La subida de las tasas de interés del Banco de la República tiene efecto sobre los precios domésticos, por lo tanto, no es la solución a los problemas de inflación. El dólar debe mantenerse alto pero estable.
La estrategia conocida como ‘hambre cero’ no se refiere a un despliegue de subsidios entre los pobres, sino a entregarles herramientas para que produzcan, y la idea del control de precios a la canasta familiar “es una tontería”.Esas son las convicciones de César Ferrari, quien ahora le habla al oído al presidente Gustavo Petro tras asumir como asesor económico, luego de haber sido el candidato fallido, debido a su condición de extranjero, para dirigir Planeación Nacional. Aseguró que tiene claro que su papel es asesorar sin que eso signifique que sus consejos tengan que ser acatados por el mandatario, quien “a su criterio podrá tomar o no sus propuestas”.
Para Ferrari, la existencia de diversidad de puntos de vista en el Gobierno debería ser recibida no como un mundo de contradicciones, sino como lo que es en realidad: “Un Gobierno heterogéneo, en el que no todos tienen la misma ideología, son gente con sus propias ideas, lo que no quiere decir que hayan sido consensuadas; entonces, no son expresión del Gobierno. Eso genera problemas. Pero el rol de gobernar es precisamente lograr equilibrar todas estas situaciones”.
El ambiente político se da en un entorno económico que no sería fácil para ningún Gobierno, pero sin duda se vuelve más complejo cuando desde el mismo gabinete se envían mensajes que causan incertidumbre. Por lo tanto, la tarea de Ferrari tendrá que ser titánica para tratar de ayudar a reorientar las propuestas. Es así como el asesor de Petro, quien es un defensor del libre mercado, calificó el famoso control de precios a la canasta familiar, del cual habló la ministra de Trabajo, como “una tontería”.
Sobre el salario mínimo señaló que, por Constitución, debe incrementarse para que no genere pérdida de poder adquisitivo en la gente, pero sin perder de vista que “aumentos excesivos no son adecuados ni para el momento en que vivimos ni para la salud de las empresas. Hay que ser razonables y sensatos”. En cuanto a la polémica reforma tributaria que hace trámite en el Congreso, se mostró partidario de que sean las personas naturales de altos ingresos las que aporten más, pero que las empresas tengan menores cargas de tributación, lo que no se ha hecho por un tema de caja (el Gobierno necesita recaudar más para hacer el programa prometido).
En relación con la política monetaria de subir las tasas de interés para contener la inflación, si bien dijo que se debe mantener la independencia del Banco de la República, no comparte la estrategia. “La política monetaria debería ser la expansión monetaria, no la de la restricción con tasas cada vez más altas que llevan a que existan bajos niveles de créditos, lo que limita los recursos para hacer crecer la economía”.
Según Ferrari, el Emisor sube tasas y “los mercados de crédito en el país funcionan de manera monopolística. Al no haber competencia plena, tenemos a los colombianos pagando tasas de interés del 36 por ciento en tarjetas de crédito, cifra que está entre las más altas que se puedan encontrar en el mundo, pese a que son los mismos bancos con las mismas tecnologías de cualquier otra nación”.
Durante esta semana turbulenta, en la que el precio del dólar se ha acercado a los 5.000 pesos por circunstancias internacionales y locales, Ferrari expresó que muchas de esas situaciones se están utilizando políticamente.
“Creo que hay una estrategia para hacer ver una tormenta donde hay simplemente opiniones diversas, que no se han concretado todavía”. En el caso del ministro José Antonio Ocampo, dijo Ferrari, “hay gente que quiere sacarlo, porque entienden que eso debilita al Gobierno. Entonces, hacen todo lo posible por generar un clima de incertezas y demostrar que hay divergencia grande entre los dos (ministro y presidente)”.
En general, el llamado del asesor económico de Petro es a superar el que, a su juicio, es uno de los grandes problemas en América Latina: “Somos sumamente ideológicos, si es de izquierda o de derecha”. Por eso, concluyó con una frase del confucianismo: “No importa de qué color sea el gato, lo importante es que cace ratones”.