La debacle de la plataforma de criptomonedas FTX, dirigida por uno de los gurús del mundo cripto, da una nueva señal de alarma para un sector joven, frecuentemente sacudido por quiebras y golpeado por el contexto económico internacional. Esta firma valía 32.000 millones de dólares a inicios de año.

Su fundador, Sam Bankman-Fried, fue considerado un salvador cuando en junio propuso rescatar a firmas como BlockFi o Voyager Digital, o cuando militaba por una mayor reglamentación de este ramo del mercado de divisas en Washington.

Sin embargo, sobre ella cayeron algunas dudas sobre las cuentas de la firma, luego de un artículo de un sitio especializado y los tuits de un rival, Changpeng Zhao, presidente de Binance, para precipitar retiros masivos.

Se estima que en el mundo existen más de 20.000 tipos de criptomonedas. Hoy, muchas empresas las aceptan como medio de pago.

Changpeng Zhao, quien afirmó que FTX le pidió ayuda por una “importante crisis de liquidez”, firmó el martes 8 de noviembre una carta de intención para comprar la plataforma. Así, el bitcoin cayó a su nivel más bajo en dos años.

Luego de la debacle, en mayo, de la moneda virtual terra, que seguía la evolución del dólar estadounidense, y el derrumbe semanas más tarde de la plataforma de colocaciones Celsius, lo ocurrido con FTX “es un nuevo fracaso para el sector”, opinó David Holt, especialista en criptomonedas de la consultora CFRA.

Entre las interrogantes sobre el futuro de muchos proyectos del sector y la caída del flujo de capitales hacia las start-up tecnológicas por el aumento de las tasas de interés, Holt se preguntó cómo eso “se traducirá para la continuación, incluso la supervivencia, de muchas de estas empresas en un sector aún naciente”.

Señales de alerta

Los problemas de FTX “muestran que la liquidez en las plataformas de criptomonedas son muy variables”, señaló por su parte Dan Dolev, analista de Mizuho, quien destacó que “hay muy pocos capitales” detrás como respaldo.

La rápida caída de FTX “es una señala de alarma” para la plataforma estadounidense Coinbase, por ejemplo, añadió en una nota.

Los adeptos a las criptos y tecnologías de blockchain están acostumbrados a períodos de bonanza seguidos de problemas desde que el bitcoin vio la luz en 2009. El valor de mercado de las criptomonedas subió hasta tres billones de dólares en noviembre del año pasado, antes de caer a menos de un billón en junio de 2022.

De todos modos, es demasiado pronto para evaluar el impacto de lo ocurrido con FTX sobre la competencia y un eventual contagio a todo el sector, estimó Jamiel Sheikh, fundador de varias empresas en el mundo cripto.

“Las cuentas de las plataformas descentralizadas (como FTX) son opacas y es imposible determinar qué plataforma puede soportar una fuga de liquidez”, destacó. Sin embargo, el hecho de que Binance proponga retomar los activos de FTX da “cierta confianza”, añadió.

El lejano oeste

Para Kevin March, cofundador de la firma de corretaje Floating Point Group, la cuestión es saber quién va a reemplazar FTX: ¿Será “Binance, quien controla ya la mitad del mercado, o muchas plataformas similares, pero menos conocidas (...) fuera de Estados Unidos?”.

Muchos inversores retiran activos para reducir riesgos, afirmó March, para quien “este episodio acelerará la reglamentación del mercado estadounidense” de criptomonedas. Hay “una real necesidad de reglas claras en términos de transparencia” sobre las plataformas y de un procedimiento sensato en caso de quiebra.

Sam Lessin, de la firma de capital de riesgo Slow Ventures, le señaló a cadena CNBC que las peripecias de FTX y Binance muestran también un costado positivo: en el mundo de las criptomonedas “las empresas pueden librar una competencia feroz, pero también quieren que el ecosistema sobreviva y van a ayudarse entre ellas” cuando hay problemas.

De todos modos, para este especialista, el planeta cripto es como el ‘Far West’, “lleno de aberraciones, volatilidad, fraudes, y al tiempo muchas innovaciones y proyectos que tienen real valor a futuro”.

*Con información de AFP.