No hace mucho vivimos una nueva versión de la Convención Bancaria, uno de los eventos de la industria financiera más importantes de Colombia e incluso de la región latinoamericana dado el peso, reconocimiento y estatus alcanzados por esta industria en el escenario regional.
Con una visión puesta en avanzar especialmente en temas de bancarización y de inclusión financiera como aporte social y de desarrollo para todo un país, los representantes de esta industria dejaron ver algunas de sus principales preocupaciones y desafíos actuales.
Varias las iremos desarrollando posteriormente, pero hoy quiero centrarme puntualmente en cómo se está viendo el futuro y qué soluciones se están posicionando como claves para atender los requerimientos y retos que traerá ese futuro.
Lo primero que hay que dejar claro, según la información recogida de primera mano en el evento organizado por la Asociación Bancaria, es que desde hace algún tiempo los representantes de esta industria han venido acostumbrándose y avanzando en medio de incertidumbres, volatilidades, reformas y adaptaciones.
Para una industria como la financiera, la vulnerabilidad de la economía mundial y la volatilidad de las tasas de interés y de cambio en los diferentes países traen consigo de manera urgente mayores compromisos y responsabilidades en la gestión de riesgos.
No obstante, a pesar de lo serio que pueda ser gestionar esas volatilidades y fluctuaciones justo en estos tiempos, es algo con lo cual la industria financiera ha estado acostumbrada a lidiar. Lo que no ha hecho es tener que enfrentar de manera simultánea la competencia que representan las grandes empresas de tecnología (las poderosas BigTech) y las innovadoras fintech (con toda su versatilidad a cuestas).
Tener que adaptarse a nuevos cambios normativos y regulatorios impulsados por la tecnología (regtech). Enfrentar la presión de adoptar políticas y prácticas que promuevan la justicia social y aborden el cambio climático, incorporando criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza). Y abordar los desafíos transformacionales y éticos que trae consigo el uso de la inteligencia artificial y que demanda acciones puntuales en temas como la privacidad de los datos, la mejora en las experiencias de los clientes, la discriminación algorítmica y la transparencia en los modelos de IA.
Estos desafíos exigen que las entidades financieras adopten una mentalidad innovadora y analítica, se adapten rápidamente a los cambios y aprovechen las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías (inteligencia artificial, analítica, cloud, etc.) para el cumplimiento de sus objetivos y para construir el nuevo futuro de una industria como la financiera.
Nuevos modelos de bancos, nuevas formas para que los usuarios accedan a sus productos financieros, nuevas maneras en las que podrán hacer uso de los seguros que contratan y nuevos retos para los encargados de liderar la completa digitalización de esta industria hacen parte de ese futuro.