Pese a que desde el Gobierno se han hecho varios anuncios con respecto a posibles cambios en la regla fiscal, descuadres en el presupuesto y baja ejecución, a lo que se suma una dosis diaria de escándalos políticos, el dólar y de otros activos financieros nacionales como la deuda pública (TES) llevan varios meses de tranquilidad.
Muchos analistas atribuyen esa calma al hecho de que los inversionistas internacionales y locales ya no les creen a muchos de los anuncios del Gobierno, en especial desde las elecciones de octubre pasado y desde que se cayó la reforma a la salud, lo que generó la idea de que sería muy difícil aprobar en el Legislativo cambios drásticos al modelo económico del país.
Otra idea tiene, sin embargo, el poderoso banco de inversión Bank of America que, en un informe para sus clientes, distribuido el 21 de mayo, asegura que “no se puede dar por sentada la oposición del Congreso” en temas tan sensibles como cambios a la regla fiscal.
“El ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, ha sugerido que el Gobierno podría proponer cambios en la regla fiscal, pero los diferenciales de tasas de interés (spread) no han reaccionado mucho. En nuestra opinión, los inversionistas están descontando ese riesgo porque asumen que el Congreso bloqueará los cambios a la regla fiscal. Sin embargo, el Congreso podría llegar a un compromiso que permita flexibilizar las metas a corto plazo para preservar el gasto en obras públicas. Contrario a la narrativa dominante, el Congreso colombiano no ha sido completamente obstruccionista. Por ejemplo, es probable que se apruebe una reforma de pensiones atenuada”, asegura el informe.
Como resultado, los analistas de Bank of America aconsejan vender títulos de deuda colombiana y remplazarlos por títulos de Brasil. Es más, en sus recomendaciones a los inversionistas en los que les dan una calificación a los activos financieros de cada país, en el caso de los de deuda externa de Colombia, los pasan del nivel marketweight (neutral) a underweight (infraponderar).
Los activos que son marketweight son aquellos en los que se sugiere a los inversionistas mantener una exposición promedio y no comprar de más, ni vender, mientras que los underweight sugieren una expectativa menos favorable en comparación con otros activos, por lo que se aconseja reducir la exposición a ese activo (vender).
Según Bank of America, la reducción a underweight se debe a los riesgos de cara a la presentación del marco fiscal de mediano plazo el próximo 14 de junio. En ese documento se actualizarán las previsiones fiscales del gobierno. “En nuestra opinión, los inversionistas están subestimando el riesgo de que el Gobierno cambie las metas fiscales para 2024 o 2025. Para hacer operaciones de compra y venta bajo esta perspectiva y con un horizonte de dos meses, recomendamos vender los bonos de deuda de Colombia que vencen en 2053 y comprar los de Brasil de 2054, ya que las valoraciones relativas se han vuelto más atractivas para los bonos de Brasil en los últimos meses”, aseguran.
“Los principales riesgos a la baja para los bonos colombianos son el incumplimiento de la regla fiscal o propuestas para modificarla, un desajuste fiscal mayor al esperado, bajo crecimiento y rebajas de calificación crediticia”, sostiene el informe y agrega que es poco probable que el Congreso apruebe el abandono completo de la regla fiscal de Colombia, “pero vemos espacio para un compromiso que afloje específicamente las metas fiscales para 2024 o 2025 de manera puntual.”
No obstante, advierten que el riesgo de seguir su recomendación es que Colombia registre un mejor desempeño fiscal o un crecimiento fuerte, o que en Brasil los costos de reconstrucción por inundaciones sean muy elevados, que se den intervenciones de empresas estatales o nuevas emisiones de bonos.