Impulsado por el debilitamiento del peso colombiano y el temor a una recesión que sigue latente en economías como las de Estados Unidos y Europa, el precio del dólar en Colombia sigue disparado y este viernes –7 de octubre– volvió a terminar sus operaciones por encima de los 4.600 pesos y más caro que hace ocho días, luego de un día de fuertes alzas.
Pese a que comenzó con un ligero desplome, según el Banco de la República, el último precio para esta jornada fue de 4.620 pesos, cifra que se ubica 10 pesos por encima del pasado viernes 30 de septiembre, cuando quedó en $4.610 y también supera por más de 6 pesos los reportes de la sesión anterior (jueves 6 de octubre), en la que cerró en 4.613 pesos con 50 centavos.
No obstante, y pese a que ganó terreno en su balance general, a lo largo del día esta moneda extranjera se movió en el mercado de divisas, con un valor promedio de 4.606 pesos con 16 centavos, cifra que cede 21 pesos y 45 centavos respecto a la Tasa Representativa del Mercado fijada por la Superintendencia Financiera en 4.627 pesos con 61 centavos.
Cabe recordar que en la sesión anterior, la divisa terminó el día con un último precio de 4.613 pesos con 50 centavos, subiendo de esta forma 31,6 respecto al valor de cierre del pasado miércoles, cuando quedó en 4.581 pesos con 90 centavos.
El miércoles y jueves fueron dos días de alzas para el dólar, tendencia que, al parecer, se revierte hoy, ya que se marca un fuerte desplome.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que en su arranque de semana el pasado lunes –3 de octubre– el billete verde cayó más de 80 pesos gracias al repunte de los precios del petróleo.
El dato de inflación revelado esta semana por el Dane revivió el fantasma de una recesión para el próximo año y generó una caída del peso colombiano a tal punto que el dólar no solo recuperó lo cedido, sino que cerró 10 pesos por encima que la semana pasada.
La mezcla de un elevado costo de vida, que llegó a su punto más alto desde 1999, y la imposición de nuevos impuestos con la reforma tributaria, están generando un escenario de incertidumbre que está llevando a muchos analistas a bajar sus proyecciones de crecimiento económico para el próximo año, en el que incluso soplan vientos de una posible reversión del buen ritmo que traía el país desde la pandemia.
Prueba de esto se ve en los pronósticos del Banco de la República que pasó del 1,1 % al 0,7 %, o de Fedesarrollo, cuya visión de crecimiento para el año entrante será del 2,1 %, cifra que es mucho menor que el 3,2 % que se tenía en el mes de agosto. En ambos casos también se prevé un 2023 con una inflación por las nubes.
De acuerdo con los expertos y analistas, la pérdida de poder adquisitivo que se viene por la inflación y el respectivo aumento de tasas de interés, sumado al golpe que se dará al consumo con impuestos como el de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, serán factores clave que impactarán de manera negativa el bolsillo de los hogares colombianos, que ya están buscando estrategias para lograr que la plata les rinda.
El sablazo de un exministro de Hacienda
Esta devaluación del peso frente al dólar fue aprovechada por el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas Santamaría, quien mandó un sablazo a la forma en la que se están llevando las riendas de la economía del país y señaló que la crisis tal vez no es culpa de lo que pasa afuera, sino de las malas decisiones que se están tomando al interior del país.
Cárdenas llamó la atención frente al precio internacional del petróleo, que ha estado disparado todo el día, y la caída de monedas como la rusa y la nacional, las cuales no han podido aprovechar este repunte para cortarle camino al dólar, como sí ha pasado en otros países cuya economía depende del crudo.
“Las dos monedas globales que más caen hoy son el rublo ruso y el peso colombiano. Los dos exportadores de petróleo cuyo precio sube. ¿Cuál es la explicación? No es la economía, es la política”, dijo el exministro de Hacienda.
Desde que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) anunció un recorte de dos millones de barriles en su producción para noviembre, el valor del barril de crudo se ha disparado por encima de los 90 dólares por barril, situación que no ha podido ser aprovechada por Colombia para lograr que el dólar baje.