómo avanza el proyecto de la Avenida Cali?

D. S.: Hay cuatro contratos que arrancaron ya la fase de construcción hace aproximadamente dos meses. En la Cali hasta ahora estamos empezando, se ven algunos cierres parciales ya en algunos sectores. Esta obra es menos compleja porque hay un tramo que ya estaba casi hecho.

SEMANA: ¿Cuáles son las fechas de entrega?

D. S.: La Cali estaría para finales de 2023 y comienzos de 2024. Y la 68 la estaremos acabando hacia 2025.

SEMANA: Hablemos de algunas obras que llevan meses de haber iniciado, pero el avance es muy poco. ¿Qué sucede con la extensión de la Troncal de la Caracas en el Sur?

D. S.: Es una obra que arrancó en 2020, un contrato en el que el contratista básicamente ha tenido dos dificultades, una tiene que ver con el predio de la cárcel La Picota. Tuvimos que comprarle a la cárcel un pedazo de su terreno, para construir ahí la expansión, pero la entrega del predio ha sido demorada porque tenemos que garantizar el cerramiento de la cárcel y ya esperamos lograrlo en unos tres meses. La segunda dificultad son los inconvenientes de siempre, que son las redes de servicios públicos. El contratista tiene plazo de terminación de esa obra para enero de 2023, pero es posible que tengamos que otorgarle unos cuatro o cinco meses adicionales. El valor es de $ 256.824 millones y hasta el momento se han girado $ 12.998 millones.

SEMANA: ¿Qué ha pasado en la construcción de la avenida Guayacanes, entre las avenidas Tintal y Alsacia?

D. S.: Ahí son cinco tramos en total y dos ya los tenemos casi que en el 100%. El primero es el de la Avenida Bosa entre la Cali y la Tintal. El tramo que sigue es uno de la Tintal, que está en un 80 % de avance, estamos pendientes de la entrega de un predio que faltaba y, una vez se entregue, vamos a poder concluir hacia marzo del año entrante. Este tramo incluye la construcción del puente sobre la Avenida Ciudad de Cali y ya está avanzado.

El tramo tres es el más atrasado, va de la Avenida Alsacia, desde antes de la Boyacá y pasando la Boyacá, hacia la Avenida la Constitución. Ese tramo se tuvo que suspender un año por una medida cautelar. Ese tramo se va a terminar hacia 2023. El tramo cuatro, que es el de la Avenida Constitución, ya está casi en un 100 % y lo mismo el tramo cinco. Los más atrasados son los tramos dos y tres.

SEMANA: ¿Todo el proyecto estaría listo solo hasta el primer semestre de 2023?

D. S: Todo el proyecto sí, pero no significa que no se pueda empezar a funcionar por tramos. De hecho, el tramo de la Bosa ya está funcionando.

SEMANA: Hablemos de la Avenida Ferrocarril con Avenida Ciudad de Cali

D. S.: Ese es uno de los proyectos que sí nos ha costado muchísimo su ejecución. El contratista se lo ganó en 2019, pero encontró muchas fallas de diseño y presentó una propuesta de modificar completamente el diseño del puente, el cual es muy alto porque por ahí va a pasar el Regiotram de Occidente y tiene unas características diferentes. Desde el IDU tuvimos que pedirle un concepto a la Sociedad Colombiana de Ingenieros para ver si el diseño era viable y se concluyó que sí.

Luego de eso tuvimos que sentarnos con el contratista a renegociar el contrato. Espero terminar esa negociación la semana que viene y pasar a la etapa de construcción. Este es tal vez el problema más grande que yo tengo en el IDU.

SEMANA: ¿Cuándo estaría listo este proyecto?

D. S.: Las obras iniciarían en enero y son dos años de construcción.

SEMANA: ¿Cómo califica este 2021 en gestión del IDU y cuáles son los retos para el próximo año?

D. S.: El 2021 al final, como balance, es un año positivo en ejecución presupuestal. A hoy ya estoy llegando al 70 %, pero tengo contratos por terminar de suscribir de aquí a finalizar año por otros $ 300.000 millones, entonces vamos a estar llegando al 90 % de ejecución.

Sin embargo, el 2021 no fue muy bueno en el sentido de que la ejecución no se pudo hacer muy rápido. En giros vamos a estar llegando a $ 1,6 billones.

El próximo año vamos a licitar tres obras muy importantes del Plan de Desarrollo, que son el cable de San Cristóbal, la Ciclo Alameda Medio Milenio y el corredor verde de la Carrera séptima. Además, hay dos proyectos que estamos en un convenio con la ANI que son la ALO Sur y la ampliación de la Autopista Norte.